Aunque fue una iniciativa no oficial, la experiencia de hacer jugar Pokémon Azul a Gemini, el modelo de inteligencia artificial de Google, se convirtió en objeto de análisis formal por parte de Google DeepMind. Los resultados revelan tanto avances sorprendentes como comportamientos curiosamente “humanos”, entre ellos momentos de pánico y una sensibilidad excesiva hacia sus propios Pokémon.

Una IA con múltiples personalidades y funciones
El experimento fue impulsado por Joel Zhang, un ingeniero de software independiente, quien hizo jugar a Gemini 2.5 Pro en su canal de Twitch Gemini_Plays_Pokemon. Utilizando capturas de pantalla y datos del juego, Gemini analizaba el entorno y decidía sus movimientos en tiempo real.
Para enfrentar los desafíos de Pokémon Azul, como los paneles deslizantes de la Guarida Rocket o los acertijos de la Calle Victoria, Zhang dividió las tareas entre múltiples instancias de Gemini. Algunas se especializaban en resolver acertijos, mientras la instancia principal tomaba decisiones estratégicas, incluso decidiendo cuándo consultar a sus “expertos”.

De 813 a 406 horas: un aprendizaje visible
En su primer intento, Gemini necesitó 813 horas para completar el juego, con algunas correcciones mínimas por parte de Zhang para evitar bugs. La segunda vez, utilizando una versión más avanzada del modelo y sin intervención humana, logró terminarlo en 406 horas y media.
Durante este segundo intento, Gemini mostró una capacidad superior para sostener tareas de largo plazo. Fue capaz de adquirir objetos clave como las MT y MO necesarias para avanzar, y completar el juego manteniendo siempre en mente el objetivo final: convertirse en Campeón de la Liga Pokémon.

Momentos de pánico y conductas sobreprotectoras
Uno de los aspectos más llamativos reportados por Google DeepMind fue la tendencia de Gemini a entrar en estado de pánico cuando sus Pokémon estaban debilitados. Repetía frases como “¡Hay que curarlos ya!” y escapaba de las mazmorras usando técnicas como Excavar o el Cuerda Huida.
Esta reacción también provocaba una caída en sus habilidades de razonamiento. En momentos críticos, la IA olvidaba consultar a sus asistentes especializados, lo que llevaba a errores de juicio. El público de Twitch, atento al desempeño, reconocía estas crisis emocionales en tiempo real.
Más que una competencia entre IAs
El proyecto se inspiró en ClaudePlaysPokemon, un experimento similar con la IA Claude de Anthropic. Sin embargo, Zhang dejó claro que su iniciativa no pretende comparar directamente ambos modelos, ya que utilizan herramientas e interfaces distintas.
Lo que sí destaca es que Gemini logró completar el juego dos veces, mostrando cómo puede adaptarse, aprender y superar obstáculos. Aun con fallos y momentos torpes, la iniciativa despertó la atención de Google DeepMind, que ahora considera los juegos como un nuevo campo para evaluar la toma de decisiones en inteligencia artificial.
Jefe de Epic Games cree que la IA permitirá a creadores indie hacer juegos tan grandes como The Legend of Zelda: Breath of the Wild
La IA avanza a pasos agigantados y es evidente que llegó para quedarse, a pesar de toda la conversación que se formó a su alrededor. Epic Games es uno de los principales promotores de esa tecnología, e incluso el jefe de la compañía cree que será de gran utilidad para los pequeños estudios.
Mucho se ha dicho sobre el uso de la inteligencia artificial y sus posibles implicaciones éticas. En el terreno de los videojuegos, los consumidores temen que ese tipo de herramientas desplacen a los desarrolladores humanos y, en última instancia, deriven en productos de mala calidad.
Tim Sweeney está en desacuerdo con tales afirmaciones, y de hecho opina que los creadores independientes podrán beneficiarse de la tecnología para crear proyectos de la talla de The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

