Mark Darrah, exproductor de BioWare, admitió que Anthem mereció sus malas críticas por sus fallos estructurales y narrativos, asegurando que el juego no supo equilibrar su diseño multijugador con una historia coherente, a diferencia de Mass Effect y Dragon Age.
En opiniones recientes que de seguro darán que hablar, el exproductor ejecutivo de BioWare, Mark Darrah, ha reconocido públicamente que Anthem merecía las duras críticas que recibió.
El veterano desarrollador explicó que los análisis negativos del ambicioso pero fallido shooter multijugador lanzado en 2019, no sólo estaban justificados, sino que señalaban defectos fundamentales en el diseño y estructura del juego.
En contraste, títulos anteriores del estudio como Mass Effect y Dragon Age lograron mejores resultados, en parte porque su narrativa y su diseño cooperativo ofrecían una experiencia más coherente y personal.
Más noticias de Consolas
Un lanzamiento marcado por la decepción
Como recordarán, el 22 de febrero de 2019, BioWare lanzó Anthem con la expectativa de alcanzar puntuaciones positivas en Metacritic. Sin embargo, la realidad fue otra ya que el título apenas logró un 59 de promedio, un golpe duro para un estudio acostumbrado a éxitos de crítica y público.
“Los análisis no fueron mixtos: fueron malos. Muy malos”, recuerda Darrah.
Las principales quejas coincidían, destacando la repetitividad en las misiones, botines poco atractivos y una historia desarticulada, lo que afectó directamente el ritmo y la inmersión.
Lejos de contradecir a los críticos, el propio productor reconoció la validez de sus observaciones, diciendo: “Estoy de acuerdo con la mayoría de los comentarios negativos. Eran debilidades legítimas del juego”.
En su análisis, Darrah apuntó a un problema estructural, ya que según cree, al tratarse de un looter shooter, la experiencia depende en gran medida de la variedad y el equilibrio del sistema de recompensas, algo que Anthem no logró consolidar.
En este tipo de juegos, explicó, la historia no es el centro, sino un acompañamiento para el ciclo de misiones y mejoras.
“Cuando el progreso se vuelve repetitivo o el botín no recompensa el esfuerzo, toda la experiencia se desmorona”, afirmó.
Y como adelantamos, Darrah también comparó el caso de Anthem con los grandes clásicos del estudio. En sagas como Mass Effect o Dragon Age, el combate y las misiones se diseñan al servicio de una narrativa mayor, no como un fin en sí mismas.
En cambio, Anthem exigía repetir tareas una y otra vez, lo que terminó por hacer evidentes sus carencias narrativas.
“En un juego como Mass Effect, puedes pasar una misión algo floja y seguir adelante con la historia. En Anthem no: vas a repetir esas misiones muchas veces, y eso amplifica sus defectos”, explicó.

El exproductor reconoció, además, que la narrativa del juego fue considerablemente más débil que en los títulos previos de BioWare.
A diferencia de las aventuras épicas con personajes memorables que definieron la reputación del estudio, Anthem no consiguió adaptar su historia al formato cooperativo y online que proponía.
El peso del multijugador
Uno de los puntos más reveladores de su autocrítica fue el papel del multijugador. Según Darrah, el diseño centrado en el juego en equipo con desconocidos, “tres randoms” o desconocidos, como él mismo los llamó, perjudicó la narrativa y la conexión emocional del jugador.
“El juego no entendió cómo contar una historia dentro de su propio formato”, lamentó.
La convivencia entre el relato lineal y la interacción constante con otros jugadores rompía la coherencia de la experiencia.

Las escenas narrativas perdían peso, los momentos de inmersión se interrumpían y el resultado final fue un mundo espectacular, pero vacío.
Y al final, en palabras del propio Darrah, Anthem fue una lección dolorosa sobre los límites del diseño narrativo en los juegos de servicio continuo, un experimento ambicioso que no supo equilibrar su propuesta técnica con una identidad clara.
EA atribuye el fracaso de Dragon Age: The Veilguard a no ser un juego como servicio→ Exdirector de BioWare: el estudio no abandonará su mensaje progresista pese a acuerdo EA–Arabia Saudita→
