En 2025, gastar más de mil dólares en una tarjeta gráfica es innecesario gracias al gran rendimiento de las GPUs de gama media y las opciones usadas. Es lo que cree un jugador quien deja como argumento, que tecnologías como DLSS 4 y FSR 4, reducen la diferencia visual con modelos tope de gama y que el mercado de segunda mano ofrece excelentes alternativas.
En plena era de la inteligencia artificial aplicada al gaming, donde las tecnologías de escalado y la eficiencia de las tarjetas gráficas de gama media han alcanzado niveles sin precedentes, sigue existiendo un fenómeno difícil de justificar.
Estos son los usuarios que desembolsan más de $1.000 dólares por una GPU tope de gama en 2025. Es por aquello que un jugador se ha preguntado si esto es: ¿Necesidad real? ¿Capricho desmedido? ¿O simplemente una trampa bien orquestada por las grandes marcas del sector?.
Y según su análisis, es totalmente innecesario e incluso, dice que desembolsar esa cantidad de dinero actualmente, es “una completa estupidez”

La gama media, el nuevo estándar de rendimiento
En una publicación del medio Tech4Gamers, este jugador y editor de la wiki de aquella web llamado Ali Rashid Khan, indica que lo cierto es que, a estas alturas, seguir pagando precios exorbitantes por una tarjeta gráfica para jugar títulos como Call of Duty: Modern Warfare II o Cyberpunk 2077 ya no es una cuestión de rendimiento, sino de percepción y, quizás, de marketing.
En otras palabras, dice Khan, si alguien sigue cayendo en la necesidad autoimpuesta de comprarse una RTX 5080 o 5090, probablemente esté más influenciado por las campañas publicitarias de Nvidia y AMD que por un análisis racional de su inversión.
Y para entender por qué esta afirmación no es solo una opinión aislada, recuerda que basta con mirar lo que ofrecen hoy las tarjetas gráficas de gama media-alta, como la AMD Radeon RX 9070 XT o la Nvidia GeForce RTX 5070 Ti, cuyo precio oscila entre los $700 y $850 dólares.

Ambas tarjetas no solo ofrecen un rendimiento sobresaliente en resoluciones 1080p y 1440p con tasas de refresco elevadas, sino que incluso permiten jugar en 4K con ajustes razonables. Como ejemplo de esto, indica que la RX 9070 XT, recibió recientemente una actualización de software que la posiciona por encima de su rival directa en juegos a 1440p.
Puedes leer: Por 3 centímetros más, esta tarjeta gráfica cuesta $1.000 dólares más: pequeño conector es el culpable
Y aquí es donde entra en juego el verdadero cambio de paradigma: tecnologías como DLSS 4 de Nvidia o FSR 4 de AMD están revolucionando la forma en que los juegos se procesan y se ven. Gracias al escalado basado en inteligencia artificial, ya no es necesario renderizar los gráficos a resolución nativa para obtener imágenes nítidas y fluidas.
El resultado es una diferencia visual casi imperceptible entre una tarjeta de $800 dólares y otra de $1.500. Entonces, ¿vale realmente la pena pagar el doble por apenas un 15 o 20% más de rendimiento?.
Y como adelantamos, según él, la respuesta para la mayoría de los jugadores es un rotundo no.

El mercado de segunda mano: una mina de oro ignorada
Quienes buscan maximizar su presupuesto deberían dirigir la mirada al mercado de tarjetas gráficas de segunda mano, donde las opciones abundan y los precios son sorprendentemente bajos.
Las GPUs de la generación anterior, como la serie RTX 30 de Nvidia, siguen siendo potentes y están disponibles a una fracción de su precio original.
En su publicación Ali Rashid Khan entrega como ejemplo las siguientes GPUs (con precios en mercados europeos y norteamericanos):
- RTX 3060 (12 GB): ideal para jugar en 1080p, disponible entre $200 y $250 dólares.
- RTX 3060 Ti: muy competente en 1440p, por apenas $250–$275 dólares.
- RTX 3070 y 3070 Ti: capaces de competir con tarjetas actuales en rendimiento, entre $275 y $400 dólares.
- RTX 3080 y 3080 Ti: aún capaces de rendir en 4K, gracias al soporte de DLSS, y disponibles por entre $400 y $500 dólares.
Con precios así, resulta difícil justificar cualquier gasto que supere los mil dólares.
Es más, algunas de estas tarjetas usadas superan incluso en rendimiento a opciones nuevas de gama media-baja, pero por varios cientos de dólares menos.

Opciones nuevas y accesibles también abundan
Para terminar, el gamer comenta en su análisis que si el comprador prefiere estrenar producto, también hay alternativas atractivas en el mercado actual. La RTX 5060 Ti (16 GB), con un precio de lista de $430 dólares, se posiciona como una excelente opción para gaming a 1440p con la ayuda de DLSS 4.
Y aunque su contraparte de AMD, la RX 9060 XT (16 GB), es algo menos potente (entre un 12% y 22% por debajo en distintas resoluciones), su menor precio y mayor disponibilidad la convierten en una opción muy competitiva a $350 dólares. Incluso la RTX 5060 (8 GB), por $300 dólares, ofrece ray tracing básico y una experiencia decente para presupuestos más ajustados.
Y volviendo a las que cataloga como “protagonistas del derroche”, las tarjetas RTX 5080 y RTX 5090, con precios base anunciados de $1.000 y $2.000 dólares respectivamente, estos productos, según cree, parecen destinados más a alimentar el ego que a ofrecer un salto significativo en experiencia de juego.

¿La recomendación final?:
Pensar dos veces antes de comprar por impulso, porque, nuevamente, Ali Rashid Khan cree que en 2025, gastar más de mil dólares en una tarjeta gráfica no solo es innecesario y es, francamente, una mala decisión.
China lanza su primera tarjeta gráfica “de gama alta” y casi alcanza a la GPU RTX 5060 de NVIDIA, según una prueba filtrada
Desde hace años, China ha intensificado sus esfuerzos por reducir su dependencia tecnológica del extranjero, invirtiendo fuertemente en el desarrollo local de procesadores, memorias y tarjetas gráficas. Aunque las primeras GPU fabricadas por empresas como Moore Threads o Lisuan no lograban competir con gigantes como Nvidia o AMD, un nuevo avance ha cambiado esa percepción.
La Lisuan G100, anunciada recientemente, ha protagonizado un inesperado éxito en una prueba filtrada de rendimiento, donde logró cifras cercanas a las de la Nvidia RTX 5060. El resultado marca un punto de inflexión en el desarrollo de hardware chino y podría anticipar una competencia más seria en el mercado global de tarjetas gráficas. Leer nota completa acá.

