El más reciente estudio científico sobre videojuegos proviene de la Universidad de York en Reino Unido, y este indica que no existe relación alguna entre jugar videojuegos violentos y actuar de manera violenta en el mundo real.
Buscaron comprobar si jugar juegos que muestran violencia realista conllevan a que los jóvenes que los juegan terminarán siendo violentos o antisociales. Para el cometido realizaron una serie de experimentos con 3 mil participantes, su muestra más grande a la fecha. Estos tuvieron que categorizar objetos jugando juegos basados en objetivos y completar puzzles de asociación de palabras tras jugar juegos de combate que utilizan físicas de "ragdolls" y otros que no.
El doctor David Zendle indica que "no detectamos conceptos violentos que lleven a producir esos efectos en el mundo real. No hubo diferencias de resultados entre aquellos que jugaron juegos violentos y quienes jugaron los puzzles de asociación de palabras, así como no hay diferencia entre los sujetos que jugaron juegos militares realistas y quienes no. Nuestros resultados indican que no hay lazo alguno entre los tipos de realismo en los juegos y los tipos de efecto que estos pueden tener en las personas."
Como siempre ocurre en esta clase de estudios, más investigación es requerida, con Zendle indicando que otros aspectos a indicar incluyen el sobre como reaccionarían los jugadores ante tortura en un juego realista. Además, estas pruebas fueron realizadas solo en adultos y "se necesita comprender aún si tuviera efectos diferentes en niños". Comprobar ello si será un reto, debido a la actual ética científica profesional de no realizar experimentos con niños, más aún si involucra exposición directa a material violento.
Previamente la Universidad de York reveló en otro de sus estudios que la gente que juega MOBAs mantiene su inteligencia con el tiempo, mientras que para los que juegan shooters se disminuye.
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