Una historia que ha causado revuelo entre coleccionistas y fanáticos del gaming retro, ha sido dada a conocer por un jugador a través de Facebook, donde compartió recientemente una imagen de una funda oficial para Nintendo 3DS XL, inspirada en Dragon Quest VIII. Pero lo que en realidad ha llamado la atención y generado bromas de la comunidad, es que esta se encuentra completamente desintegrada dentro de su empaque original.
Lo que alguna vez fue un accesorio de colección, cuidadosamente conservado, terminó reducido a polvo y partículas similares a migas de pan.

Una funda que se “auto destruyó” con el tiempo
El caso fue reportado inicialmente por el sitio especializado Nintendo Soup, que recogió la historia y explicó las razones detrás de esta extraña pero reveladora desintegración. Según indican, la imagen, tras volverse viral, fue posteriormente eliminada de la red social, pero no antes de dejar una fuerte impresión en la comunidad.
En el post original, el propietario del accesorio aseguró haber almacenado la funda durante varios años, sin abrirla ni exponerse a factores ambientales extremos. Sin embargo, la simple acción del tiempo bastó para condenarla a una especie de autodestrucción programada.
La explicación técnica tiene que ver con el material del que estaba hecha la funda, el cual es un tipo de poliuretano termoplástico (TPU) biodegradable. Este tipo de plástico, utilizado por razones ecológicas en la fabricación de algunos accesorios electrónicos, tiene una vida útil estimada de entre tres y cinco años.
Y a partir de entonces, comienza a deteriorarse progresivamente.
Dado que Dragon Quest VIII fue lanzado para Nintendo 3DS en 2017, es probable que hayan transcurrido al menos siete u ocho años desde que esta funda fue empacada y guardada, lo que supera por mucho el límite de resistencia del material.

El resultado fue tan inesperado como impactante
Como se puede ver en la fotografía compartida por el jugador, al abrir el empaque después de todos estos años, el fan de Nintendo encontró que la funda no solo estaba dañada, sino completamente desintegrada, convertida en una masa granulosa sin forma ni utilidad.
Los comentarios en el post no se hicieron esperar, algunos diciendo de forma irónica que la funda “ha tenido días mejores”, mientras cientos de usuarios reaccionaron con asombro e incredulidad ante la imagen.
Incluso, varios coleccionistas confesaron sentirse alarmados, y muchos aprovecharon la oportunidad para revisar sus propias fundas y accesorios almacenados. Algunos incluso compartieron fotos de otros objetos similares, también afectados por el paso del tiempo, aunque no en un estado tan avanzado de deterioro.
Y es que más allá de la anécdota curiosa, este incidente ha despertado una conversación más amplia en el mundo de los coleccionistas de videojuegos, ya que durante años se ha asumido que conservar objetos en su empaque original es sinónimo de preservación y seguridad. Pero por otro lado, este episodio pone en duda esa creencia, especialmente cuando se trata de materiales modernos con propiedades biodegradables.

Y al final, la moraleja es que conservar artículos de colección no solo implica almacenarlos, sino también entender los materiales de los que están hechos y las condiciones ideales para su conservación.
Todo esto ya que la biodegradabilidad, aunque bienvenida desde el punto de vista ambiental, puede representar un enemigo silencioso para quienes esperan que sus tesoros perduren décadas intactos.
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La compra y reventa de consolas retro se ha convertido en un negocio tan rentable como emocional. Modelos antiguos como el Game Boy pueden alcanzar precios de tres cifras, especialmente si están bien conservados. Sin embargo, cuando alguien se topa con un lote completo por apenas unos dólares, surge una vieja pregunta: ¿es un golpe de suerte… o un abuso disfrazado de oportunidad?
Eso fue lo que le ocurrió a un jugador que, sin pensarlo dos veces, aprovechó una oferta increíble en un mercadillo. Pero lo que parecía una anécdota digna de celebrarse rápidamente se convirtió en motivo de debate, dividiendo a la comunidad. Leer nota completa acá.

