El terror desconocido de los videojuegos

Títulos aberrantes que destruirán tu mente


Para bien o para mal, el survival horror se ha convertido en el género por excelencia del terror en los videojuegos. Como ocurre en el cine, el horror no sólo está presente en las grandes producciones y los géneros consagrados, también lo vemos en ciertas propuestas extrañas que muchas veces no pertenecen al horror propiamente dicho (con todos sus clichés), sino a vertientes de exploración psicológica, aberraciones mentales, experimentos y mundos extraños que juegan trucos con nuestra mente. Algunos son freeware creados por aficionados; otros fueron publicados normalmente para consolas; unos más tuvieron lanzamientos limitados y son joyas inconseguibles. Es difícil clasificarlos, pues pertenecen a lo que podríamos llamar terror subterráneo o desconocido. Si Resident Evil es el Dawn of the Dead de los videojuegos, estos títulos son como Jacob's Ladder o Twin Peaks: las obras maestras de la locura y lo aberrante.

Yume Nikki (PC, 2004)

Como algunos de nuestros lectores saben, en Japón existe un fenómeno de aislamiento social extremo entre ciertos individuos a los que se conoce como hikikomori. Se trata de personas recluidas en grado máximo de aislamiento, no tienen conocidos ni amigos. Según cuenta la leyenda, el creador de Yume Nikki, Kikiyama, tenía una novia con tendencias hikikomori y pesadillas frecuentes; finalmente la cortó y dejó de verla durante años. Inspirado por su historia, Kikiyama decidió crear un videojuego en la plataforma RPG Maker: Yume Nikki, que significa "diario de sueños"; en él, una joven hikikomori llamada Madotsuki, incapaz de dejar su habitación, explora sus sueños y sus pesadillas.

Yume Nikki es una obsesión para sus fans

Yume Nikki es hoy un juego de culto y una experiencia totalmente increíble y peculiar. Madotsuki comienza en su cuarto, del que no puede salir y sólo tiene un pequeño videojuego como compañía. El único escape es tu cama, donde entras en un mundo de sueños con 12 puertas, cada una de las cuales te lleva a un área diferente. El verdadero objetivo es la exploración: escondidos en áreas de los sueños existen efectos. Algunos son vitales, como la bicicleta o el cuchillo, pero la mayoría sólo son estéticos: convertirte en rana, tener cabeza de semáforo, ser un espectro de la nieve o una bruja, tener un paraguas, no tener rostro o convertirte en gato.

Los sueños de una hikikomori
Los sueños de una hikikomori

Prácticamente, el único enemigo son los Toriningen, unas desagradables criaturas de cuello largo que te persiguen y te regresan al inicio de un área. Sin embargo, la razón por la que Yume Nikki es un título de culto son ciertos momentos increíbles dentro de sus bizarras imágenes: por ejemplo, la famosa Uboa, una inmensa cabeza con un rostro perturbador que aparece en algunas ocasiones al cumplir requerimientos específicos en una de las casas. Hay eventos que tienen posibilidades de 1 en 1000, lo que convirtió a Yume Nikki en una obsesión para sus fans. Otros momentos, como el viaje a Marte o el vuelo de Madotsuki convertida en bruja han pasado a ser verdaderos clásicos.

Yume Nikki es sumamente interesante por sus extrañas locaciones: desde mundos dibujados en blanco y negro de una manera surreal, desolados paisajes de nieve, subterráneos angustiantes, noches irreales bajo una Luna muerta, inmensos laberintos rojos que parecen entrañas, escaleras rodeadas por manos descarnadas hasta secciones que son homenaje a las partes más perturbadoras de juegos de 8 bits como Mother. Esta entrega es única y sólo puedo recomendarla, en especial para sensibilidades dadas a los sueños, la introspección y la angustia. Su fama ha dado pie a decenas de secuelas no oficiales e imitaciones, aunque los fans de hueso colorado no pierden las esperanzas de que Kikiyama regrese para mostrarnos su mundo interior una vez más.

Ao Oni (PC, 2009)

Otro título creado en RPG Maker, Ao Oni, es uno de los primeros fenómenos virales del Let's Play japonés, después imitado por innumerables jugadores en Occidente. Es una mezcla sumamente peculiar entre el horror y la broma: en él, 3 amigos, Hiroshi, Takuro y Mika, intentan sobrevivir a una mansión en la que acecha un extraño y perturbador horror conocido como Ao Oni (demonio azul).

La experiencia es aberrante

Se trata, por supuesto, de un esfuerzo amateur sumamente pobre en muchos aspectos, excepto por una cosa: el angustiante ritmo y las horribles sorpresas que nos depara el Ao Oni, una especie de duende azul con una inmensa y grotesca cabeza que puede variar de lo cómico a lo agresivo y monstruoso. Ao Oni fue popularizado en Occidente por un video de 2 de los Let's Players más populares de Japón en esos tiempos, Gami y Fuhiki, que gritan y se retuercen con exageradas reacciones al jugar (fórmula que sería después plagiada hasta el cansancio).

Lo que hace efectivo a Ao Oni, además de lo surreal y extraño del monstruo, es el hecho de que está lleno de bromas pesadas, persecuciones y angustia, al estilo de Clock Tower, pero mucho más malintencionado (y cómico). Las persecuciones son, definitivamente, angustiantes. Es una experiencia que da entre terror y risa, pero que no deja de ofrecer sorpresas, aunque tienes que estar sugestionado para sentir su efecto. Sobre todo, la experiencia es aberrante, y los amantes de lo extraño deberían darle una oportunidad.

Pathologic (PC, 2006)

Uno de los títulos más originales y únicos jamás creados, Pathologic es de horror psicológico ruso creado por el estudio Ice-Pick Lodge. Su verdadero nombre es Мор: Утопия, que puede traducirse como La peste: Utopía. Prácticamente desconocido en Occidente y muy mal traducido por una localización limitada para el mercado inglés, se trata de una propuesta peculiar y poderosa entre los híbridos de FPS y RPG.

La peste
La peste

La historia ocurre en una ciudad perdida en las profundidades de Rusia a inicios del siglo XX. Dicho pueblo, cuya industria principal son los mataderos, fue afectado por una horrible plaga. Seguimos a 3 protagonistas: el estudiante, el harúspice o profeta y la impostora. Todos tiene un pasado difícil: el estudiante es mal visto por los pueblerinos, el harúspice es perseguido por un asesinato que no cometió, y la impostora es una mujer con personalidad doble, de la que no se sabe si es ángel o demonio. La mecánica principal recuerda a Majora´s Mask: tus personajes tienen 12 días para detener la infección y el mundo está lleno de misiones diarias que desaparecen con cada puesta de Sol.

La ciudad refleja la sinrazón que domina a Pathologic: hay una montaña llamada El Matadero donde se encuentra el asilo de dementes El aviario; en este lugar la gente suele tirar los cadáveres de los enfermos de la peste. Afuera, existe un inmenso edificio con arquitectura imposible conocido como El Polihedro. Tu meta es doble: sobrevivir y resolver el misterio. Encuentros con criaturas aberrantes y seres humanos peores que monstruos, harán tu vida un infierno.

Un mundo enfermo
Un mundo enfermo

Aparte de su tortuosa psicología, en Pathologic destacan las mecánicas de supervivencia, que son de las más crueles de un videojuego. Además de cuidarte de enemigos y ataques, aquí se mide tu hambre, sed, cansancio, infección y reputación en el pueblo. Reminiscente de las grandes hambrunas rusas, la entrega es brutal: no es Animal Crossing donde te darán un regalo cada vez que le hagas un favor a alguien, ni es un RPG donde cada cueva vacía tenga un cofre de tesoro. El título te obliga a aprender cómo opera una economía de mercado negro durante una crisis; digamos, llenar botellas de agua pura y cambiarlas por vendajes y gasas; dar una navaja a un niño ladrón a cambio de joyas robadas que puedes usar para comprar pan, o renunciar a tus municiones y armas para conseguir algo de leche y vegetales. El sistema es tan cruel que los precios fluctúan constantemente, y a esto se suma la necesidad de mejorar tus armas conforme la situación en la ciudad se vuelve más opresiva e inexplicable.

Pathologic tiene un alma realmente oscura y enferma. Es lamentable que para muchos resulte ya indigerible por sus viejas y rígidas mecánicas, por otro lado, una campaña en Kickstarter para producir un remake con una buena traducción y mejoras al sistema de juego ha tenido éxito. Sólo es cuestión de esperar para que, por primera vez, Occidente experimente esta obra maestra del horror existencial ruso.

Garage: Bad Dream Adventure (PC, 1999)

Si H. R. Giger y Salvador Dalí hicieran un videojuego, el resultado sería Garage, point-and-click japonés creado por el estudio Kinotrope en 1999 para la PC. Su lanzamiento fue sumamente limitado (la edición especial tuvo 90 copias y la normal es sumamente rara) y hasta hace muy poco era completamente desconocido en Occidente, excepto por carísimas copias (casi $1000 USD) que emergían en subastas aquí y allá. Sin embargo, tras una extensa búsqueda por parte del foro de juegos retro de 4chan, por fin existen ejemplares en esta parte del mundo.

La premisa es básicamente una versión macabra de Wall-E: eres un pequeño y grotesco robot con forma de esqueleto alienígena que maniobra a lo largo de un paisaje abandonado y desconcertante, lleno de maquinarias incomprensibles y criaturas sin rostro. El resultado es una extraña pesadilla que parece sacada de un video de Tool o de un diorama de Mark Powell.

Por ahora, sin una traducción a fondo, poco se sabe sobre el desarrollo y los detalles de Garage, aunque existen playthroughs completos. Es alabado por sus mecánicas y ciertos minijuegos, pero en este momento, los pequeños detalles de su locura esperan a un aventurero que sea capaz de terminarlo.

Eastern Mind: The Lost Souls of Tong Nou (Mac, 1994)

Osamu Sato es un nombre que causó revuelo en el inframundo del arte japonés por sus extrañas obras, desde tipografías psicodélicas y videos perturbadores hasta videojuegos. Su ópera prima es Eastern Mind: The Lost Souls of Tong Nou, una delirante aventura gráfica cuya premisa elemental es que el jugador no debe saber qué rayos está pasando.

La historia sigue las aventuras de Rin, un hombre que un día despierta y descubre que alguien ha robado su alma. Al parecer, la culpable es la enigmática isla Tong-Nou, un lugar demoníaco del Lejano Oriente que se caracteriza por devorar las almas de los humanos. Para recuperarla, Rin tendrá que pedir una prestada a un personaje llamado Kashiro y así embarcarse a la misteriosa isla, cuya forma es una inmensa cara de Osamu Sato.

¿Qué?
¿Qué?

Si esto suena completamente carente de sentido, es porque no lo tiene. El lugar es una especie de purgatorio budista dividido en 4 áreas: la Tierra de la Vida, la Tierra del Tiempo, la Tierra del Deseo y la Tierra de los Sueños. A diferencia de clásicos de la aventura interactiva como Myst, aquí no hay indicio de lo que debes hacer: de hecho, la primera meta es morir, ya que es la única manera de avanzar. Posteriormente, encuentras que el objetivo es tomar prestadas las almas de diferentes entidades y hacerlas pasar por el ciclo de las transmigraciones hasta liberarlas. Sin embargo, la manera de liberarlas no tiene sentido: desde hacer estornudar a un árbol hasta engañar a los reyes de las almas infernales.

Eastern Mind fue un fracaso en ventas, pero contó con el beneplácito de Sony como un proyecto de avanzada y tiene una localización americana, además de un soundtrack llamado Transmigration. El talento de Sato lo llevaría a dirigir su siguiente juego, también una obra maestra de la locura: LSD: Dream Emulator.

LSD: Dream Emulator (PlayStation, 1998)

El último proyecto en el que Sato trabajó, LSD: Dream Emulator, nunca fue lanzado fuera de Japón y sus escasas copias físicas alcanzan elevados precios. Como Yume Nikki, y a diferencia de su predecesor, no hay objetivos fijos: es un sueño o más bien, varios sueños, que puedes jugar. Los ambientes tridimensionales del mismo carecen de coherencia en su interconexión y ofrecen todo tipo de alucinaciones a sus desconcertados jugadores.

Aunque carece de la complejidad de Eastern Mind, LSD compensa con una atmósfera auténtica, gracias a que refleja el diario de sueños real que durante más de 10 años llevó Hiroko Nakawa, miembro del estudio Asmik Ace Entertainment. El sueño en sí es abierto, sin meta alguna salvo la exploración. Diversos estados mentales del soñador se reflejan en una gráfica que aparece al final de cada sueño, además de que existe un contador mediante reloj interno que transforma ciertos detalles y ambientes.

El enigma de LSD sigue sin solución

El juego está lleno de pequeños detalles y personajes: el conejo feliz, el hombre de las sombras o el llamado demonio del abismo te introducen en nuevas secuencias y lugares. Sin embargo, no hay más explicaciones y el jugador simplemente se pierde en esos mundos extraños.

Hay un archivo en el disco de LSD llamado ENDING.STR, que nadie ha podido abrir hasta la fecha. Supuestamente, el archivo se abre cuando el jugador llena la gráfica de estados mentales hasta el límite, lo cual para muchos es imposible. Otros dicen que el final es la secuencia que aparece a los 365 días de jugar, que representa un Hatsuyume o sueño que augura la suerte que el jugador tendrá durante el año. Circulan diversos videos al respecto, pero muchos aseguran que son falsificaciones. Por ahora, el enigma de LSD sigue sin solución.

Estos son sólo algunos títulos que forman la cara desconocida del terror en los videojuegos. Quién sabe qué extrañas joyas aguardan en las profundidades de la red o en las bodegas de los coleccionistas, en espera de llegar a nuestras manos para llevarnos a la locura.

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