Probablemente ya has escuchado sobre Rocket League, el juego fenómeno del momento, el que ha sido considerado como uno de los mejores del año y el mejor juego de fútbol sin tener grandes personalidades que estén en su portada ni nada por el estilo.
El equipo de Psyonix ha trabajado para hacer de este uno de los títulos más hablados del último tiempo, el cual ya ha tenido más de 5 millones de descargas, 510 mil en Steam y el resto gracias a su participación en el programa PlayStation Plus.
Es bien sabido que en Estados Unidos el fútbol en si no es tan popular, misma razón por la cual FIFA 16 busca llamar la atención en dicho mercado con la inclusión de mujeres en su elenco, por lo que la irrupción de Rocket League llega como algo completamente nuevo al añadir al deporte de balón pie un elemento tan particular como el uso de vehículos, lo que ha llamado la atención de los gamers.
En la misma parada de juegos como FIFA Street y Super Mario Strikers, Rocket League busca no tomarse necesariamente en serio el deporte del cual está inspirado y permite controlar autos para hacer las jugadas, con físicas sumamente trabajadas, permitiendo manejar hasta en las paredes para anotar el gol.
Ahora la gran pregunta es ¿Es material de eSports? Tanta es su popularidad que la gente tras la ESL (Electronic Sports League) y MLG (Major League Gaming) han decidido organizar sus primeras ligas profesionales de eSports en torno a este y los resultados han sido más que satisfactorios.
La final estadounidense de la primera liga de la MLG vio a Cosmic Aftershock versus Kings of Urban, en una emocionante partida, la cual con las jugadas necesarias y el casting correcto, demuestra que puede brillar en la escena de los eSports, sobre todo por su atractivo visual, rápido gameplay (y fácil de entender, son reglas de fútbol), coordinación de equipo, las llamativas jugadas que pueden lograr los jugadores y no ser predecible.
La gente de Psyonix ha demostrado en numerosas ocasiones que están dispuestos a favorecer la escena competitiva del título, prometiendo una mejora al modo espectador, y la gran mayoría de jugadores y no jugadores ya dan su apoyo a lo que podría ser una flamante carrera dentro de la escena, a los mismos niveles de Counter-Strike: Global Offensive, Dota 2 o League of Legends.
Con su gran y ascendente número de ventas, Rocket League tiene todos los elementos necesarios para ser un eSport grande a futuro, sobre todo por lo divertido de ver y fácil de comprender lo que está ocurriendo en la cancha sin tener que aprender complicadas “meta” o cientos de personajes por comprender por meses para saber que está ocurriendo.
El equipo de desarrollo está dispuesto, las organizaciones están listas, los equipos se están armando y practicando, ahora solo falta que el público ame y aprecie lo que está viendo para que Rocket League se cimente como el próximo gran eSport en la escena de los videojuegos.
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