Mientras las críticas contra Xbox Game Pass se intensifican por sus efectos en el modelo de negocios de la industria, un analista de renombre ha desviado la atención hacia un enemigo aún más dominante: los juegos como servicio. Según sus datos, estos títulos estarían absorbiendo casi la mitad del tiempo de juego en consolas, eclipsando el impacto de cualquier modelo de suscripción.

Un modelo en crisis y un culpable mal identificado
En los últimos meses, Xbox Game Pass ha estado en el centro del debate sobre los problemas que enfrenta la industria del videojuego. Muchos apuntan a su modelo de suscripción como una de las causas de la caída en ventas de juegos individuales y la falta de sostenibilidad para los estudios. Esto ha sido alimentado por la ola de despidos en Microsoft, que incluyó el cierre de estudios y la salida de cerca de 9.000 empleados.
Voces como la del creador de Arkane, Raphael Colantonio, han calificado a Game Pass como un “modelo insostenible que ha dañado a la industria durante una década”. Y, aunque el servicio de suscripciones sigue rompiendo récords de gasto mensual, el analista Mat Piscatella afirma que otro fenómeno, que ha pasado más desapercibido, es un problema aún mayor para la industria.

Fortnite y Marvel Rivals, los verdaderos gigantes
El analista de Circana, Mat Piscatella, sostiene que el problema no está en los servicios de suscripción, sino en el dominio absoluto de los juegos como servicio en plataformas como PlayStation y Xbox. Estos títulos concentran la mayoría del tiempo de juego, dejando poco espacio para nuevas experiencias.
“Los 10 juegos de servicio en vivo que absorben casi la mitad de todas las horas de juego de los ecosistemas de PS y XBX antes de que cualquier otro juego pueda siquiera tener una oportunidad, es una amenaza mucho mayor que el modelo de suscripción, en mi opinión, pero qué sé yo”, declaró Piscatella, en una crítica directa al panorama actual.
Fortnite, por ejemplo, ofrece contenido prácticamente ilimitado de forma gratuita, lo que lo convierte en un rival casi invencible para cualquier nuevo lanzamiento. Y aunque muchos juegos intentan replicar su éxito (como XDefiant, Rumbleverse o Concord), la mayoría fracasan y son abandonados a los pocos meses de su lanzamiento.

Dudas legítimas sobre la sostenibilidad de los modelos actuales
Lanzar juegos first-party en Game Pass desde el primer día puede parecer atractivo para los jugadores, pero se vuelve insostenible cuando esos títulos deben competir por atención contra gigantes como Fortnite, que ofrecen contenido constante, gratuito y altamente adictivo. Muchos juegos disponibles en Game Pass simplemente no logran romper esa barrera de visibilidad o retención.
La paradoja es clara: aunque el modelo de suscripción facilita el acceso y fomenta una mayor variedad de lanzamientos, los hábitos de los jugadores están cada vez más concentrados en experiencias persistentes. Esto dificulta que los estudios recuperen sus inversiones, y obliga a replantear si el verdadero problema es Game Pass… o la manera en que el tiempo de juego se ha vuelto un recurso finito, capturado por un puñado de títulos eternos.
Xbox no tomaría en cuenta el dinero que pierde al lanzar sus juegos en Game Pass el día de estreno, lo que ha puesto en duda la rentabilidad del servicio
A pesar de ser una de las compañías más grandes del mundo, Microsoft tomó la controversial medida de eliminar más de 9000 puestos de empleo en su división de videojuegos y otras organizaciones. Esta situación desafortunada hizo que los expertos cuestionaron el papel que desempeña Xbox Game Pass y su posible impacto negativo.
Es justo decir que el servicio de suscripción es una alternativa muy llamativa, especialmente para los jugadores que no pueden darse el lujo de pagar por grandes títulos AAA y propuestas independientes. La idea de acceder a un gran catálogo de lanzamientos es, en pocas palabras, irresistible.
Dicho esto, muchos se preguntan cómo es posible que una iniciativa como Xbox Game Pass resulte rentable para Microsoft, especialmente si se considera que todos los juegos first-party de la compañía se incorporan directamente al catálogo rotativo. Un nuevo análisis podría revelar una verdad bastante oscura e inesperada. Leer nota completa acá.

