Review

Sonic Colors Ultimate

El remaster de un título que marcó el camino para Sonic
LEVELUP 8.4 Bueno

PROS:

La fórmula del juego se siente vigente

Bastantes niveles, todos con valor de rejugabilidad

Los niveles son muy vistosos

Buen soundtrack

Historia simple, pero entretenida y verosímil

Es fácil de abordar para los principiantes de Sonic y los videojuegos

Los wisps son una mecánica válida por mucho tiempo

CONS:

Cinemáticas mal escaladas

Falta consistencia entre niveles

Es demasiado fácil para los veteranos

Opciones de personalización limitadas

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Sonic es una mascota con una historia tan turbulenta como esos bucles que lleva recorriendo desde 1991. A diferencia de otros íconos que nacieron de manera natural y crecieron por inercia, la existencia de Sonic fue una cuestión plástica, artificial, un intento calculado de crear un juego insignia para una marca empeñada en competir contra Nintendo y su plomero rojo. SEGA remó contra corriente para posicionar a Sonic como un ícono popular y quitarle a Mario su hegemonía, sin embargo, esta bonanza duró sólo 4 años; tras la llegada de la 5ta generación de consolas, Sonic viviría bajo la sombra de sus juegos de 16 bits.

El salto al 3D a mediados de los 90 fue un cambio brutal, un sálvese quien pueda, las empresas no sabían qué hacer con esa nueva tecnología y más de una saga conocida se dio de bruces contra el piso. Sonic fue una de ellas. El destino de sus juegos en 3D sería el de una problemática consecución de errores, altas y bajas, intentos a medias y una constante búsqueda por darle identidad al subgénero de plataformas que propone. El primer juego en el que la serie logró aglutinar la mayor cantidad de ideas funcionales para servir como molde para Sonic en 3D fue, discutiblemente, Sonic Colors.

Un título demasiado dvertido para ser verdad

Sonic Colors Ultimate es el remaster de un título con poco más de una década. Aunque no tuve oportunidad de jugarlo en su lanzamiento, supe que fue recibido de forma bastante positiva. Con el control en mis manos y corriendo al ritmo de Planet Wisp, puedo entender por qué. Se trata de una aventura bastante especial a primera vista, decente si se le analiza a profundidad e influyente tomando en cuenta su legado.

La variedad en los mundos es algo que resalta
La variedad en los mundos es algo que resalta

El planteamiento es simplón. El pretexto para correr a toda velocidad es propio de una caricatura de domingo. El Dr. Eggman construyó un parque de diversiones para disculparse por sus malas acciones, sin embargo, en el fondo es una fachada para absorber la energía de una raza de alienígenas llamados wisps y utilizarlos como armamento. Sonic y Tails deciden investigar parque, liberar a los wisps y frustrar, por enésima vez, los planes malvados de su archienemigo bigotudo.

Progresar en esta historia no tiene mayor ciencia. El parque de diversiones está dividido en varias secciones que corresponden con un mundo. Cada mundo está dividido en una serie de niveles, con longitud y estructura variables. Al completar todos los niveles de un mundo toca enfrentarse a un jefe. Derrotar jefes avanza la historia y desbloquea nuevos mundos. En cada mundo, es posible retar a Metal Sonic en una carrera.

Sonic y los Wisps
Sonic y los Wisps

A pesar de ser un juego con 2 lustros encima, Sonic Colors se siente fresco, divertido y dinámico. Los niveles son vistosos, entretenidos de recorrer e interesantes de repetir. El control es decente y eso es más de lo que se puede decir de la mayoría de los títulos 3D de Sonic. La música es enérgica, alegre y acorde con el escenario del juego. La dirección de arte se corresponde con el título: colores brillantes y paletas propias para cada mundo. La historia es sencilla pero entretenida y no llega a los extremos de ser ingenua ni pretenciosa. Además, los power ups que dan los wisps añaden mucha profundidad al juego.

Los wisps permiten formas distintas de exploración
Los wisps permiten formas distintas de exploración

A diferencia de algunos títulos previos a 2010 que insisten en hacer que el jugador complete varias secciones con personajes diferentes, Colors se enfoca en el personaje de Sonic y en su velocidad. El boost, introducido en Sonic Rush y retomado por Sonic Unleashed, es parte central de la experiencia. Controlar a Sonic se siente bien, es emocionante y no es difícil. Hay secciones donde basta ir a toda prisa presionando hacia adelante y usando el boost de vez en cuando, en otras, es necesario controlar la posición relativa de Sonic a una serie de carriles; en unas cuantas más, hay que recorrer secciones curvas y hacer que Sonic derrape para que no salga de ellas. Hay robots enemigos repartidos a lo largo de los niveles, sin embargo, más que ser un obstáculo, son un complemento para el escenario y atacarlos ayuda a que el jugador se propulse en la dirección adecuada para progresar.

El control varía, dependiendo de la sección
El control varía, dependiendo de la sección

Igual que en Unleashed, hay secciones donde la perspectiva del juego cambia a 2.5D, una propuesta para añadir algo de plataformeo y restar las partes que funcionan en automático. Otra propuesta son los niveles normales de la historia, hay algunos adicionales en un modo llamado Sonic Simulator, que es necesario superar para reunir las Chaos Emmeralds y utilizar a Super Sonic.

Por su jugabilidad e influencia dentro de la serie, no es de sorprender que muchos consideren a Colors como el mejor Sonic en 3D; tanto Generations como Forces beben de su fórmula al punto que, si se les quita las cinemáticas e historia, los niveles en ambos juegos llegan a sentirse como expansiones con una capa de pintura diferente. Aún así, Colors está lejos de ser un juego perfecto y considerando que salió el mismo año que Mario Galaxy 2, la sombra que tiene encima es bastante considerable. ¿Qué hace tan complicado que los juegos en 3D de Sonic sean más relevantes y qué hace bien Colors?

Sonic Colors Ultimate y el diseño de Sonic en 3D

Aunque Sonic Colors tiene niveles para aventar, no todos son igual de extensos, vistosos o complejos, es decir, no todos se sienten como un nivel principal: algunos están muy cargados hacia el 2.5D y otros cuantos parecen un nivel bonus. En ese sentido, a Sonic Colors le falta consistencia, sin embargo, se compensa en cuanto a diseño. Los niveles cortos son lo suficientemente breves para que los más casuales los vean como un pequeño escalón para llegar al jefe pero lo suficientemente elaborados para tener atrapados a los completistas. Estos niveles cortos también dan cuenta de la estructura de prioridades y objetivos sobre los cuales está diseñado el juego.

Para explicar lo anterior hay que poner algo sobre la mesa: los juegos de Sonic son una anomalía en lo que se refiere a diseño de plataformeros. Mientras que lo usual para el género es que la satisfacción venga de la sensibilidad motriz para explorar un escenario y superar sus obstáculos, en Sonic la satisfacción viene de ir rápido, algo propio de los juegos de carreras.

La dificultad por definirse como un título 3D o 2D
La dificultad por definirse como un título 3D o 2D

Esto supone un dilema de diseño para el control y los niveles. Al asumir a Sonic como un juego de plataformas y definir cómo debe moverse el personaje en un entorno 3D, hay que elegir entre darle prioridad a la velocidad o a la precisión y uno u otro conlleva sacrificios. Un control más exacto y sensible dificulta manejar a un personaje cuando este se desplaza demasiado rápido, algo que se nota mucho en algunas partes de los Sonic Adventure o de Sonic Heroes. Por ello, el control de Sonic en 3D se ha inclinado cada vez más por uno asistido, algo que también afecta las mecánicas y los objetivos dentro de los juegos. El control también ha definido cómo se plantean los niveles de Sonic. Mientras que un control sensible y preciso es ideal para explorar escenarios más abiertos, con precipicios y secciones individuales, un control asistido y basado en la inercia funciona mejor en escenarios más obtusos, con longitud y secciones largas.

Los escenarios en 3D tienen tamaño y longitud para que no lo arruines
Los escenarios en 3D tienen tamaño y longitud para que no lo arruines

Para los juegos de Sonic en 3D, los niveles más contundentes suelen ser los que llevan velozmente al jugador de punto A a punto B, con obstáculos que son visibles a la distancia y eludibles al presionar un botón. ¿Cómo se le añade variedad a una fórmula así? Varios juegos previos de Sonic en 3D atacan la cuestión con una muletilla: hacer que el jugador deba pasar secciones enteras jugando con personajes más lentos que Sonic. Colors rompe con esto, retoma las secciones 2.5D de Sonic Unleashed para cambiar el ritmo en ciertas partes y propone un par de cosas más: le da al jugador la posibilidad de usar habilidades secundarias y establece dos maneras de jugar cada nivel.

La primera manera de jugar los niveles en Sonic Colors es la más sencilla, ponerse los tenis, amarrarse las agujetas y correr lo más rápido posible hacia la meta; la otra, en donde recae la verdadera dificultad del juego, es encontrar el acceso a varias rutas alternas que están a la vista pero que están restringidas y que requieren ejecutar alguna acción en un momento particular, hacer un esfuerzo de pensamiento lateral o utilizar el power up de algún wisp de la manera adecuada. Estas secciones no sólo son más divertidas de recorrer, también esconden un tipo nuevo de coleccionable: aros rojos que se volvieron integrales para la franquicia.

Es posible retar a tu mas grande rival
Es posible retar a tu mas grande rival

Cada nivel tiene 5 aros rojos escondidos en partes no tan obvias y recolectarlos afecta la calificación que el jugador recibe al completar las etapas, incluso más que la velocidad. Además, juntarlos sirve para desbloquear niveles en el modo Sonic Simmulator y retar a Metal Sonic en cada mundo. Con esto en mente, los niveles más pequeños parecen bonus porque de alguna manera lo son, pero esto no les quita propósito. Son breves y simples, pero únicamente si gritas gotta go fast!, y te apresuras hacia la meta. Por el contrario, las rutas alternas, los niveles más pequeños sólo son menos vistosos pero pueden ser igual de interesantes y divertidos.

Dicho lo anterior, Sonic Colors Ultimate sufre de lo mismo que el resto de los Sonic en 3D: Su diseño es problemático. La identidad del erizo azul gira alrededor de muchas cosas que entran en conflicto entre sí, así que Colors intenta resolverlas dejándolas a medias: a veces funciona como un juego de carreras con un control limitado, otras veces como juego de plataformas que te penaliza poco o nada por morir. Sonic es un personaje que vive encadenado a lo que los jugadores esperan de él, y eso es sentir la adrenalina de recorrer rutas vistosas a toda velocidad sin tener que preocuparse por las implicaciones. El mayor mérito de Sonic en Colors es saber ocultar sus problemas, entregar una experiencia divertida y seguir sintiéndose vigente a más de 10 años de su lanzamiento original.

Sonic Colors y los wisps: su aportación más evidente para la serie

A Sonic le tomó 19 años adoptar los power-ups, y lo hizo con la propuesta de diseño adecuada para el juego ideal. Los wisps condimentan el peculiar diseño de Sonic en 3D: le añaden dimensión y le restan en la cuestión lineal. Son aliens de colores que le dan a Sonic habilidades para catapultarse a través del escenario, alterar plataformas a su alrededor, trepar paredes de manera veloz o atravesar superficies sólidas; en general, los wisps permiten al jugador “romper” ciertas secciones del juego para alcanzar nuevas zonas o pasar más rápido otras, sin que sea obligatorio usarlos para llegar a la meta de los niveles.

Usar las habilidades de los wisps es aprovechar las llaves para abrir varios secretos dentro de las zonas. Son power-ups que le dan al jugador nuevas posibilidades y que, debido a que se desbloquean conforme se avanza en el juego, le dan a los niveles bastante valor de rejugabilidad. Puede que algunos de los secretos en los primeros niveles estén bloqueados por power-ups escondidos en los últimos mundos; el equivalente a cómo se expanden las posibilidades en Mario World cuando tienes un nuevo Yoshi o activas un nuevo color de bloques.

Las habilidades de los wisps pueden incluso ser lentas
Las habilidades de los wisps pueden incluso ser lentas

El concepto base no es novedoso para los videojuegos en general pero su ejecución, sobre todo dentro de un Sonic en 3D, es refrescante. No basta con presionar el botón para usar a los wisps, que además son consumibles, sino que el jugador debe aprender cómo aprovecharlos en el momento adecuado para alcanzar una nueva zona o ir más rápido. No importa si el wisp te deja dispararte como rayo o te da la habilidad de caer como tabique, al final, dominarlos expande la experiencia del juego.

¿Y los glitches, apá?

El lanzamiento de Sonic Colors Ultimate fue problemático. Diversos usuarios, principalmente de Nintendo Switch, reportaron bugs que rompían el juego al punto de hacerlo lucir como un Alfa. SEGA ya se pronunció al respecto y el estudio responsable declaró estar trabajando en soluciones.

Mientras jugué no experimenté estos bugs. Tras varias horas de probar Sonic Colors Ultimate en su versión PlayStation 4, no encontré ninguna anomalía. Por el momento, no tengo manera de confirmar si esta versión está mejor optimizada que la de Switch. También debo aclarar que estuve ejecutando la versión digital de Sonic Colors Ultimate para PS4 en un PS5 base, por ello mi configuración podría diferir de aquellas donde se reportan los errores. Dicho esto, mi experiencia con Sonic Colors Ultimate fue regular como reloj suizo y no sufrí ningún tipo de bug.

¿Qué novedades vienen con este remaster?

Sonic Colors Ultimate es conservador en lo que se refiere a contenido para remaster. Resalta un apartado visual mejorado con respecto a su versión de Wii y una tasa de 60 cuadros constantes. El mayor problema con la remasterización es que las cinemáticas originales eran videos prerenderizados; en lugar de volver a animar las secuencias o escalarlas mediante un sistema de redes neuronales, el equipo detrás del port optó por estirar las cinemáticas para que se adapten a la nueva resolución del juego. Esto las deja llenas de artefactos, es decir, distorsiones como si la imagen estuviera pixelada.

En cuanto a la música, Sonic Colors Ultimate utiliza versiones arregladas de las melodías originales. El soundtrack es muy bueno pero le toca a cada quien decidir si prefiere la versión original o la de este remaster. Personalmente, me gustaron mucho los arreglos.

Las cinemáticas no son de la mejor calidad
Las cinemáticas no son de la mejor calidad

Otra novedad es una opción para personalizar ligeramente a Sonic. Es posible cambiar la textura de sus tenis, sus guantes, elegir un tipo de aura que lo rodee y el efecto visual del boost. Los elementos cosméticos se canjean por monedas doradas repartidas a lo largo del juego. Los enfrentamientos con Metal Sonic también son exclusivos de esta versión, así como un nuevo wisp llamado Jade Ghost. Este power-up permite a Sonic flotar por secciones de los niveles y atravesar objetos sólidos siempre que haya algún enemigo del otro lado.

Además, también hay un par de características de calidad de vida nuevas. Sonic Colors Ultimate le permite al jugador personalizar su esquema de control. También es posible recolectar unos ítems con el rostro de Tails que invocan al pequeño zorro para rescatar a Sonic si en algún momento cae del escenario.

¿Qué hay al final del camino?

Sonic Colors Ultimate es una experiencia gratificante y, aunque no es el mejor plataformero de la historia, es un Sonic en 3D que destaca entre sus hermanos. El juego balancea la naturaleza automática de sus secciones de velocidad con la necesidad de ejecutar acciones precisas en momentos adecuados para llegar a lugares nuevos. Las mayores debilidades de Sonic Colors son su duración breve y su inconsistencia en cuanto a la presentación de los niveles, sin embargo, las mecánicas de los wisps y la cantidad de caminos alternos añaden bastante variedad y valor de rejugabilidad.

Como remaster no incluye muchas novedades y su aporte más grande es en el apartado estético, por ello, sólo es recomendable si tienes muchas ganas de revivirlo o si no lo jugaste en su momento. Aunque no experimenté algún glitch en la versión de PlayStation 4, es recomendable estar atentos a cómo evoluciona la situación con la versión para Nintendo Switch.

Sin importar lo lineal, siempre es satisfactorio jugarlo
Sin importar lo lineal, siempre es satisfactorio jugarlo

Aunque Sonic en 3D siga siendo problemático a nivel diseño y SEGA aún no da en el clavo, Colors giró el volante en una dirección adecuada para entregar un juego que funciona bastante bien, un título que entiende qué significaba la velocidad para los juegos 2D de Sonic: no es acerca de ir más rápido por presionar algo, sino por saber cómo jugar y saber hacerlo rápido. Colors no es perfecto y puede que, por sus peculiaridades, Sonic en 3D jamás lo sea, sin embargo, es una propuesta sólida que cumple con lo más importante para cualquier juego de Sonic: permitirnos vivir la experiencia de escapar de nuestros límites.

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