Los jóvenes y niños chilenos que juegan el día de hoy “EA Sport FC” (antes “FIFA”) o “eFootball” (antes “Pro Evolution Soccer”), están acostumbrados a ver no sólo la selección nacional en estos juegos, sino que también varios jugadores de nuestro país en las respectivas plantillas. Y no sólo eso, también con sus aspectos casi idénticos a los reales, algo que en los años 90 y parte de la década del 2000, no se vivía.
Esto ya que los gamers chilenos que jugaban “PES” (o “Winning Eleven”) o “FIFA” en esos años, tenían que conformarse con ver a Marcelo Salas o Iván Zamorano, por lo menos, con su nombre, número de camiseta y sus posiciones reales en algunas versiones de estas franquicias. Y es que en esos años, ellos eran unos de los pocos jugadores chilenos participando en equipos internacionales de renombre y que además, destacaban en esos equipos para que así, fueran tomados en cuenta y aparecer en esos juegos.

Algo de lo que hace pocos días pude conversar directamente con Iván “Bam Bam” Zamorano, gracias a la invitación a una “watch party” para ver la final de la Champions League de este año, en donde estuvo presente nuestro ídolo nacional para compartir con los fans y la prensa.
Siendo parte de la cultura gamer futbolera con orgullo
Según me contó, en ese tiempo (y aún hoy en día), el poder ser parte de los juegos de fútbol era muy importante para él. En especial porque sabía que además de sentir el orgullo de los chilenos al verlo jugar y ser figura en por ejemplo, el Real Madrid, habían muchos gamers en los que ese sentimiento era doble, ya que además podían “jugar” con la versión virtual de Iván en los FIFA o PES de esa época.

“Yo lo vivía de la forma en que muchas veces a través de este tipo de juego o de entretenimiento, como jugador tenías ahí una posibilidad de tener esa conexión con el público”, indica Bam Bam, agregando que “esto se debía la resonancia que tiene jugar en el Real Madrid o jugar en el Inter y tenías la posibilidad de que a lo mejor te puedan elegir y poder estar ahí en la palestra”, dice con orgullo nuestro ídolo.
Aparte, cree que los números siempre lo han avalado y por esto cuando ha sido incluido en juegos de fútbol, tenía y tiene una buena numeración “porque era un tipo que podía definir”.
Todo aquello, según me contó, hace que el ser parte de la comunidad gamer siendo un personaje en los videojuegos, resulta en que: “esa conexión que uno tiene, no solamente esté en el estadio, sino que también en los juegos, porque a lo mejor esa persona llega a la casa y se pone a jugar y te elige”.
“Era una conexión extraordinaria, que hoy día la tienen muchos jugadores, pero en ese momento éramos muy poquitos”, comenta.
Y sobre si juega este tipo de títulos de fútbol, me contó que casi no los juega porque es “malísimo”, pero que sí su hijo, lo que es su acercamiento a las versiones actuales.
“Mi hijo sí que juega, juega muy bien y cuando quiere ganar en cabezazo, pone la leyenda Zamorano”, comenta a modo de broma.
Además, de forma anecdótica y al igual que en aquellos tiempos en la cancha real, me contó que en las partidas virtuales de FIFA o PES, quería siempre ganarle a Ronaldo.
Siendo contactado para ser parte como ícono o leyenda y entregando una noticia exclusiva
Hablando sobre cómo llegó a ser parte de los videojuegos, me contó que antes nunca lo habían contactado, pero que hoy en día sí lo han llamado, siendo invitado a estar en las llamadas leyendas o iconos de “EA Sport FC” o “eFootball”
“Me llamaron directamente, porque yo creo que todos los años hacen balances de jugadores que pueden estar ahí y siempre está mi nombre”, indica.

Y para terminar, en algo que me sorprendió, me contó que lo llamaron de otra compañía para ser parte nuevamente de un juego de fútbol, aunque no me pudo adelantar demasiado.
“Voy a comenzar en otro, en el más importante, yo creo. A partir de julio, agosto, ya comienzo y… No, es que no puedo decir nada”, adelantó Iván guardando la sorpresa para no tener problemas.
Agradezco la invitación y la increíble oportunidad de poder entrevistar a una leyenda chilena, y obviamente a Bam Bam que fue súper buena onda y disponible a conversar de un tema diferente a la contingencia actual del deporte.
