La próxima Steam Machine enfrenta incertidumbre comercial debido al alza en los costos de las memorias y la confirmada ausencia de subsidios, por lo que expertos anticipan que Valve podría recurrir a un modelo básico.
La industria gamer mantiene su atención fijada en el próximo gran movimiento de hardware de Valve, por el renacimiento de la Steam Machine en formato mini PC, pero la mayor incógnita que rodea a este dispositivo no es su potencia, sino su costo final para el consumidor. A diferencia de las estrategias habituales de los fabricantes de consolas como Sony o Microsoft, se ha confirmado que Valve no subsidiará este nuevo equipo.
Y recientemente, según revelaciones en el podcast Friends Per Second, esto vinculará su costo directamente al valor de sus componentes internos, una estrategia que genera incertidumbre sobre su asequibilidad final, especialmente dado el actual encarecimiento de las memorias RAM y el almacenamiento SSD, por lo que quizás, se comercialice una Steam Machine básica, sin estos componentes.
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La crisis de los componentes y la teoría del modelo “en los huesos”
La principal preocupación que se cierne sobre el lanzamiento, previsto para principios de 2026, radica en la volatilidad de los precios de la memoria RAM DDR5 y, en menor medida, de las unidades de estado sólido (SSD). La escasez global, impulsada en gran parte por la demanda masiva de centros de datos para Inteligencia Artificial, ha disparado los costos.
En este contexto, el reconocido filtrador de hardware conocido como Moore’s Law Is Dead (MLID) ha planteado un escenario complejo para Valve, adelantando que la compañía se enfrenta a una disyuntiva logística, entre lograr acumular un stock masivo de memorias antes de la subida de precios, o verse forzados a alterar su modelo de negocio.
MLID sugiere que es altamente probable que Valve lance una versión “barebones” (esqueleto o en los huesos) de la consola, formato que implicaría vender la unidad con la placa base y el procesador, pero sin memoria RAM ni disco duro SSD preinstalados, dejando que sea el usuario quien adquiera e instale estos componentes por su cuenta.
El experto indica que: “Si compraron stock a tiempo, tendrán suficiente para un lanzamiento con precio agresivo que probablemente se agotará rápido”, agregando que después, “es bastante obvio que tendrán que vender una versión de la Steam Machine que no venga con SSD o RAM durante gran parte de su vida inicial”. Teoría que cobra fuerza al recordar que Valve ya ha confirmado que ambos componentes serán reemplazables por el usuario.
Especificaciones técnicas y el ecosistema expandido de Valve
A pesar de las turbulencias económicas del sector, el interés por el hardware de Valve sigue intacto, ya que aunque los recientes anuncios de la compañía incluyen tres piezas de hardware distintas, es el mini-PC en forma de cubo el que ha capitalizado la discusión pública. Las especificaciones filtradas hasta el momento apuntan a una máquina competente para su tamaño, equipada con 16 GB de memoria DDR5 y 8 GB de memoria de video GDDR6 para apoyar a sus gráficos integrados basados en la arquitectura RDNA 3.
Y al final, la estrategia de Valve parece centrarse en ofrecer un ecosistema abierto y reparable, distanciándose de los “jardines vallados” de las consolas tradicionales y si la predicción sobre el modelo “barebones” se cumple, Valve podría utilizar las unidades completas para “anclar el precio” y mantener la imagen de producto premium.
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