Gracias al inesperado repunte de su plataforma AM4, AMD arrasa con el 91% del mercado, convertida en refugio para los usuarios ante los precios prohibitivos de la memoria RAM, un escenario que deja a Intel en una posición crítica, relegada a una cuota marginal inferior al 9% frente a la eficiencia y el valor de su rival.
Si bien Intel aún conserva una cuota de mercado global significativa, la realidad en el sector de hardware de PC de alto rendimiento cuenta una historia muy diferente, donde AMD se ha establecido como el proveedor líder indiscutible tanto en equipos personales como en centros de datos. Firma dirigida por Lisa Su que, según los analistas, ha logrado capitalizar las debilidades de su competidor en el segmento de servidores, donde las líneas EPYC y Ryzen Threadripper ofrecen una relación rendimiento-precio y una velocidad muy superiores a los equivalentes Intel Xeon.
Y paralelamente, en el mercado de consumo, los procesadores de AMD lideran gracias a una combinación letal de eficiencia, precios competitivos y una arquitectura X3D que domina en gaming, a lo que se suma la pérdida de confianza en Intel debido a los problemas de inestabilidad reportados en sus generaciones Core 13ª y 14ª. Sin embargo, el cierre de 2025 ha traído un fenómeno inesperado, el resurgir de la “vieja guardia” AM4, plataforma que se esperaba comenzara a estar olvidada.
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El coste de la memoria frena la adopción de nuevas tecnologías
La última semana del año suele ser sinónimo de un auge en el consumo, impulsado por las festividades navideñas, un momento en el que el gasto en regalos y caprichos personales alcanza su punto álgido. Un PC nuevo o una actualización de componentes es un regalo habitual en estas fechas, pero la situación económica actual del mercado de hardware ha frenado el entusiasmo de muchos.
Y es que con los precios de la memoria RAM escalando a niveles prohibitivos, una gran parte de los consumidores ha perdido el interés en actualizar sus equipos a la última generación, prefiriendo esperar a que la tendencia inflacionista se revierta, aunque los analistas sugieren que esta subida es una tendencia a largo plazo.
Esta coyuntura ha obligado a los usuarios a buscar alternativas creativas para sortear el “impuesto” de la memoria DDR5, necesaria para las plataformas más modernas como el socket AM5 de AMD o el LGA 1851 de Intel e incluso, algunos han intentado soluciones poco ortodoxas, como adquirir memoria RAM de portátil (SO-DIMM) y utilizar adaptadores para integrarlas en PC de escritorio, sacrificando latencias y frecuencias base en el proceso.
Sin embargo, la solución más pragmática y sencilla ha sido evitar la DDR5 por completo., siendo aquí donde la longevidad de la plataforma AM4 de AMD brilla con luz propia. En lugar de forzar la compra de los procesadores más recientes, los usuarios están redescubriendo CPUs de hace algunos años que, sorprendentemente, siguen ofreciendo un rendimiento excepcional para las tareas modernas. Esta estrategia permite mantener o adquirir memoria DDR4, mucho más económica y accesible, lo que ha generado un cambio notable en las estadísticas de ventas durante el cierre de 2025.
Las cifras de Mindfactory confirman el dominio rojo
Los datos proporcionados por el minorista alemán Mindfactory, compartidos por el usuario de X TechEpiphanyYT (vía Tech4Gamers) correspondientes a la semana 51 de 2025 son demoledores y reflejan con precisión este comportamiento del consumidor, ya que AMD no solo lidera, sino que acapara el mercado con una cuota total del 91,45%. Desglosando estas cifras, se observa que, aunque la plataforma moderna AM5 sigue siendo mayoritaria con 1.210 unidades vendidas (un 57,45% del total), la veterana plataforma AM4 ha logrado capturar un impresionante 34% de las ventas totales, con 715 unidades despachadas.
Este volumen de ventas en la gama media y de entrada, impulsado por el precio asequible de los chips AM4, provocó que el precio medio de venta por procesador AMD cayera a 259 euros y en el ranking de los más vendidos, el Ryzen 7 9800X3D se corona como el rey absoluto con 390 unidades (18,2% del total), seguido de lejos por el Ryzen 7 7800X3D. Sin embargo, el tercer puesto es para el Ryzen 7 5700X (AM4) con 160 unidades, lo que demuestra la vigencia de esta arquitectura. Incluso se pueden encontrar modelos con más de cinco años de antigüedad, como el Ryzen 5 3400G, vendiéndose al mismo ritmo que los mejores modelos de la competencia.
Para cerrar, la situación para Intel es crítica según estos datos, ya que el gigante azul apenas logró retener un 8,55% de las ventas totales, con tan solo 180 unidades distribuidas a un precio medio de 248 euros. Sus ventas se fragmentan entre 130 unidades para el socket 1700 y unas anecdóticas 50 unidades para el nuevo socket 1851.
El dato más revelador de la debacle es que el procesador más vendido de Intel, el i7-14700KF, apenas movió 20 unidades, una cifra insignificante comparada con el volumen que maneja su rival, quien ve como su plataforma anterior sigue estando inesperadamente totalmente presente de cara al 2026.
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