Técnico TI borra por error servidor de empresa con todos sus servicios WEB, pero él no confiesa la culpa, y todos terminan maldiciendo a Microsoft

Una entrevista en linea revela esta sorprendente anécdota

Técnico TI borra por error servidor de empresa con todos sus servicios WEB, pero él no confiesa la culpa, y todos terminan maldiciendo a Microsoft

Una entrevista en linea revela esta sorprendente anécdota

En un mundo laboral marcado por la constante agitación y la creciente presión sobre los empleados, la falta de actualización tecnológica se convierte en un tema recurrente en muchas empresas, dejando a los trabajadores TI desafíos cada vez más complejos. La urgencia por mantenerse al día con las demandas del mercado choca con la falta de atención hacia la modernización de la tecnología empresarial.

Es en este contexto, surge una historia que ilustra los peligros de ignorar esta necesidad: un empleado, exhausto y sobrecargado, comete un error catastrófico al borrar accidentalmente el servidor de su empresa, aunque, a pesar de esto, la culpa sorprendentemente cae en otro culpable.


Según informes de la revista en línea The Register, en la que el empleado fue entrevistado, la empresa mostraba poco interés en mantener actualizadas y cuidadas sus computadoras, lo que resultaba en equipos obsoletos y descuidados. Ante esta situación, el empleado y un colega decidieron tomar cartas en el asunto, dedicándose a limpiar y revitalizar uno por uno todos los sistemas de la empresa, que consistían en antiguas computadoras, para esto, utilizaron un software no especificado que permitía limpiar el registro de un PC con Windows y eliminar gran cantidad de basura de cachés y archivos similares.

Sin embargo, los problemas no se detuvieron allí, ya que además de las computadoras, el servidor principal de producción también presentaba fallas importantes, declarando que este era antiguo en lo que respecta a infraestructura informática, por lo que se convirtió en el siguiente objetivo de modernización del empleado.


El propio empleado describió la situación como caótica, se sentía sobrecargado, cansado y agotado, y ahora se veía enfrentado a un proyecto de gran envergadura. En retrospectiva, consideró que fue una mala idea asumir esta responsabilidad en ese momento.

En un momento de lo que él describió como "locura", utilizó el mismo programa que había usado para las computadoras normales en el servidor, reconociendo luego que fue un gran error, pero lo atribuyó a su estado mental y físico en ese momento.

"Yo también estaba acabado, después de haber trabajado horas extras absurdas durante meses para reemplazar sistemas moribundos, lidiar con usuarios no cooperativos y gerentes malhumorados, y hacer el trabajo de unos cinco", expreso el empleado.

Poco después, el caos se desató con una serie de llamadas urgentes, los sitios web de la empresa dejaron de funcionar y las comparticiones de archivos en el servidor se vieron afectadas. Ante esta situación crítica, el empleado mismo inició sesión en el servidor y se encontró con una escena desconcertante: "todas las asociaciones de archivos y tipos de archivos habían desaparecido, y hasta los elementos de la interfaz de usuario desaparecían ante nuestros ojos".

La raíz del desastre residía en el software utilizado por el empleado, este software estaba diseñado para funcionar en entornos offline, es decir, sin conexión a Internet, por lo que la decisión de usarlo en el servidor, inevitablemente, condujo al desastre, ya que el software simplemente no estaba preparado para operar en un entorno de servidor en línea.

¿La culpa es de Microsoft?

Se solicitó la asistencia de una empresa externa especializada en el mantenimiento y la supervisión de sistemas informáticos, estos, al evaluar la situación, quedaron desconcertado, nunca habían experimentado un escenario tan caótico ya que todo el registro del servidor había desaparecido, dejando tras de sí un desastre informático sin precedentes. En su búsqueda de respuestas, la empresa externa quería saber si alguien había realizado alguna acción que hubiera desencadenado tal desmantelamiento del servidor.


El empleado, sintiendo el peso de la responsabilidad, respondió con un "no", eximiéndose, así, de la culpa, mientras que el proveedor de servicios pasaba toda la noche trabajando para restaurar el servidor, maldiciendo el nombre de Microsoft por la deplorable situación. Sin embargo, al final, la culpa fue atribuida en otros ámbitos:

Primero que todo la dirección de IT fue señalada como responsable, luego el departamento de IT, a su vez, culpó al departamento financiero por no proporcionar los recursos necesarios para adquirir hardware adecuado, para finalmente acusar a Microsoft, ya que su software había estado instalado en el servidor.

Curiosamente, nadie parecía recordar el papel del empleado, quien inadvertidamente había utilizado el software equivocado, desencadenando así la serie de eventos desafortunados.



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