A comienzos de febrero, PUBG lanzó con bombos y platillos su mas reciente parche con nuevas medidas anti-tramposos. A pesar de que dicho sistema estaba funcionando bien, la compañía decidió dar un paso a atrás y remover dicha protección dejando el juego como antes debido a "problemas de compatibilidad".
En una publicación la compañía indicó que "a pesar de su efectividad bloqueando trampas, hemos decidido retroceder en nuestra última actualización. Continuaremos trabajando en resolver los inconvenientes causados por este. Habrá que descargar un pequeño parche por ahora. Nos disculpamos por los problemas".
Entre los principales problemas causados el parche los jugadores sufrían de crasheos de la aplicación y en otros casos, el juego ni siquiera se abría. No hay una fecha estimada de cuando podría regresar el parche en cuestión. El mismo parche en cuestión fue retrasado a última hora por "fallas inesperadas".
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