El estudio tecnológico DeepMind, adquirido por Google el año pasado, desarrolló un software que identifican como el primer eslabón en la elaboración de inteligencias artíficiales capaces de aprender por sí mismas a realizar tareas.
La IA fue enfrentada a 48 títulos de atari con la condición de que si pasaba un nivel o bien si entraba a la tabla de high scores, recibiría el equivalente a un premio digital. Lo anterior es muy similar al aprendizaje de un perro bajo la teoría conductista. Al poco tiempo, este programa sobrepasó el desempeño de profesionales humanos en 29 juegos, y el de conocidos métodos basados en algorítmos en 43 juegos.
Este desarollo resulta asombroso pues apunta a que las computadoras dejarán de requerir instrucciones de sus programadores para que puedan realizar alguna actividad. La intención de Google es la utilización de esta tecnología en programas de navegación para autos en un futuro. No obstante, al mismo tiempo, es una idea tenebrosa pues con ello vemos que la creación de súper inteligencias artificales esta cada vez más cerca. Esperemos que esto no derive en el futuro temido por Bill Gates y que ha sido retratado en obras de ciencia ficción como Terminator o Yo Robot.
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