Como hemos reportado recientemente, un nuevo y turbulento capítulo para la industria de los videojuegos ha sacudido a la comunidad, ya que Microsoft anunció una nueva oleada de despidos masivos. Y además, han confirmado el cierre definitivo de The Initiative, su estudio con sede en Santa Mónica, California, creado con gran ambición en 2018.
Una decisión que llega acompañada de la cancelación del esperado reinicio de Perfect Dark, un título que prometía revivir una de las franquicias más icónicas de Rare.
Una medida que forma parte de una reestructuración mayor
Según los reportes, este hecho se da en medio de las desvinculaciones a gran escala dentro de la compañía, que incluyen el despido de aproximadamente el 4% de la fuerza laboral global de la compañía, cifra que equivale a cerca de 9.000 empleados. Y el golpe ha sido especialmente duro para Xbox, ya que varios estudios bajo su ala han recibido notificaciones de despido en las últimas horas, incluyendo departamentos de control de calidad, marketing, ventas y producción.
Fuentes internas, indican que el impacto se ha sentido en compañías como Undead Labs (State of Decay), Turn 10 (Forza Motorsport) y ZeniMax Online Studios, quienes además han visto proyectos completamente descartados, como el ambicioso MMORPG conocido hasta ahora como Blackbird.
El jefe de Xbox Game Studios, Matt Booty, confirmó por correo interno la cancelación no solo de Perfect Dark y Blackbird, sino también de otros títulos aún no anunciados, entre ellos el enigmático Everwild de Rare. La noticia ha generado una oleada de reacciones en la comunidad de desarrolladores y fanáticos, que observan con creciente preocupación el rumbo que está tomando la división de videojuegos de Microsoft.
El ocaso de un proyecto bastante querido
Por si no estabas al tanto de este, debes saber que Perfect Dark era más que un simple videojuego, ya que para muchos jugadores alrededor del mundo, representaba el intento de revivir un legado de la era dorada de Rare, esta vez bajo la tutela de The Initiative, un estudio descrito en su lanzamiento como “cuádruple A” y conformado por veteranos de la industria.
Entre ellos destacaba Darrell Gallagher, exlíder de Tomb Raider, quien había reunido un equipo con credenciales en grandes franquicias. Para reforzar la apuesta, se había sellado una colaboración con Crystal Dynamics, lo que reforzaba la expectativa de un título de alto impacto.
Sin embargo, tras años de desarrollo y pocas señales concretas de avance, Microsoft ha decidido apagar las luces. Aunque se ha comprometido a apoyar a los empleados afectados con paquetes de indemnización y la posibilidad de reubicación interna, el cierre del estudio deja en evidencia una estrategia de desarrollo que, al menos en este caso, ha fallado.
Una industria en crisis, con despidos, cancelaciones y desconfianza
Más allá de las decisiones empresariales, lo que ha despertado mayor indignación es la forma en que se han comunicado los despidos. Según varios empleados de ZeniMax, muchos se enteraron del fin de sus contratos a través de redes sociales o medios de comunicación antes de recibir una notificación oficial. Algunos, incluso, fueron abruptamente bloqueados de sus cuentas corporativas en plena jornada laboral.
La situación ha sido descrita por un empleado como “una comedia slapstick”, en referencia al caos comunicacional, mientras que otro narró cómo su compañero fue expulsado de Slack en medio de una conversación. El periodista Jason Schreier, de Bloomberg, ha ido revelando detalles en tiempo real, en ocasiones más rápido que la propia compañía.
La reacción de la comunidad de desarrolladores no se hizo esperar. Michael Douse, director de publicación de Baldur’s Gate 3, comparó la situación con “un agujero negro que lo absorbe todo y escupe huesos”, subrayando que el crecimiento corporativo no debería venir a costa de las personas. “Compraron catálogos, no gente”, sentenció en una declaración en su cuenta de X.
Por su parte, Robert Morrison, animador en títulos como The Last of Us y God of War, criticó duramente a quienes, desde cargos de liderazgo, han tomado decisiones erráticas que terminan afectando a cientos de trabajadores. “Son buenos hablando y haciendo amigos, pero no haciendo grandes juegos”, señaló en un mensaje que ha sido ampliamente compartido en redes.
Patrick Wren, desarrollador de Halo y Respawn, resumió el sentimiento general: “Hoy es otra tragedia más en esta industria. Cada día es más difícil ver qué futuro nos espera”.
¿Qué queda en pie?
En medio del desmoronamiento, Microsoft ha asegurado que los juegos presentados en el Xbox Showcase de junio siguen en desarrollo. Entre ellos figuran Clockwork Revolution y State of Decay 3. No obstante, el clima de incertidumbre y el historial reciente de cancelaciones hacen que incluso esos proyectos estén bajo la sombra de la duda.
Este nuevo golpe reabre un debate urgente en la industria, con muchos preguntándose: ¿hasta qué punto es sostenible el modelo de concentración empresarial en el que grandes corporaciones adquieren estudios y propiedades intelectuales, pero no garantizan estabilidad ni visión a largo plazo?
A final, lo que está claro es que, tras la caída de The Initiative y la desaparición de Perfect Dark, Microsoft enfrenta no solo un ajuste de cuentas financiero, sino también una crisis de confianza en su promesa de llevar el videojuego “al siguiente nivel”.
Por ahora, lo que queda son estudios cerrados, proyectos perdidos, y miles de trabajadores preguntándose si hay futuro en una industria que, paradójicamente, nunca ha producido tanto, ni despedido a tantos.
