La estrategia en tiempo real se niega a desaparecer

Porque los clásicos nunca mueren

El género, nombrado en países anglosajones como Real Time Strategy o por sus siglas RTS, dio sus primeros pasos con Dune II en el año 1992 y que afianzó su dominio sobre los eSports por la siguiente década con la llegada de Starcraft en 1998. Hoy en día se encuentra recorriendo las llanuras de las competiciones online colina abajo, gracias al intachable reinado de los MOBA.

Ya por el año 2004 las batallas en tiempo real eran los indiscutidos reyes de los eSports y una empresa dominaba con sus dos títulos estas competiciones. Se trataba de Blizzard Entertainment, con sus títulos Starcraft y Warcraft III. Estos títulos masificaron el generó RTS y le dieron un significativo puesto dentro de los videojuegos para computadora.

Sin embargo, estos títulos no fueron los únicos que ayudaron a crear el mundo de las batallas a gran escala. Un año antes de la salida de Starcraft, Microsoft lanzo Age of Empires, el videojuego que encantó a generaciones con sus diferentes civilizaciones y unidades recorre 3000 años de historia humana, desde la edad de piedra hasta la edad del hierro. Una divertida manera de aprender historia. Lamentablemente la saga, que alcanzó su mayor logro y popularidad con su segunda entrega “The Age of Kings”, no logró introducirse en el competitivo mundo de los eSports y su tercera entrega terminó por hundirla.

De la mano de The Creative Assembly, una empresa británica de videojuegos, pudimos ver las batallas a una escala nunca antes vista. Era el comienzo de la saga Total War, que cautivó a los amantes de la estrategia con su control de grandes números de tropas, sin una mayor dificultad pero dándole todo el protagonismo a la estrategia militar plena. Su primer título, Shogun: Total War nos introdujo a todos en un ambiente desconocido en los videojuegos hasta la fecha, el misticismo del lejano Japón Feudal y sus multitudinarias batallas que confrontaban a miles de soldados por bando.

La saga Total War, que continúa hasta la fecha con su más reciente entrega Total War: Warhammer, se ha caracterizado desde sus inicios por mezclar rasgos diplomáticos, económicos y temporales de los videojuegos de estrategia por turnos para los mapas de campañas y multijugador con los de la estrategia en tiempo real en las batallas que tienes que afrontar en estos mismos escenarios

Fuera de la escena competitiva, existe un sinfín de títulos estratégicos que nos hicieron y nos hacen seguir sintiendo un verdadero General en el campo de batalla, uno de los panoramas más repetidos en este género siempre ha sido el siglo XX y sus incontables conflictos bélicos. Podemos liderar a nuestras tropas durante la Guerra Fría en títulos aclamados como Command and Conquer, World in Conflict y Wargame; o ponernos sentimentalistas y liderar a tropas aliadas y del eje a través de los campos de batalla en los Urales, Normandía o Iwo Jima en obras como Company of Heroes o Men of War.

Hoy en día muchos de los lanzamientos ya nombrados en este artículo siguen siendo jugados y esperados por millones de gamers que adoran sentirse con un ejército en la palma de su mano y regir el destino del mundo. Lamentablemente los RTS han perdido el protagonismo que tenían la década pasada y los cabecillas del género como Starcraft II y Total War tratan de mantener esta tradición a flote para seguir encantando a las nuevas generaciones, que cada vez tienen más variedad de géneros para escoger.

Sólo queda esperar a que las grandes desarrolladoras sigan dándole vida al género más complejo de los videojuegos y que las próximas entregas que se vienen den en el clavo. Veremos qué tal lo hace The Creative Assembly junto a Microsoft en Halo Wars 2 y nos mantenemos en la espera de poder ver algún día Warcraft IV, Age of Empires 4 o Starcraft III.

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