Los juegos del Viejo Continente

Max Payne

Con su tercera entrega a estrenarse este año, Max Payne fue una reinterpretación fresca de los shooters en tercera persona cuya primera aparición creó una sólida base de fans que continúa hasta hoy. Los efectos cinemáticos, el bullet-time (puesto tan de moda a principios de la década pasada por The Matrix, sin que ese juego le hiciera justicia a ese maravilloso recurso visual, aunque el origen del bullet-time fuera el estilo inconfundible del director John Woo), la mezcla entre película interactiva y comic en movimiento, pero sobre todo la oscura personalidad de Max, hicieron de esta franquicia otro clásico nacido en el Viejo Continente, concretamente en los estudios de Remedy Entertainment, en Dinamarca.

Mirror’s Edge

Mirror’s Edge es de esos pocos, poquísimos juegos que son el inicio y el fin de un género. Algunas especulaciones sobre la secuela de este raro racer/acción/FPS no han sido confirmadas por EA ni por DICE, estudio de desarrollo sueco que veremos aparecer de nuevo con Crysis 2.

Incluso antes de jugarlo, lo primero que llama poderosamente la atención es la belleza gráfica del juego: es limpio, detallado pero no saturado, los efectos de luz son impresionantes, etc. El vértigo que sientes al estar sobre los techos de la ciudad sólo es comparable con el “leap of faith” o salto de águila de Assassin’s Creed (europeo también, distribuido por la compañía francesa Ubisoft). Pero la aceleración y la cantidad de movimientos a tu disponibilidad hacían de Mirror’s Edge un juego completamente diferente, con elementos de stealth, racing y eventuales disparos y peleas a mano limpia.

[p]METRO 2033

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Con algunas semejanzas ambientales con juegos como Resident Evil o Silent Hill, este postapocalipsis ruso dio mucho de qué hablar desde su aparición en el 2010, aunque la publicidad no haya sido la adecuada. Para su próxima iteración, THQ está haciendo un poco más de ruido. Pero METRO 2033 tuvo detalles muy interesantes. De la mano del estudio 4Games ubicado en Kiev, Ucrania, teníamos la posibilidad de utilizar balas como moneda, pues el dinero suele perder su valor cuando zombis/demonios nucleares amenazan a la población superviviente, que vive en los túneles del metro de Moscú. El asunto de las balas era un detalle importante, porque además de la atmósfera claustrofóbica, la dificultad de conseguir munición de calidad realmente te ponía en una situación desesperada debido a los pocos recursos disponibles para sobrevivir.

La secuela de METRO 2033, METRO: Last Light está programado para su estreno a finales del 2011, y probablemente conoceremos más de este juego durante el E3 del próximo mes.

[p]Crysis 2

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El estudio alemán (aunque de origen turco) Crytek ya tiene un lugar en la historia de los videojuegos por haber inventado el motor CryEngine 3, lo que le da el poder y la belleza a la entrega más reciente de su hijo prodigio, Crysis 2. Aquí podemos hablar de la reinterpretación de dos géneros al borde del agotamiento, el stealth y el FPS. Juegos como Metal Gear Solid 4 ya habían incluido un camuflaje completo que te permite pasar desapercibido frente a tus enemigos, o Splinter Cell con sus movimientos precisos y casi coreográficos. Pero la innovación de Crysis 2 consiste en que podemos elegir ventajas extra en el traje, como invisibilidad (que visualmente es sorprendente, aunque se escuche paradójico), poder detectar movimientos del enemigo, etc.

Por supuesto faltan juegos y estudios como los ingleses de Criterion, padres de la serie Burnout y del incomprendido BLACK para PS2, o no sé, Serious Sam del estudio croata Croteam. Sólo quisimos dar una prueba de ese “aire de familia” del que hablamos en un principio: es como si los estudios europeos tomaran géneros e ideas ya oxidadas, las limpiaran, pulieran y ofrecieran versiones estilizadas de géneros en proceso de agotamiento. ¿Cuáles son tus juegos y estudios favoritos del Viejo Continente?