Final Fantasy XIV:
A Realm Reborn
Un nuevo y excitante mundo para los fans de la franquicia

Pocas veces en el mundo de los videojuegos se ha visto un retorno de las cenizas tan espectacular como el de Final Fantasy XIV: A Realm Reborn. Tras el problemático recibimiento del original Final Fantasy XIV, el equipo a cargo de Naoki Yoshida no escatimó recursos para cumplir su promesa de restaurar la confianza de los fans en la franquicia. El resultado es claro: Square Enix ha dado un paso decisivo para ofrecer una de las experiencias definitivas del MMORPG en consolas, mucho más allá del aclamado Final Fantasy XI.


Después de ser aclamado en Japón por sus acertadas mecánicas y sólida progresión, el juego revirtió los sinsabores ocasionados por su predecesor.

El título nace del proyecto "Versión 2.0" de Final Fantasy XIV, MMORPG de 2010 aquejado por diversos problemas que le valieron una muy negativa recepción tanto de los fans como de la crítica. Después de un cambio completo de equipo de desarrollo y de la filosofía de diseño, Yoshida reconoció la necesidad de modificar drásticamente la entrega, más allá de los alcances de un mero parche: había que ofrecer un nuevo engine, mejores servers, una nueva interfaz, un gameplay ajustado adecuadamente y, por supuesto, una nueva historia. Estos cambios representaron un giro de 180° para Square Enix, ya que después de ser aclamado en Japón por sus acertadas mecánicas y sólida progresión, el juego revirtió los sinsabores ocasionados por su predecesor en todos los niveles y actualmente representa una de las propuestas más sólidas en su género, además de que su éxito ayudó a la compañía a recuperar su crecimiento.


A Realm Reborn nos lleva, una vez más, a la tierra de Eorzea, unos años después de los eventos que concluyeron la línea argumental de su antecesor. Eorzea es un mundo dominado por la alternancia entre temporadas de prosperidad, denominadas Eras Astrales, y períodos de destrucción y caos, llamados Eras Umbral. El reino es rico en la sustancia mágica llamada Éter, que fluye a través del planeta y puede ser usada para alimentar artefactos, utilizar poderes como la teletransportación y más. El control del Éter es clave en la lucha entre facciones a lo largo de la trama, con razas y organizaciones que compiten por él.


A Realm Reborn puede considerarse el mejor juego en su tipo para consolas

La primera entrega de la saga transcurrió durante la última era Astral, es decir, la era de la luz y concluyó con el despertar del dragón primordial Bahamut, en la Luna de Dalamud, lo que desencadenó una nueva catástrofe conocida como Calamidad, un evento de extinción que cerró los servidores del título. En esta ocasión, nuestro protagonista viajará al futuro con la bendición de los dioses para ayudar a la reconstrucción de Eorzea (una metáfora para el renacimiento del juego mismo) y defender el reino de la amenaza del Imperio de Garlean, una civilización imperialista del norte del continente que se dispone a expandir su poder y que constituye el principal antagonista de la historia.


A pesar de estar disponible también en PC, Final Fantasy XIV: A Realm Reborn destaca por estar diseñado para permitir una plena integración con las consolas, con una interfaz intuitiva que utiliza de manera inteligente y acertada las características de estas plataformas, y esto lo convierte en una excelente manera de iniciarse a la dinámica de los MMORPG. A Realm Reborn puede considerarse el mejor juego en su tipo para consolas, y su excelente versión para PlayStation 4 representa una grata excepción dentro de un género casi completamente dominado por la PC y la versión definitiva para disfrutar la experiencia.


Tu primer día en Final Fantasy XIV

Toda aventura es un viaje inesperado y desconocido lleno de temores ocultos. Esto es real cuando A Realm Reborn es tu primer acercamiento a un multijugador masivo, pero no temas, con el tiempo y un poco de ayuda aprenderás todos los detalles detrás de esta experiencia única.


Para comenzar, tienes que ubicar las misiones dentro del mundo; tu primer objetivo deberá ser localizar las que estén relacionadas con la trama principal, que están marcadas con un logotipo parecido a un meteorito. Estas te adentrarán en el mundo de Eorzea, te darán acceso a nuevas funciones en el juego y te mostrarán el camino a zonas donde habrá más actividades. El diseño de estas misiones pretende enseñarte funciones básicas y avanzadas, por lo que necesitarás prestar mucha atención.


Para encontrarlas fácilmente, deberás dominar el mapa, que será una de las herramientas más utilizadas para orientarte. En la parte superior derecha verás el minimapa, donde se ilustra el área inmediata a tu personaje, lo que te ayuda a ubicar de inmediato el rumbo a seguir, pues hay marcadores para localizar tu siguiente objetivo.


  • Gladiator
  • Lancer
  • Marauder
  • Pugilist
  • Archer
  • Arcanist
  • Conjurer
  • Thaumaturge

Gladiator

Gladiador es la clase que usarás si disfrutas los combates convencionales con escudos y todo tipo de armas punzocortantes. Éste empleará desde pequeñas dagas y cuchillas hasta gigantescas espadas que requieren ambas manos para manejarlas, lo que te permitirá ser un héroe capaz de mitigar casi todos los daños causados por los enemigos y te convertirá en un guardaespaldas que los distraerá con el fin de proteger a tus aliados. Perfeccionar sus habilidades puede, posteriormente, convertirlo en paladín, un poderoso híbrido entre Conjurer y Marauder, cuya prioridad es incrementar de manera significativa sus puntos de salud.


Lancer

Las bondades del Lancer yacen explícitas en su nombre. Se trata de la clase que prefiere utilizar todo tipo de lanzas y tridentes como herramientas de destrucción. Es tu opción si deseas causar estragos en la barra de salud de los enemigos sin arriesgar tu integridad física. Debido a la naturaleza de estas armas, que fungen como una extensión de tu cuerpo, mantendrás a raya a quienes osen enfrentarte. No dominarás las artes de la defensa, pero tendrás a tu disposición una gran variedad de movimientos ofensivos que, paulatinamente, resultarán más devastadores. Éstos serán un complemento para los ataques de tus aliados y la recompensa será grandiosa con el paso del tiempo: cuando menos lo esperes, podrás convertirte en un imponente Dragoon para atacar mientras permaneces en movimiento y para brincar tan alto que parecerá que surcas el cielo. Así asestarás golpes aéreos que, por lo general, se verán reflejados en serias repercusiones sobre el cuerpo de tus oponentes.

Marauder

Con esta clase obtendrás fuerza bruta. Estos portadores de hachas gigantes se especializan en ataques a corta distancia en extremo poderosos, pero que sacrifican velocidad y movilidad. Para contrarrestar la situación, estarás fuertemente equipado con piezas de armadura que te harán una muralla resistente. La defensa es otra de sus características principales y es la que se encargará de ayudarte a soportar los ataques enemigos mientras ejecutas devastadores e imparables movimientos que, a su vez, fungen como catalizadores para restaurar tu vida y causar daño a varios oponentes al mismo tiempo. Si imaginas estas habilidades cuando el Marauder modifica su identidad a la faceta de guerrero, tienes la clase con más barra de salud de todo A Realm Reborn.

Pugilist

Amarás esta clase si prefieres las artes marciales sobre las armas convencionales. El Pugilist pelea cuerpo a cuerpo, y para ello equipa sus puños con púas, ganchos y garras, entre otros armamentos especializados para encuentros cerrados; es una opción veloz y evasiva, capaz de generar daño de manera rápida, aunque minimiza el uso de armadura. Si consigues dominar el arte de sus ataques a corta distancia, eventualmente lo transformarás en un poderoso monje, especialista en combinar las habilidades del Lancer y el Marauder para crear nuevos estilos y estrategias de combate.

Archer

Si te gusta la ofensiva a larga distancia con el fin de apoyar los ataques de tus aliados y cubrir su espalda, esta clase es para ti. Igual que el Pugilist, el Archer tiene la capacidad de generar ataques rápidamente, sin importar el tamaño de su arco. Debido a su naturaleza, es vulnerable a cualquier asalto enemigo y por ello siempre se encuentra fuera del perímetro donde se concentran los enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Poco a poco incrementarás el poder de sus ataques, los cuales serán fundamentales para el éxito de tu equipo, así que tu participación será esencial para obtener la victoria. Con el transcurso del tiempo, evolucionarás a un Bard, lo que mejorará tus habilidades para lanzar flechas y emitir cánticos que incrementarán la moral y la fuerza de tus compañeros.

Arcanist

Si prefieres dañar al enemigo con efectos a corto y mediano plazo emitidos mediante hechizos especiales, el Arcanist es tu clase ideal. La herramienta de trabajo de estos magos son libros para conjurar hechizos que —por ejemplo—envenenen o quemen gradualmente al enemigo. El daño será indirecto, pero complementará los estragos causados por tus compañeros. Ten presente que los hechizos deben recitarse, así que muchas veces serás vulnerable a la ofensiva de depredadores que conocen tu punto débil. Por fortuna, podrás convocar a 1 de 2 tipos de Carbuncle, un minion cuadrúpedo parecido a un conejo, encargado de protegerte y ayudarte en la batalla. Después de numerosos encuentros, te convertirás en un Summoner que dispondrá de nuevas criaturas, o bien, en un Scholar que aprenderá nuevas técnicas de sanación y que convocará hadas.

Conjurer

Usarás esta clase si tu vocación es ser médico. Tu papel principal será crear encantos para curar a tus aliados en batalla, así como algunos hechizos que potencialicen sus habilidades. Esto te convertirá en una pieza imprescindible para tus compañeros de equipo; por lo mismo, te cuidarán de cualquier enemigo que siquiera intente tocarte. Tu fuerte no será el combate directo; sin embargo, podrás convocar ataques a media distancia ―provenientes de la naturaleza― para defenderte y limitar la ofensiva de tus enemigos, quienes se verán en aprietos cuando descubran que también eres capaz de curarte a voluntad. Domina estas habilidades y serás recompensado: tu sabiduría y paciencia te convertirán en un White Mage capaz de potencializar las habilidades y curar las barras de salud de tus aliados, además de revivirlos.

Thaumaturge

¿Buscas un mago con poderosos y devastadores hechizos? Gracias a su naturaleza destructora, un Thaumarturge cumplirá esos requisitos. Este hechicero permitirá, primordialmente, conjurar ataques de fuego, hielo y electricidad a larga distancia para demostrar su omnipotencia en el campo de batalla. Sin embargo, debido a que se trata de un encantador que carece de armadura, al usar esta clase deberás cubrirte entre tus compañeros para mantenerte a salvo. Tu fuerte será la inteligencia e incrementarás el poder de tus ataques a expensas de consumir más barra de magia de lo normal; por otro lado, podrás convocar barreras para protegerte y lanzar conjuros que induzcan un profundo sueño en los adversarios. ¿Quieres más poder? Pule tus habilidades y elimina cuanto enemigo aparezca frente a ti para, eventualmente, convertirte en un legendario Black Mage, que emplea la magia negra que ayudará a tus aliados y causará daño a más de un enemigo al mismo tiempo.

Para abrir el mapa más detallado, basta presionar Cuadrado; al inicio encontrarás muchos indicadores que podrían abrumarte, pero es sencillo entenderlos. Esta función te dará una clara idea de la dirección a seguir para completar las misiones. Es importante saber que los círculos en rojo representan la zona en donde se encuentra uno de los objetivos de la misión, que pueden ser objetos con los cuales interactuar o monstruos a eliminar; estos últimos estarán señalados con un punto amarillo. Al completar las tareas, aparecerá un nuevo marcador verde en el mapa y será hora de entregar quests. Ten presente que los distintivos rojos son misiones que estarán disponibles en el futuro y lo único que necesitas es subir un par de niveles para aceptarlas.


El curso natural de las misiones también te llevará a conocer la cofradía de tu profesión; es muy importante que sigas de cerca y completes las tareas que aquí te serán otorgadas porque son una fuente importante de equipo útil y poderoso para tu personaje. Con el paso de las horas aprenderás a ubicar cada elemento en el mapa, lo que simplificará tu aventura, solamente es cuestión de familiarizarse con los elementos presentados en pantalla.

¿Qué necesito para jugar Final Fantasy XIV: A Realm Reborn?

Pagar por títulos MMO en consola puede tornarse complicado cuando consideramos que esos sistemas cuentan, de antemano, con otros servicios de paga —como PlayStation Plus—. Final Fantasy XIV: A Realm Reborn está exento de esas molestias.

 

Jugar la versión para PlayStation 4 del título sólo requiere la copia digital o física de éste, con valor de $39.99 USD y una cuota mensual de $12.99 USD que, debido a la riqueza de cada parche, vale completamente la pena. El pago permite únicamente un personaje por servidor, pero existe la opción de usar hasta 8 personajes si se pagan $14.99 USD cada mes, con una reducción de $1 USD si se cubre el costo por 90 días o $2 USD si se pagan 180 días.

Si consideramos todas las mejoras a la versión para PS3 desde su debut en agosto de 2013, la cuota no resulta excesiva, pues hablamos del modo PVP, 36 quests, un nuevo dungeon, dificultades adicionales, ítems, monturas, minions y más.

 

Vale la pena mencionar que es viable dar el salto a la nueva versión de manera gratuita, en caso de tener el título en PlayStation 3. El progreso está a salvo, no así los elementos personalizados, y también es importante considerar que una vez en la versión para PlayStation 4 será imposible acceder a la de PlayStation 3.

 

Finalmente, está la libertad de compartir la experiencia con jugadores de PS3 o PC, sin importar si juegas en PS4.

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