
La situación ocurrió durante la noche del lunes, cuando Musk habló de una manera que se ha visto como indiferente o de menosprecio al mencionar la discapacidad del empleado en una serie de tweets. Se trata de Haraldur Thorleifsson, que fue considerado Persona del Año en Islandia el 2022. Fundador de la empresa Ueno que luego vendió a Twitter en 2021, y a posterior siguió trabajando en la empresa del pajarito como director sénior de Twitter con sede en Islandia. Por medio de la red social publicó que había perdido el acceso a su computadora de la empresa hace más de una semana, en medio de un despido masivo de unos 200 empleados.
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Tweets donde Thorleifsson dijo que “su jefe de recursos humanos no puede confirmar si soy un empleado o no”. Publicación a la que respondió Musk preguntando "¿Qué trabajo has estado haciendo?", a lo que el exempleado respondió listando sus labores, lo que el dueño de Twitter intentó negar diciendo “Fotos o no sucedió”, además respondiendo a otros usuarios en tono de burla diciendo que el hombre no trabajaba en nada y que se excusaba usando su discapacidad.

Pero según algunas fuentes, como William LeGate en Twitter, “el empleado discapacitado de Twitter a quien Elon ridiculizó públicamente por preguntar sobre el estado de su empleo, vendió su empresa a Twitter por $100 millones, y el acuerdo se estructuró de tal manera que requiere el pago de todo el acuerdo tras su despido”.

Un giro inesperado que además según la propia fuente, ha llevado a que las acciones de Tesla, otra empresa de la que Elon es dueño, han bajado miles de millones de dólares y que además, el magnate deberá “deshacerse de más acciones para pagar los $100 millones estimados que le debe al empleado discapacitado que despidió”.

Al ver como se afectaban las cosas a su entorno, Elon se disculpo por su Red Social para ver si los efectos colaterales de su conducta discriminatoria disminuían. Con esto el dueño de Twitter tendrá más cuidado con sus palabras y dejará más tranquilos a sus abogados.

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