YouTube ha cerrado definitivamente los canales “Screen Culture” y “KH Studio” por engañar a millones de usuarios con tráileres de películas falsos generados por Inteligencia Artificial, un que caso revela la compleja postura de Hollywood, ya que algunos estudios intentaron reclamar los ingresos publicitarios de estos videos virales antes que exigir su eliminación inmediata.
En una medida contundente contra la desinformación en el sector del entretenimiento, YouTube ha eliminado permanentemente dos de los canales más prolíficos en la distribución de material cinematográfico falsificado mediante Inteligencia Artificial. La plataforma de video, propiedad de Google, ha suspendido las cuentas de “Screen Culture” y “KH Studio”, dos gigantes del contenido viral que habían logrado acumular conjuntamente más de dos millones de suscriptores y superar la barrera de los mil millones de visualizaciones.
Estos canales operaban bajo un modelo de negocio basado en la confusión, publicando supuestos adelantos de películas esperadas que, en realidad, eran fabricaciones digitales sintéticas para monetizar estos tráileres de películas falsos, engañando a millones de espectadores y generando un debate sobre los derechos de autor y la ética en la era digital.
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Según los reportes, el contenido eliminado revela la sofisticación y el alcance de estas operaciones, siendo uno de los canales “Screen Culture”, operado desde la India, el cual se especializaba en la creación de falsos adelantos que rozaban lo indistinguible de la realidad, utilizando una mezcla de metraje oficial reciclado y escenas generadas por IA para imitar el estilo de marketing de los grandes estudios.
Un ejemplo flagrante fue la película The Fantastic Four: First Steps, para la cual el canal llegó a producir y publicar 23 tráileres distintos, saturando la búsqueda y confundiendo a los fans que esperaban material oficial de Marvel.
Por otro lado, “KH Studio”, gestionado desde Georgia, apostaba por un enfoque más especulativo, creando “películas que no existen” para satisfacer los deseos de los fans (o fan-casting). Entre sus vídeos más virales se encontraban montajes hiperrealistas que presentaban a Henry Cavill como el nuevo James Bond o imaginaban una nueva temporada de El Juego del Calamar protagonizada por Leonardo DiCaprio.
Aunque estos vídeos demostraban las capacidades técnicas de la IA generativa, su presentación en la plataforma a menudo inducía al error, atrayendo clics bajo la promesa de producciones reales que nunca llegarían a las salas de cine. Actualmente, todo este contenido ha desaparecido de la red y sus creadores mantienen silencio.
El cierre de estos canales no es un evento aislado, sino el desenlace de una tensa negociación que se remonta a marzo de 2025, fecha en la que el medio especializado Deadline expuso por primera vez las operaciones de estos creadores y en aquel momento, YouTube reaccionó retirando la monetización de los canales, cortando sus ingresos publicitarios.

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Junto a lo anterior, se indicó que en una decisión controvertida, la plataforma restableció los pagos meses después, argumentando que los canales habían comenzado a etiquetar sus vídeos con mayor claridad para indicar que no eran oficiales.
Lo que hace este caso particularmente revelador sobre la industria del cine es un detalle financiero que ha salido a la luz, ya que según los informes, varios estudios de Hollywood contactaron a YouTube no para exigir la eliminación inmediata del contenido por infracción de derechos, sino para preguntar si los ingresos publicitarios generados por esos tráileres falsos podían ser redirigidos a sus propias arcas.

Un hecho que para finalizar, dejan el claro la profunda ambivalencia de la industria frente a la Inteligencia Artificial, porque mientras los estudios condenan públicamente el uso de sus marcas para entrenar modelos de IA sin permiso, parecen dispuestos a tolerar la existencia de este contenido sintético siempre y cuando puedan capturar una parte de los beneficios económicos que genera.
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