A pesar de las constantes acusaciones y prejuicios provenientes de ciertos sectores conservadores, que sostienen que los videojuegos “pudren el cerebro”, la evidencia apunta en una dirección muy distinta.
Un reciente reportaje de The Washington Post señala que numerosos expertos coinciden en que jugar videojuegos puede contribuir a mejorar distintas funciones cognitivas del cerebro, aunque siempre con algunos matices y condiciones a tener en cuenta.
De acuerdo con Aaron Seitz, Profesor de psicología y director del Brain Game Center for Mental Fitness and Well–being de la Universidad Northeastern, a diferencia de los juegos mentales que buscan ser tan simples. como sea posible, jugar a videojuegos “permite que las personas puedan practicar habilidades compleja en en entornos simulados”.
Eso sí, también aclaran que eso no significa que sea sano estar mucho tiempo jugando al frente de una pantalla. “No puedo decir que jugar videojuegos durante horas y horas y horas vaya a ser bueno para la salud cerebral. Necesitas encontrar un equilibro”, declaró Carlos Coronel, investigador del Trinity College de Dublín y la Universidad Adolfo Ibáñez de Santiago de Chile.
De la misma forma, estos pueden ayudar a retrasar el envejecimiento cerebral. En un estudio de 2025 publicado en Nature Communications, Coronel y sus colegas descubrieron que los cerebros de los jugadores experimentados lucían cuatro años más jóvenes y que al igual que otras actividades creativas como la música y el arte, las personas que tenían una mayor experiencia con los videojuegos mostraban un envejecimiento cerebral más lento en comparación con los que no.
Los videojuegos de acción pueden ayudar a mejorar nuestra velocidad de aprendizaje
Por su parte, C. Shawn Green, profesor de psicología de la Universidad de Wisconsin en Madison, aseguró que los juegos de acción, en particular los de disparos en primera y tercera persona, pueden ser beneficiosos para mejorar varias habilidades como la atención a la información visual y la capacidad de aprendizaje, ya que estos requieren tomar decisiones en cuestión de segundos en entornos visuales que suelen ser extremadamente caóticos.
El reportaje indica que varias investigaciones demostraron que las personas que juegan videojuegos tienen por lo general una mejor visión, son capaces de desempeñarse mejor en tareas espaciales como la orientación y tienen un mejor control de su atención visual.
Como ejemplo citó un estudio publicado en la revista Communications Biology, en donde un grupo de 52 adultos participaron en una investigación en la que jugaron durante 3 meses y por un total de 45 horas a un juego de acción o uno de simulación más pausado. Los resultados de dos pruebas cognitivas demostraron que los que jugaron al título de acción aprendieron más rápido y mostraron mejoras en menos tiempo.
Sin embargo, otros expertos consideran que aún es precipitado sacar conclusiones. En el caso de Aaron Seitz, considera que: “Podría no ser generalizable a otras habilidades que la gente emplea en el mundo para estímulos que no son tan rápidos”.
Como hacer que los videojuegos ayuden a mejorar la cognición de nuestro cerebro
Los expertos ofrecieron una serie de recomendaciones para las personas que quieran utilizar este hobby para poder mejorar su cognición a la vez que se entretienen. En primer lugar, insisten en que no se tiene que jugar en exceso, ya que a fin de cuentas la obsesión a los videojuegos es un trastorno reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que sugieren tomárselo con moderación para así evitar que se vuelva algo perjudicial.
Por otro lado, aconsejan probar juegos que estén fuera de nuestra zona de confort. Green mencionó que, por ejemplo, intenta que sus padres prueben continuamente nuevos juegos en línea. “Se molestan porque piensan: ‘Recien estaba mejorando en eso’. Una vez que empiezas a mejorar, ya no sirve. Tienes que hacerlo molesto y difícil. Creo que eso, en general, mantiene los sistemas cognitivos en buen estado”, dijo.
Por último, proponen que es necesario que el individuo mezcle esto con otras actividades en el día a día: la actividad física, tener una buena alimentación, dormir bien, y lo más importante, socializar. “Un cerebro sano debería incluirlos todos”, concluyó Coronel.
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