Decenas de videojuegos con temáticas controversiales se eliminaron de Steam y la plataforma Itch.io en la última semana por culpa de la presión de los procesadores de pago. Ante la censura, desarrolladores y artistas de la industria expresaron su descontento.
La censura es un tema controversial y muy discutido, pues siempre se pone en tela de juicio qué está permitido y qué es lo que se debería prohibir. La industria de los videojuegos no ha podido eludir este debate, y en días recientes se vio envuelta en una polémica debido a la eliminación masiva de juegos para adultos en los principales mercados de PC.
Hace unos días, Valve agregó una nueva norma que prohíbe que los desarrolladores publiquen juegos que atentan contra los lineamientos de las principales compañías de tarjetas de crédito y demás procesadores de pago, como Visa, MasterCard y PayPal. En consecuencia, decenas de títulos se eliminaron de Steam.

Desarrolladores y artistas expresan su disgusto por la censura
Ahora, Itch.io, una popular plataforma en la que se publican toda clase de videojuegos indie, emitió un comunicado en el que confirma que se eliminará todo el contenido polémico de sus páginas y sistemas de búsqueda. “Entendemos que esta acción es repentina y disruptiva, y lamentamos profundamente la frustración”.
Tal como muchos especularon hace unos días, Steam fue el primer paso en una tendencia que ahora quedó confirmada con el reciente movimiento de Itch.io. Muchos creen que otras tiendas podrían sufrir el mismo destino, motivo por el que los desarrolladores y artistas se pronunciaron en redes para arremeter contra la censura.
Weston Mitchell de Obsidian Entertainment, desarrollador del popular The Outer Worlds, fue una de las personalidades que expresó públicamente su descontento por esta situación. “Puede que ahora sean los juegos para adultos, pero no se detendrán allí”, afirmó.

Adicionalmente, Mike Bithell de Bithell Games, responsable de Subsurface Circular, tuvo un pensamiento similar y afirmó que la censura en contra del arte NSFW es “solo el primer paso de una cadena”. Este comentario hace referencia a la creencia, cada vez más real, de que las compañías de tarjetas de crédito y los bancos podrán moderar el contenido de los videojuegos y prohibir aquellos que no se alinean con sus ideales subjetivos.
Lilith Walter, creadora del popular Bloodborne Kart, también fue muy vocal sobre la controversia y se mostró confiada en que los artistas y jugadores ganarán la batalla contra las grandes corporaciones, aunque reconoce que eso podría demorar semanas, meses o décadas.
Finalmente, Mike Underwood de Daggerheart se puso en contacto directamente con Visa y sentenció que necesita saber que “mis socios financieros no me arrojarán a los lobos por la presión de grupos de odio”. Ese comentario hace referencia a la organización Collective Shout, la cual inició el movimiento que derivó en la eliminación masiva de cientos de juegos.
Itch.io responde a la polémica
En definitiva, se vive un ambiente muy tenso en la industria de los videojuegos y muchos están preocupados ante una posible censura generalizada que afecte a más plataformas y otros tipos de juegos. La cuenta oficial de Itch.io abordó la controversia e hizo un llamado a la acción.
Los dueños sentencian que “es un momento muy crítico” para la compañía y afirmaron que entienden la frustración de la comunidad. En su publicación, ahora eliminada, invitó a los usuarios a contactar con Visa, MasterCard o PayPal para expresar su descontento.
En paralelo, Itch.io afirmó que los jugadores de Estados Unidos deberían expresar su apoyo a los proyectos de ley que podrían afectar “el acceso justo a la banca”.

Creador de NieR crítica a Steam por eliminar juegos para adultos
En medio de la controversia, las palabras antiguas de Yoko Taro, creador del aclamado NieR: Automata, reaparecieron en redes sociales y cobraron especial importancia. En 2024, el creativo japonés señaló que la censura sienta un precedente y expresó su preocupación ante la idea de que las empresas privadas puedan influir en el contenido.
Estas declaraciones remarcan que no se trata únicamente de una censura comercial, sino de una forma sutil pero poderosa de control sobre los discursos culturales y creativos, especialmente cuando se trata de contenidos que, aunque legales, son considerados polémicos por ciertos sectores. Lee la nota completa acá.

