La icónica disquetera de 3,5 pulgadas vuelve en forma de estuche para tarjetas SD, combinando nostalgia y diseño moderno, creados por Ayushmaan Singh Jodha para Sandisk, no almacenan datos, pero facilitan organizar y proteger SDs.
Para muchos usuarios de PC de treinta, cuarenta o más años, la imagen de un disquete todavía despierta recuerdos entrañables.
Introducir un disquete (o Floppy en inglés) en su ranura, escuchar el clic satisfactorio al presionarlo y esperar pacientemente a que los datos se cargaran, formaban parte de una rutina que hoy parece sacada de otra era.
Años después, esas pequeñas piezas de plástico que albergaban apenas 1,44 MB de información, vuelven a aparecer, aunque no para almacenar datos como los antiguos dispositivos de PC.
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El diseño detrás del concepto
El fenómeno no es simplemente un ejercicio de nostalgia, sino una reinterpretación del diseño clásico de las disqueteras que busca conectar a quienes vivieron esa época con los dispositivos actuales.
Esta vuelta al pasado evidencia cómo la estética tecnológica puede trascender su función original y convertirse en un objeto de deseo por sí misma.
Y es que lo que parece un disquete tradicional es en realidad un estuche moderno para tarjetas SD.

Diseñado por el ingeniero industrial indio Ayushmaan Singh Jodha para Sandisk, este concepto transforma el icónico formato de 3,5 pulgadas en un soporte práctico y visualmente retrofuturista.
Mientras que un disquete clásico apenas alcanzaba 1,44 MB de capacidad y velocidades de transferencia de 250 Kbit/s, las tarjetas SD actuales almacenan entre 32 GB y 1 TB y alcanzan velocidades de hasta 624 MB/s con la tecnología UHS-III.
En otras palabras, estos “nuevos disquetes” no sirven para guardar información en sí mismas, pero ofrecen un homenaje funcional al pasado.
El diseño, con guiños directos de universos cyberpunk, combina lo nostálgico con la practicidad moderna, con colores diferenciados para distintos usos, un tamaño mayor que facilita encontrar las tarjetas dentro de mochilas y un ingenioso cierre deslizante que evita que las SD se caigan.

Un objeto de deseo para fotógrafos y coleccionistas
Más allá de su valor sentimental, los estuches en forma de disquete tienen un uso práctico claro, especialmente para profesionales que dependen de varias tarjetas SD, como fotógrafos o videógrafos.
Cada color puede asociarse a un proyecto distinto y su diseño robusto permite transportarlas con facilidad sin riesgo de pérdida.
Aun así, por ahora no hay información oficial sobre su disponibilidad en el mercado, ya que Sandisk y el diseñador no han indicado si se tratará de un producto comercial o si seguirá siendo solo un concepto.

Para cerrar, lo que sí queda claro es que la disquetera, símbolo de la informática de los años 80 y 90, ha logrado reinventarse como un icono retro con utilidad moderna, demostrando que la nostalgia puede combinarse con la innovación.
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