Review

Crimson Dragon

Cuando el sucesor espiritual es inferior al concepto original
LEVELUP 5.6 Muy malo

PROS:

Dragones muy bien diseñados

Escenarios mágicos y fantasiosos

Gran variedad de habilidades e items

Dosis diaria de contenido in-game gratuito

CONS:

Microtransacciones pay-to-win

Misiones extremadamente cortas

Objetivos del mismo tipo en casi todas las misiones

Poca variedad de escenarios y reciclado de áreas

Mala integración con Kinect

En ocasiones, la navegación de rieles es muy tosca e impide desplazamiento total por la pantalla

Poca libertad de movimiento en los escasos niveles que lo permiten

Aún recuerdo cómo se dio a conocer Crimson Dragon: Microsoft lo anunció durante su conferencia en el pasado E3. En ella enalteció al legendario Yukio Futatsugi como su director y presentó un deslumbrante trailer carente de sonido. Desde entonces, Crimson Dragon fue identificado por muchos como “el juego en el que falló el audio”.

Supuestamente, se trata del sucesor espiritual de la legendaria serie Panzer Dragoon, concebida en 1995 por Futatsugi, autor de Phantom Dust. El nuevo proyecto no sólo estaba a cargo del creador de aquella saga, también era apoyado por algunos de los involucrados en ella 18 años atrás; Saori Kobayashi, compositora responsable del apartado sonoro de títulos como NiGHTS into Dreams y Shadowgate 64: Trials of the Four Towers, pertenece a ese grupo. Era inevitable pensar, entonces, que otra gran serie estaba a punto de resurgir de las añejas cenizas de aquellas excelentes entregas; lamentablemente, no es así.

Algo que caracterizó a Panzer Dragoon fue la simplicidad de sus mecánicas: el jugador sólo tenía que enfocarse en disparar a los enemigos que se movían en pantalla mientras los esquivaba. Esa sencilla dinámica, que es la esencia pura de un shooter sobre rieles en tercera persona, nuevamente está presente, sólo cambió la manera en que la ejecutó Grounding Inc., su casa desarrolladora independiente de procedencia japonesa.

En cualquier shooter como éste, la ruta de cada nivel está trazada de antemano y el personaje se desplaza sobre ella solo y de manera incontrolable. Nuestra función se limita a disparar y esquivar. El problema que presenta en ese sentido Crimson Dragon, es que la navegación, en la mayoría de los casos, es demasiado tosca y priva al jugador de la poca libertad interactiva que resta. A veces, simplemente es imposible moverse de un extremo a otro del monitor debido a las constantes velocidades de montaña rusa, a la lentitud con la que el stick izquierdo desplaza al personaje de izquierda a derecha, de arriba a abajo y viceversa en ambas direcciones, y a los inesperados ángulos de cámara que irrumpen en el campo de visión.

Jugar Crimson Dragon antes de que finalice 2013 desbloqueará un desafío que regalará un dragón adicional (diferente al de esta imagen)
Jugar Crimson Dragon antes de que finalice 2013 desbloqueará un desafío que regalará un dragón adicional (diferente al de esta imagen)

Con el puntero para disparar ocurre todo lo contrario; sin embargo, sus representaciones más pequeñas, que varían según el arma que se use, muchas veces se pierden de vista precisamente por las velocidades que adopta el juego, sin mencionar la cantidad de elementos emergentes. De alguna forma, es como si ese tipo de puntero contara con sistema de camuflaje para perderse en el ambiente. Cuando me ocurrió, las consecuencias eran disparar a la nada.

En Crimson Dragon, eres un humano que tiene capacidad para domar dragones y surcar el cielo sobre ellos, así que en realidad a quien controlas es a esas míticas criaturas. Casi todos los enemigos también son bestias escupefuego y la justificación que tiene la absurda historia del juego para enfrentarlos es que a la raza humana se le ocurrió la brillante idea de habitar Draco, un planeta cuya especie dominante son estos reptiles alados, ya que considera que el lugar es ideal para llevar una vida de paz y armonía... porque ya saben, los dragones son criaturas amigables. Obviamente, estos animales quieren a los hombres fuera de su hábitat, así que los atacan mientras los invasores, en lugar de salir, prefieren erradicarlos. Para hacer las cosas más trilladas, existe una infección que corrompe a las pocas criaturas que no son hostiles; así de absurda es la trama.

Cumplir satisfactoriamente con los objetivo de cada misión premiará a los jugadores hasta con 3 medallas
Cumplir satisfactoriamente con los objetivo de cada misión premiará a los jugadores hasta con 3 medallas

En un principio, sólo se cuenta con un dragón, pero a lo largo del juego se obtienen hasta 5 más. En teoría, cada uno tiene habilidades y atributos que permiten diferenciarlos, pero cuando descubres que cualquiera es capaz de aprender los ataques de las otros, el sistema de piedra, papel y tijera que pretende que algunos monstruos sean más débiles o más fuertes, pierde sentido y realmente da igual si alternas bestias en cada nivel o si decides usar la misma durante toda la historia.

En materia de niveles, temo decir que es una de las características peor implementadas. La estética de los diseños cumple satisfactoriamente con mostrar escenarios fantasiosos, adecuados a la temática draconiana, pero lo imperdonable es lo absurdamente corto que resulta cada nivel —algunos no llegan a los 5 minutos—. Peor aún es que existen áreas recicladas, sólo manipuladas para aparentar mundos completamente nuevos.

Al final, lo único verdaderamente atractivo de Crimson Dragon son los diseños de los dragones
Al final, lo único verdaderamente atractivo de Crimson Dragon son los diseños de los dragones

La brevedad de los niveles se presta a repetirlos una y otra vez para subir el nivel de los dragones y del jugador, así como para ganar créditos e items adicionales, sin embargo, el hecho de que se rijan por una limitada serie de objetivos sólo incentiva la repetitividad. Casi todos los escenarios tienen de 3 a 4 tareas que incluyen eliminar a todos los enemigos de una sección, tratar de no recibir daño, derrotar jefes antes de que finalice el tiempo de un contador regresivo o recolectar orbes; esto último, por cierto, es un tanto complicado por las limitantes señaladas en el apartado de las mecánicas sobre rieles.

Resulta irónico que esos agregados, supuestamente creados para agregar diversidad, en realidad sean una limitante predecible y presente en todas las misiones. Ni siquiera hay continuidad en ellas; Crimson Dragon da libertad para elegir el nivel a jugar, pero algunos sólo se desbloquean al recolectar anticuerpos de dragones que derrotas. Si por una razón no cuentas con los necesarios, el juego te obliga a repetir una y otra vez escenarios hasta conseguir los requeridos, incluso si la misión que permanece bloqueada es parte sustancial de la trama.

Los dragones no son malos, sólo defienden lo que es suyo por derecho
Los dragones no son malos, sólo defienden lo que es suyo por derecho

Cuando Crimson Dragon no ofrece escenarios de rieles, intenta innovar fallidamente en el género al presentar misiones donde el jugador tiene completa libertad de movimiento… o algo así. Esta variación de misiones es escasa y sólo sucede en escenarios en los que el único objetivo es derrotar dragones de proporciones colosales que fungen como jefes. En cuanto a la mencionada libertad de movimiento, en realidad sólo se trata de un perímetro pequeño en torno a las bestias. Además, sin importar cuál de los 6 dragones elijas, en ningún momento se mantienen quietos en el aire; sólo aceleran o reducen la velocidad. La situación es absurda, pues si fallas alguno de los ataques a los puntos débiles de los jefes, en lugar de simplemente frenar y girar 180° para volver a atacar, es necesario dar una vuelta muy abierta para tratar de reincorporarte, sin garantía de lograrlo.

Esta serie de fallas hacen pensar que el estudio diseñó así los niveles con maña, para introducir microtransacciones. Si bien es cierto que los créditos permiten comprar items, también se pueden adquirir intercambiando joyas, que son extremadamente raras en el juego, pero que también se compran con dinero real. Entonces, si el jugador quiere, puede invertir unos $10 USD o $15 USD para comprar las piedras preciosas y cambiarlas por cualquier ítem de la tienda. Esto permite maximizar temporalmente algunas habilidades de los dragones y equiparlos para que sean más fuertes; en consecuencia, tanto la dificultad casual —extremadamente sencilla— como clásica —que busca replicar la experiencia de los Panzer Dragoon al aumentar el daño que causan los enemigos—, se ven reducidas a nada cuando se trata de reto. Esta característica es conocida como pay-to-win (paga para ganar) y estoy completamente en contra de lo que representa porque rompe el propósito del juego, que es repetir los escenario cuantas veces sea necesario para ganar los créditos que permitirán obtener lo que se requiere para seguir adelante; en resumen, estimula la pereza, la mediocridad y la búsqueda del camino fácil.

Una vez por día, el juego regalará un item al azar
Una vez por día, el juego regalará un item al azar

Originalmente, Crimson Dragon debutaría para Xbox 360 y sólo funcionaría con Kinect; después, sus desarrolladores decidieron pasarlo al Xbox One y reemplazaron casi todas las integraciones del juego que involucraban dicho accesorio para reintroducir un esquema de control tradicional. Eso se agradece, pues las únicas interacciones que conservaron del dispositivo se limitan a comandos de voz para navegar por el menú (incluso hay un logro por hacerlo) y a dar órdenes a un compañero NPC que puedes contratar para que, junto a su dragón, te “ayuden en batalla”; entrecomillo esas palabras porque la inteligencia artificial se limita a hacer acto de presencia y no brinda verdadero apoyo.

El único provecho que se le puede sacar es cuando se pronuncia el comando “assault”, que activa un ataque conjunto que permite a tu dragón efectuar una gran cantidad de daño a los enemigos en pantalla, y de paso, ofrece puntos adicionales que se toman en cuenta durante la evaluación al final de cada misión. En cuanto a interacciones físicas, sólo es posible hacer que el dragón esquive enemigos. La expectativa es que basta con inclinar el cuerpo hacia la derecha o la izquierda suavemente para que el monstruo ruede y eluda proyectiles o adversarios; pero en realidad hay que inclinarse mucho para que surtan efecto. Para que resulte efectivo, es necesario ejecutar jalones bruscos con peligro a lastimarse el cuello y terminar desnucado.

Durante las misiones encontrarás ampolletas, un item que permite potencializar por misión algunas de las habilidades de los dragones
Durante las misiones encontrarás ampolletas, un item que permite potencializar por misión algunas de las habilidades de los dragones

Crimson Dragon prometía mucho y quedó debiendo demasiado. No es ni la mitad de lo que fue Panzer Dragoon tanto en diseño de escenarios, jefes y enemigos, como en mecánicas de juego, historia y música orquestada, lo que personalmente más extraño del primer título. Recuerdo lo glorioso de los temas sonoros de la iteración original de la serie, específicamente, del primer escenario; remitían a la aventura y a la fantasía, invitaban a vivir una historia mágica para combatir un mal que de verdad sentías que debías detener. En esta entrega, los temas musicales no hablan del talento característico de Kobayashi.

¿Por qué el trailer premier de Crimson Dragon falló en la conferencia de Microsoft? ¿Fue un error técnico? Quizá se trató de un augurio que, desde aquel momento, indicaba que Yukio Futatsugi no había sido capaz de recrear la experiencia de su obra maestra.

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