Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2 llegará tras 21 años de espera, el 21 de octubre de 2025, pero su lanzamiento está marcado por la polémica ya que los jugadores denuncian que sus creadores están monetizando elementos centrales del juego.
Han pasado 21 años desde que los jugadores pudieron adentrarse por última vez en el oscuro universo de Vampire: The Masquerade – Bloodlines, ya que tras múltiples retrasos y un desarrollo plagado de incertidumbres, la esperada secuela ya tiene fecha para el 21 de octubre de 2025.
Pero el anuncio, lejos de generar entusiasmo unánime, ha desatado una ola de críticas por la estrategia comercial adoptada por Paradox Interactive, editor del título.
Esto ya que contenidos esenciales no estarán disponibles en la edición estándar ni en la Deluxe, sino únicamente en la versión Premium o mediante un pago adicional.
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En otras palabras, parte de la experiencia que muchos fans consideran básica del juego quedará tras un muro de pago y uno de los mayores focos de controversia es el acceso limitado a los clanes, auténticos pilares jugables en el universo de Bloodlines.
A diferencia de simples añadidos cosméticos, estas facciones funcionan como clases, otorgando poderes y estilos de juego diferenciados.
Sin embargo, la edición base de $59,99 dólares solo incluirá cuatro: Brujah, Tremere, Banu Haqim y Ventrue.
Quienes quieran experimentar con La Sombra y Toreador deberán optar por la Premium Edition, valorada en $89,99 dólares, o adquirir el DLC Shadows and Silk por separado, con un costo de $22 dólares.
La Deluxe Edition, situada en $69,99 dólares, tampoco resuelve esta carencia, porque según los desarrolladores, se limita a añadir un paquete cosmético denominado Santa Monica Memories.
Así quedan las ediciones disponibles:
- Estándar ($59,99): juego base con 4 clanes.
- Deluxe ($69,99): juego base + paquete cosmético Santa Monica Memories.
- Premium ($89,99): juego base + paquete cosmético + DLC Shadows and Silk (incluye La Sombra y Toreador).

Reacción de la comunidad con indignación y desconfianza
La política de reservar clanes completos solo para la edición más cara o como DLC independiente ha despertado críticas feroces, especialmente entre quienes consideran que este tipo de contenidos debería estar incluido en cualquier versión del juego.
La respuesta de los seguidores no se ha hecho esperar, como se puede ver en foros y redes sociales, donde la indignación es palpable. Comentarios como “No lo compraré” o “¿Por qué demonios hacen esto?” se multiplican, acompañados de advertencias sobre el peligro de normalizar este tipo de prácticas.
Un usuario en Reddit resumía el malestar general, diciendo: “Es absolutamente ridículo. Si esto se vende, se abre la puerta a que las empresas bloqueen clases enteras tras muros de pago. Y eso no debería pasar”.
Otro jugador comenta en X su molestia, diciendo: “A: @PdxInteractive @VtM_Bloodlines Tu codicia me ha hecho pasar de incluir Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2 en mi lista de deseos a ponerlo en mi lista de ignorados”.
“Limitar los clanes jugables a la edición más cara es una medida codiciosa y repugnante”, reclama sin tapujos.

Para cerrar, otros jugadores apuntan a que la decisión podría estar motivada por los altos costos acumulados durante un desarrollo turbulento y prolongado.
Sin embargo, lejos de generar comprensión, la medida parece haber profundizado la desconfianza hacia el publisher.
Todo esto ha hecho que lo que en principio debía ser una celebración por el regreso de un título de culto se ha transformado en un debate sobre monetización agresiva.
Y ahora, la gran interrogante es si la comunidad aceptará pagar el precio completo de la experiencia o si, en señal de protesta, preferirá esperar descuentos, bundles o su llegada a servicios de suscripción.
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