Clichés en los juegos de terror

Situaciones sobreexplotadas en nuestro pasatiempo favorito


El muerto que no está muerto

¿Recuerdan la primera vez que mataron un zombi en Resident Evil? De pronto te encontrabas con una persona de rodillas que emitía ruidos extraños, en una ambientación que te hacía sentir que algo raro sucedía y donde eras casi capaz de oler la podredumbre y preguntarte ¿qué demonios hace esa persona calva y anormalmente blanca con ese bulto en el suelo?

Cuando te acercabas, este individuo volteaba lentamente para mostrarte su aterrador y desfigurado rostro; pronto te dabas cuenta de que la situación estaba muy mal y el ente intentaba atacarte. Malabareando el control lograbas dispararle y lo veías caer, después de unos segundos te recuperabas y pensabas que todo había terminado.

Entonces te acercabas a inspeccionar el bulto en el piso del cual empezabas a identificar partes humanas, y al dar el primer paso... ¡El zombi tomaba tu pierna y el control temblaba! Rápidamente dabas botonazos y terminabas aplastando la cabeza del cadáver animado.

¡Vaya susto! Ahora que tu enemigo estaba sin cabeza pensabas que realmente tendrías un poco de calma... Pero la paranoia quedaba latente por el resto de la sesión de juego.

Este momento fue muy bien manejado en los primeros Resident Evil y Silent Hill, juegos en los que podías rematar a tus enemigos caídos de un pisotón o simplemente evitar el cuerpo y correr lejos de su alcance en caso de que volvieran a levantarse. Estaban los se quedaban tirados por tanto tiempo que te hacían recuperar la confianza y creías que no te atacarían de nuevo.

La cuestión es que hemos visto tanto esto, que ahora automáticamente rematamos y volvemos a rematar cualquier tipo de resto de nuestros enemigos para evitar la molestia y cuando caemos en el juego, hasta nos reprendemos a nosotros mismos por caer en el mismo viejo truco.

Comentarios

  • Facebook

  • Tarreo (232)

 
 
  • Mejores

  • Nuevos

    Advertising