Kris “Swagg” Lamberson, una figura reconocida en la escena de Call of Duty (CoD), se ha convertido en protagonista de una escena que está dando que hablar, tanto dentro como fuera de la comunidad de aquel juego. Con más de 8.000 horas registradas en CoD, este jugador profesional del equipo FaZe Clan y streamer, decidió probar suerte en un nuevo título, Rainbow Six: Siege, con un resultado que fue cuando menos, revelador.
Y es que sin la asistencia de puntería (aim-assist), su rendimiento cayó estrepitosamente, generando un debate sobre la verdadera habilidad de los jugadores profesionales, acostumbrados al uso de esta ayuda que se entrega al jugar con un control.

Un gigante de Call of Duty bajo la lupa
Por si no lo conocías, te contamos que Swagg no es un nombre menor en el ecosistema de Call of Duty, teniendo en Twitch una audiencia promedio de 3.700 espectadores durante los últimos meses, consolidándose como uno de los creadores de contenido más influyentes en torno a esta franquicia. Su especialidad es Warzone, aunque también ha dedicado miles de horas a los distintos modos multijugador de la saga.
Según los registros de la plataforma, acumula más de 8.000 horas en transmisiones relacionadas con Call of Duty, de las cuales 7.400 corresponden exclusivamente a, justamente, Warzone. Su habilidad con el control en las manos es incuestionable dentro del entorno que domina y es conocido por su agresivo estilo de juego, su puntería certera y su capacidad para obtener numerosas eliminaciones.
Pero a pesar de todo aquello, el 10 de junio, Swagg pasó un mal rato cuando decidió participar en el lanzamiento de Siege X, una importante actualización del veterano Rainbow Six: Siege, que entre otras novedades, incorporó nuevos modos de juego permanentes, mejoras en el sistema de sonido, entornos más interactivos y el regreso del clásico modo Unranked.

El salto a otro shooter, y el tropiezo
Ubisoft, desarrolladora del título, invitó a numerosos streamers a celebrar la ocasión, muchos de los cuales no tenían mayor experiencia en Rainbow Six. Swagg fue uno de ellos. Y fue precisamente en ese contexto donde ocurrió lo que para muchos fue inesperado y que ha sido compartido en numerosos clips.
El experto en Call of Duty se mostró incapaz de apuntar con precisión, con un desempeño frente al mando que dejó perplejos a muchos de sus seguidores, ya que el gameplay que transmitió parecía más propio de un principiante, que de un jugador profesional. Su intento por alinear el punto de mira sobre los oponentes era torpe y errático, en una demostración que contrastaba violentamente con la imagen que ha construido durante años.
Según comentan otros jugadores veteranos, la clave de todo esto parece estar en la ausencia de aim-assist, ya que a diferencia de Call of Duty, Rainbow Six: Siege no ofrece ningún tipo de ayuda para la puntería, ni siquiera para los jugadores que utilizan controladores. Esta característica obliga a un dominio técnico total del mando, precisión manual, control de los sticks y una coordinación fina que se entrena a lo largo del tiempo.
Swagg, como muchos profesionales de CoD, ha jugado prácticamente toda su carrera con esta ayuda activada, haciendo que el aim-assist funcione como una guía invisible que ajusta sutilmente (y a veces no tanto) el movimiento del cursor hacia los enemigos, facilitando el apuntado. En un entorno competitivo como el de Call of Duty, esta mecánica es crucial para los jugadores con mando, frente a aquellos que usan teclado y ratón.
Sin ese soporte automatizado, el desempeño de Swagg simplemente colapsó. Él mismo reconoció sus dificultades en vivo, durante la transmisión: “Aquí no hay ni un poquito de aim-assist, bro, así que… daaaamn, disparo horrible, no tengo control sobre esto […]. Soy main aim-assist”, comentó, entre risas, pero con un dejo de incomodidad evidente.

La comunidad debate y critica al sistema
Como adelantamos, la escena no tardó en viralizarse y abrió un intenso debate en redes sociales, quienes se preguntaban qué tan dependientes son los jugadores profesionales del aim-assist o hasta qué punto esta ayuda maquilla las verdaderas habilidades individuales en los shooters. Y, sobre todo, ¿es posible seguir considerando a un jugador como “profesional” si su destreza está íntimamente ligada a una función automática del juego?.
Si bien Swagg ha demostrado ser un jugador extremadamente talentoso dentro del ecosistema de Call of Duty, su experiencia en Siege X deja al descubierto una realidad que muchos prefieren ignorar, lo cual es que en el mundo competitivo, no todos los entornos son iguales.
Y es que al final, lo que funciona en uno puede no trasladarse con éxito a otro, donde la puntería, ese gesto básico pero decisivo en cualquier shooter, puede ser muy distinta cuando se ejecuta sin red de seguridad.
Puedes ver el momento en el siguiente video.
Exjugador profesional destapa red de apuestas y partidos arreglados en VALORANT, con jugadores recibiendo hasta $30.000 dólares por dejarse ganar
El mundo de los esports se enfrenta a una posible nueva crisis, luego de que Sean Gares, exjugador profesional de Counter-Strike y actual directivo en la escena de Valorant, ha denunciado un posible escándalo de apuestas arregladas en el competitivo del shooter de Riot Games. A través de lo que llama una minuciosa investigación personal, reveló indicios alarmantes sobre una red de corrupción que, según su testimonio, estaría ofreciendo miles de dólares a jugadores para que pierdan deliberadamente sus partidos.

Según cuenta, todo comenzó tras un enfrentamiento entre Shopify Rebellion Black y Blue Otter, equipo que venció a los pupilos de Gares en un partido que dejó al exjugador inquieto. En un video publicado el 24 de mayo en su canal de YouTube, Gares relata cómo la forma en que se desarrolló el encuentro lo llevó a sospechar de algo más allá de una simple derrota.
