Ross McLaren, un joven escocés de 22 años que vive con una rara forma de distrofia muscular, ha encontrado en los videojuegos no solo una pasión, sino una carrera que, asegura, lo ha llevado a facturar más de $10.000 libras esterlinas al mes (alrededor de $13.000 dólares). Y todo desde su habitación y debido al fenómeno mundial llamado Fortnite, por el cual incluso abandonó sus estudios

Un jugador con limitaciones físicas, pero no de espíritu
Mientras millones de personas alrededor del mundo ven en los videojuegos una vía de entretenimiento o escape, para otros se ha convertido en una puerta hacia oportunidades impensadas. El último ejemplo de aquello es el caso de Ross McLaren, quien, pese a enfrentar severas limitaciones físicas, logró transformar una aparente desventaja en una plataforma de despegue hacia el éxito profesional.
Ross, originario de Escocia, fue diagnosticado con una rara distrofia muscular que lo mantiene en silla de ruedas. Desde temprana edad, su movilidad reducida lo obligó a pasar más tiempo frente al computador que al aire libre. Lo que para muchos podría haber sido una circunstancia limitante, para él se convirtió en el terreno fértil donde comenzaron a desarrollarse habilidades clave, para así ingresar al competitivo universo de los videojuegos.
Su sueño inicial era convertirse en jugador profesional de Fortnite, el popular videojuego de Epic Games que ha revolucionado el entretenimiento digital desde su lanzamiento en 2017. Sin embargo, pronto comprendió que no contaba con el nivel competitivo necesario para destacar como pro player.
Pero lejos de frustrarse, Ross redirigió sus esfuerzos y comenzó a ofrecer servicios de edición de video a pequeños creadores de contenido vinculados al entorno de Fortnite.

Generando importantes ingresos a través de su nuevo trabajo en torno a Fortnite
A los 17 años, mientras aún vivía con sus padres, Lesley y Craig, y cursaba la educación secundaria, inició su camino empresarial, mientras editaba videos de manera gratuita para streamers emergentes, acumulando experiencia y perfeccionando su técnica. Pero el punto de inflexión llegó en 2021, cuando sus ingresos mensuales alcanzaron las $10.000 libras esterlinas mencionadas al inicio de esta nota.
Fue entonces cuando tomó una decisión crucial, la cuál fue abandonar los estudios para dedicarse de lleno a su incipiente carrera.
“Le dije a mis padres que no quería rendir mis exámenes finales. Aunque no estaban convencidos, me apoyaron de todos modos”, relató al diario Daily Record (vía Dexerto). De hecho, intentó volver al colegio tras la insistencia familiar, pero solo duró un día ya que claramente, la vida ya le había abierto otra puerta.
Uno de sus primeros grandes logros fue colaborar con Kyle Giersdorf, más conocido como Bugha, antes de que el joven estadounidense ganara fama mundial tras conquistar el Campeonato Mundial de Fortnite en 2019, embolsándose tres millones de dólares. En aquel entonces, Bugha tenía apenas 20.000 suscriptores, pero después del torneo, su popularidad se disparó a más de un millón, y con ello también creció la demanda por el trabajo de Ross.
Este hito marcó el inicio de una trayectoria imparable y a que McLaren comenzó a colaborar con otras figuras destacadas del entorno Fortnite, como Clix, consolidándose como un referente tras bambalinas. Actualmente, trabaja como freelancer produciendo contenido y gestionando canales de figuras clave en la escena del gaming y los esports.

Entre sus clientes figuran personalidades como el propio Clix, la organización de esports Sentinels y el popular youtuber británico KSI, cuyo canal cuenta con más de 22 millones de suscriptores. Y ahora, Ross proyecta ahora una nueva meta, la cual es trasladarse a Dallas, Estados Unidos, para estar más cerca de sus principales colaboradores y ampliar aún más su influencia en el mundo del gaming.
Mientras, al final este joven escocés ha dejado en claro que no solo ha sabido sortear las dificultades propias de su condición, sino que ha aprovechado esas circunstancias para construir una carrera sólida, dentro de una industria en constante expansión. Y es que desde su habitación, ha tejido una red de contactos y clientes que lo conecta con algunos de los nombres más grandes de la escena del juego de Epic y de YouTube.
Su mamá lo sacó del colegio a los 15 años para jugar Fortnite, ahora, a los 20, cambió de juego y su madre se convirtió en asesora de Esports
En 2019, el fenómeno mundial de Fortnite alcanzaba su punto más alto, revolucionando la industria de los videojuegos y abriendo un lucrativo mundo para los jugadores más habilidosos. Fue en este contexto que Anne Fish, una madre soltera del Reino Unido, tomó una decisión poco convencional y sumamente arriesgada: sacar a su hijo Benjy David Fish, entonces de 15 años, de la escuela para que pudiera dedicarse completamente a los esports.

Hoy, Benjy, conocido mundialmente como benjyfishy, ha recorrido un camino lleno de éxitos, fracasos y reinvenciones que lo han convertido en un ejemplo de resiliencia en el competitivo mundo de los videojuegos.
