En el mundo del coleccionismo de las cartas Pokémon, los recuerdos de la infancia pueden transformarse en auténticos tesoros. Sin embargo, como en muchos ámbitos de la vida, no todas las decisiones tomadas en la niñez resultan ser las más acertadas a largo plazo. Algo que ha sido recordado con el caso de un joven que, con tan solo 9 años, ideó un peculiar método para proteger su valiosa colección de cartas Pokémon: recortar las esquinas para poder identificarlas.
Algo que hizo sin imaginar que, años más tarde, se arrepentiría profundamente de su ingeniosa estrategia.

La historia salió a la luz gracias a un usuario de Reddit, quien compartió la anécdota de su mejor amigo. El protagonista de esta historia se reencontró recientemente con una antigua carta de Charizard, una de las más codiciadas por los coleccionistas. Sin embargo, lo que debería haber sido un momento de alegría y nostalgia se convirtió en una mezcla de sorpresa y decepción.
Puedes leer: ¡A correr! Windows 10 / Windows 11 original desde $9 dólares y Office de por vida desde $17
Cuando era niño, el joven coleccionista, temeroso de que le robaran sus preciadas cartas, decidió implementar un sistema de seguridad “infalible”, el cual como adelantamos fue recortar las esquinas de cada una de ellas. Su razonamiento era simple y lógico para un niño, ya que si alguien intentaba robarle alguna carta, podría identificarla fácilmente gracias a las esquinas recortadas. Además, para evitar que las cartas se deterioraran aún más, las guardó cuidadosamente en fundas protectoras.


Lo que en su momento pareció una solución brillante y efectiva, con el paso del tiempo se convirtió en un error costoso ya que en el caso de Charizard, una carta en perfecto estado puede valer miles de dólares, e incluso superar las seis cifras si se trata de la primera edición. Sin embargo, el valor de una carta depende en gran medida de su condición física.
Los coleccionistas y tasadores utilizan una escala del 1 al 10 para evaluar el estado de las cartas, donde el 1 corresponde a aquellas con daños significativos. Las cartas con las esquinas recortadas, como las del protagonista de esta historia, pierden por completo su valor en el mercado.
La comunidad debate acerca de la su estrategia antirobos
La historia generó un debate en las redes sociales. Algunos usuarios elogiaron la creatividad del niño, reconociendo que su sistema de seguridad cumplió su objetivo: proteger las cartas de posibles robos. Otros, en cambio, lamentaron la pérdida de una pieza que podría haberle reportado una gran suma de dinero. Pero también, otros recuerdan que al final, a esa edad, él las veía como lo que son, un juego para niños, mientras otro reconoce que la idea funcionó, ya que aún las tiene en su poder.


Además, uno de los jugadores responde con algo de pena: “Ojalá hubiera hecho algo para marcar mis cartas cuando era niño. Un ‘amigo’ de mi hermano vino un día y me robó algunas cartas de Yu-Gi-Oh. Cuando mi madre fue a hablar con su madre, ella simplemente dijo que siempre las tuvo. La carta que tomó ni siquiera era una buena carta, pero aún así espero que se golpee el dedo meñique a diario”.

Para cerrar, a pesar de la mala fortuna, un usuario propuso una solución ingeniosa: colocar una carta intacta detrás de cada carta con las esquinas recortadas para disimular el daño y exhibirlas de forma más estética en un álbum. Consejo que nace debido a esta anécdota, la cual sirve como recordatorio de que las ideas de la infancia, no siempre conservan su valor o terminan siendo buenas con el paso del tiempo.
Jugador pide ayuda a la comunidad de Pokémon para rescatar un Pokédex del año 1998: “Esto sería absolutamente mágico”
En la era dorada de la fiebre mundial por Pokémon, el fabricante de juguetes estadounidense Tiger Electronics lanzó un Pokédex que permitía a los jugadores conocer más sobre la primera generación de estas icónicas criaturas. Y ahora, un hacker e ingeniero de software ha iniciado un proyecto para rescatar uno de estos Pokédex y ha pedido ayuda a través de las redes sociales.

Y es que como los quienes crecieron a finales de los 90 sabrán, estos dispositivos rojos eran algo común. Sin embargo, su contenido digital nunca se preservó como debía ser, lo que busca cambiar este seguidor de este tipo de objetos de colección.
