Ha pasado un año, pero Stop Killing Games ha alcanzado su objetivo de juntar 1.4 millones de firmas en su petición a la Unión Europea

Ha pasado un año, pero Stop Killing Games ha alcanzado su objetivo de juntar 1.4 millones de firmas en su petición a la Unión Europea

La campaña Stop Killing Games alcanzó las 1.4 millones de firmas en su petición dirigida a la Unión Europea, buscando garantizar que los videojuegos comprados sigan siendo jugables incluso tras el cierre de servidores.  Durante los últimos meses, el movimiento Stop Killing Games ha crecido de forma exponencial en toda Europa, reuniendo apoyo de jugadores, […]

Por Freddy Hurtado el 21/07/2025

La campaña Stop Killing Games alcanzó las 1.4 millones de firmas en su petición dirigida a la Unión Europea, buscando garantizar que los videojuegos comprados sigan siendo jugables incluso tras el cierre de servidores. 

Durante los últimos meses, el movimiento Stop Killing Games ha crecido de forma exponencial en toda Europa, reuniendo apoyo de jugadores, desarrolladores y defensores del consumidor. Su objetivo es claro: impedir que las compañías de videojuegos retiren títulos adquiridos por los usuarios sin ofrecer alternativas viables para seguir jugándolos.

Ahora, a solo días del cierre de la campaña, la petición superó el umbral crítico para que la Comisión Europea actúe. Con 1.4 millones de firmas reunidas, el movimiento se perfila como una de las campañas más importantes en la historia reciente del gaming europeo en defensa del acceso a los videojuegos comprados.

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El impulso final y una meta que ya hizo historia

La cuenta oficial de Stop Killing Games celebró el crecimiento explosivo de la campaña. El 20 de julio, anunció que en solo 17 días habían pasado de un millón a 1.4 millones de firmas. Aunque ya habían superado el umbral mínimo requerido, el objetivo era claro: crear un “colchón” ante posibles firmas inválidas.

“¡De 1 millón a 1,4 millones en 17 días! ¡Increíble! ¡Apueste por 1,5-1,6 millones para que los políticos presten más atención”, escribió el equipo de la campaña en su cuenta oficial de X.

Pese al éxito alcanzado, la campaña no ha bajado los brazos. Aún hay tiempo hasta el 31 de julio para firmar, y los organizadores continúan animando a jugadores, familiares y simpatizantes a sumarse al movimiento antes de que cierre el proceso oficial de recolección.

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Qué exige la campaña y qué no: desmontando mitos

El reclamo central de Stop Killing Games no es retroactivo ni pretende obligar a que todos los juegos antiguos vuelvan a estar disponibles. El enfoque está puesto en el futuro: que los juegos con servicios en línea sean diseñados de forma que sigan siendo jugables cuando sus servidores se apaguen.

Las propuestas van desde incluir un modo offline en títulos de un solo jugador, hasta permitir que la comunidad cree y mantenga servidores no oficiales para mantener vivos los juegos multijugador. De esta forma, los usuarios conservarían el acceso a lo que compraron, incluso en contextos limitados.

“Existe una gran posibilidad de que la Comisión Europea apruebe una nueva ley que proteja los derechos del consumidor y promueva la preservación digital de forma masiva”, explicó la organización en su sitio web oficial.

La campaña ha superado el 140% de su meta, alcanzando 1.407.093 firmas, cifra que sigue aumentando
La campaña ha superado el 140% de su meta, alcanzando 1.407.093 firmas, cifra que sigue aumentando

Resistencia de la industria, apoyo político 

El apoyo popular ha sido tan contundente que incluso figuras políticas comenzaron a sumarse públicamente. Nicolae Stefanuta, vicepresidente del Parlamento Europeo, expresó su respaldo en redes sociales y afirmó que “los videojuegos les pertenecen a los usuarios”, tras firmar la petición.

Sin embargo, grandes compañías como Activision, Nintendo, Microsoft, Riot Games y Ubisoft han calificado la campaña como “desproporcionada”. Incluso Yves Guillemot, CEO de Ubisoft, señaló que “el soporte para todos los juegos no puede durar para siempre”, sin referirse a las soluciones planteadas por el movimiento.

Puedes leer: Activision, Nintendo, Microsoft, Riot Games, Ubisoft y más empresas rechazan la campaña Stop Killing Games: “la petición es desproporcionada”

Estas posturas han sido interpretadas como una desconexión entre la industria y su base de usuarios, algo que ha impulsado aún más la campaña. Cada firma representa una demanda concreta: que los videojuegos no desaparezcan del todo solo porque sus servidores fueron desconectados.

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Un debate necesario sobre propiedad, acceso y cultura digital

La iniciativa Stop Killing Games no solo plantea un reclamo técnico, sino también cultural. A medida que los videojuegos se consolidan como una forma de arte y expresión, crece la necesidad de preservarlos y garantizar que quienes los compraron no pierdan su acceso de forma arbitraria.

Lo que comenzó como una campaña de nicho se ha transformado en una discusión de peso dentro del Parlamento Europeo. Con el respaldo ciudadano superando ampliamente el millón de firmas, ahora es la Comisión Europea la que deberá decidir si proteger a los consumidores frente a prácticas que, hasta ahora, han escapado a la legislación.

Fuente



Streamer que se opuso públicamente a la campaña Stop Killing Games pierde más de 100 mil suscriptores en Youtube tras la polémica

Luego de un cruce de varios dichos polémicos entre él y quienes están detrás del movimiento Stop Killing Games (SKG), se ha reportado que Pirate Software ha perdido más de 100 mil suscriptores en su canal de YouTube, en un lapso de apenas dos semanas. Todo aquello, al parecer, en medio de una creciente controversia relacionada con la iniciativa, la cual busca frenar el cierre forzado de videojuegos por decisiones corporativas. Leer nota completa acá.

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