Del tarreo de Doom a Call of Duty WWII: Breve síntesis histórica de los FPS

Un vistazo a lo que ha ocurrido con el popular género


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“Para mí, uno de los elementos más poderosos es la historia que cada jugador pone en el juego. Cuánta más historia aportes como desarrollador al juego, menor será la sensación de propiedad que sentirá el usuario. Cuanta menos historia pongas en un juego, mayor sensación dará al jugador de estar creando su propia historia." - John Romero, id Software

Los juegos FPS parten el año 1974 con Spasim y Maze War y de ahí en adelante empiezan a marcar pauta. Los más populares fueron sin duda Wolfenstein (1992) para PC y Doom (1993) que fue el sucesor espiritual del anterior. Destacan en esta historia igualmente Half-Life y Unreal (1998). Pero yéndonos más a lo concreto de Call of Duty (2003) este inicia siendo un sucesor espiritual de Medal of Honor (2005), hasta finalmente convertirse en "el juego de FPS de guerras realistas e históricas más querido".

Pero esa es la historia “arcoíris” de FPS ¿Fue siempre así?

Había una vez: Una pistola y un jugador

En cuanto al origen de esta historia de los FPS Es difícil situar el punto exacto en el que nació el género FPS, aunque su paternidad suele atribuírsele a Jim Bowen y su Spasim (una abreviación de Space Simulation), un revolucionario shooter diseñado para la red del sistema de computadoras PLATO (Programmed Logic for Automatic Teaching Operations) hace la friolera de cuarenta años (hablamos de marzo de 1974, nada menos). Spasim incluía algunos de los elementos que décadas después serían habituales en los FPS: gráficos en 3D, un multijugador para 32 jugadores y, por supuesto, perspectiva en primera persona

Cuestiones que al parecer parecen “modernas y actuales” ya los primeros FPS marcaron una pauta que sigue explotando televisores y computadores: los entornos virtuales y la multi-jugabilidad.

Adicionalmente se atribuye que estos primeros videojuegos surgen como simuladores militares, en pro del desarrollo de “habilidades de sobrevivencia”, pero más allá de aquello estos se desarrollan en pleno auge de una era donde el videojuego ya estaba validado y, convertido en una fiel plataforma de difusión de contenidos varios.

Eran los 90 y los FPS en plena era de los videojuegos narrativos traen consigo una reconsideración de la acción y el realismo. No es menester decir que quiénes más desarrollaron videojuegos FPS fueron los norteamericanos, caracterizados hasta el día de hoy por ser los amantes del realismo gráfico.

Uno de los representantes intelectuales de los FPS y de esta perspectiva, es sin lugar a dudas, el gran John Romero, autor y co-diseñador de videojuegos tan populares como Wolfstein (1992) y el gran Doom (1993). El primero considerado el abuelo de los FPS, el cual, supuso una auténtica revolución, desatando pasiones desde Delaware hasta Navalcarnero, y situando en el mapa a una empresa hasta entonces casi desconocida: Id Software. Y qué decir del gran Doom (1993) el cual trajo consigo una narrativa envolvente de acción continua que, de seguro ya en muchos lectores retumba aún.

La historia de los FPS trasciende aún más con la irreverencia lírica de Duke Nukem 3D (1996) el cual con su tan afamado “Shake it Baby” y su tan burlesco carácter, trajo consigo un antihéroe que, para gusto de algunos, últimamente ha dejado mucho que desear. No obstante, quiénes vivieron el reventón del personaje ario-republicano asesino- de aliens en primera persona, sabrán decirle a muchos gamers de hoy, y sin dudarlo, lo que es realmente bueno.

Hitos altamente explosivos de esta historia son, sin lugar a duda, Quake para PC (1996) y Goldeneye (1997) para Nintendo 64. No olvidar jamás a Unreal Tournament (1999) y tantos más ¿Pero qué espacio tiene Call of Duty en esta evolución tecno-cultural de los FPS?

La hora del Honor en los FPS: Medal of Honor vs Call of Duty

"Una vez que intentaron ponerse duros con nosotros, decidimos no ser parte de EA. Como equipo decidimos que no era lo que nos propusimos hacer. Terminamos yendo y trabajando con Activision y sí, Call of Duty fue una respuesta a eso" - Vince Zampella, creador de Call of Duty

Cierto es que podríamos mencionar y re-mencionar a una gran cantidad de FPS, pero, si quisiéramos ponernos serios, dos grandes de este género son los ambientado en “entornos bélicos y militares”.

El primer videojuego de la serie, que apareció en 1999 para la PlayStation, convirtiéndose en uno de los pocos videojuegos de la Segunda Guerra Mundial en aquella generación de consolas. Luego de disminuir la gráfica que poseía el prototipo y quitarle el excesivo e innecesario "desangramiento" de los enemigos, la versión final se transformó en uno de los videojuegos más vendidos e influyentes de la época, sobre todo por su desarrollo cinematográfico que fue aumentando con el tiempo promovido por su creador, Steven Spielberg, transformándolo en el primero de una serie de culto.

Tras logrado este exitazo, el potencial del sistema lúdico sugerido ofreció la apertura a posibilidades inimaginables. La saga llego a producir secuelas hasta el año 2012, en donde, tras un arduo desarrollo de excelentes obras de arte tuvo que, finalmente, vérselas con un gigante: Call of Duty. El cual, si bien ya tenía bastante historia por detrás, termino siendo, ni más ni menos, el sucesor espiritual de Medal of Honor.

La historia de Call of Duty tiene una linealidad que no ha muchos ha gustado. Los primeros títulos de esta saga de videojuegos de disparos en primera persona, que van desde el original Call of Duty hasta el tercero, están ambientados en la Segunda Guerra Mundial y basados en hechos históricos, algunos muy conocidos, como el desembarco en Normandía o la defensa del territorio ruso por parte del Ejército Rojo, recreando las batallas más importantes, llevando al jugador por una serie de escenarios de Europa y el Norte de África, y siempre en la piel de un soldado inglés, estadounidense o soviético; y en menores ocasiones, francés o canadiense.

El cambio radical sucede en el cuarto título principal de la serie, Call of Duty 4: Modern Warfare, que deja atrás la Segunda Guerra Mundial para ambientarse en un conflicto bélico actual, que, aunque ficticio, intenta reflejar correctamente el carácter de los enfrentamientos modernos. Tiene como escenarios Europa Oriental y Oriente Medio donde el jugador encarna a miembros del Special Air Service británico y del Cuerpo de Marines estadounidense.

Las posteriores entregas datan de “guerras no-mundiales”, secuelas de entornos bélicos futuristas, pero por sobre todo y, algo que ha encantado a los amantes de los FPS personajes con historia propia y una excelente trama histórica que otorga un toque más personalizado a la experiencia de juego.

¿Y qué nos espera ahora con Call of Duty WWII?

En realidad, algo que ya muchos extrañaban: Una historia realista (cómo tanto aman los “FPS-lovers”) con altas posibilidades de destrucción masiva de enemigos y representar el tan anhelado trono del macho aniquilador de almas

Y es que la verdad de las cosas, hay toda una historia que ha devenido en leyenda de un género de videojuegos que más que amado, es el resultante evolutivo de ese primer shooter, o de ese querido tarreo de Doom, Quake, Unreal que late en nuestro poderoso rifle militar, esperando el disparo… esperando lograr el tan deseado Headshot.

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