China ha iniciado los envíos de sus GPU Lisuan G100 a clientes profesionales, desafiando el dominio de NVIDIA y AMD con una arquitectura propia de 6nm, con muchos esperando su llegada al mercado masivo a principios de 2026, destacando su innovadora compatibilidad con “Windows on ARM” y un rendimiento competitivo en gama media.
El mercado de semiconductores asiático ha marcado un nuevo hito recién comenzando esta semana, ya que la serie de unidades de procesamiento gráfico (GPU) Lisuan G100, largamente promocionada como la respuesta de China a la hegemonía occidental de NVIDIA y AMD en el sector gráfico, ha comenzado oficialmente su distribución a clientes locales, siendo un movimiento que sugiere que la disponibilidad minorista es inminente y representa un cambio significativo en la industria.
Y es que según los reportes, a diferencia de intentos anteriores que no lograron cumplir con las expectativas de rendimiento, la arquitectura de Lisuan promete ser un contendiente legítimo. Aunque el enfoque inicial parece estar dirigido a sectores corporativos específicos, la llegada de este hardware valida años de desarrollo y señala que la producción en masa, que comenzó en septiembre de 2025, avanza según lo previsto para impactar el mercado de consumo general a principios del próximo año.
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Desembarco inicial en el sector profesional y potencia técnica
Aunque la comunidad de jugadores observa con atención, el despliegue inicial de la serie G100 tiene una naturaleza estratégica diferente, ya que los primeros lotes no están destinados a las estanterías de las tiendas de electrónica, sino que se han asignado a clientes especializados en “gemelos digitales”. Esto indica que, en esta primera fase, la prioridad de Lisuan es satisfacer la demanda de cargas de trabajo profesionales y de simulación industrial.
Sin embargo, los analistas coinciden en que esto es solo el preludio de algo grande e interesante, adelantando que el modelo 7G100 ha sido exhibido anteriormente como una solución orientada al gaming, lo que confirma que el objetivo final sigue siendo el lucrativo segmento de consumo masivo. A esto se le suma que al analizar las especificaciones técnicas bajo el chasis, la variante Lisuan 7G106 demuestra por qué se le considera un rival digno para las tarjetas de la serie 60 de NVIDIA.
Fabricada bajo el proceso de nodo de 6 nanómetros (N6) de TSMC, la tarjeta cuenta con una arquitectura interna propia que incluye 12 GB de memoria GDDR6 operando sobre una interfaz de bus de 192 bits. Con un TDP máximo de 225W alimentado por un conector de 8 pines, 192 unidades de texturizado (TMUs) y 96 unidades de renderizado (ROPs), el hardware ofrece una base sólida para el rendimiento moderno.

Además, la compañía ha desarrollado su propia tecnología de escalado de imagen, denominada NRSS, la cual claramente llegará para competir con sus pares de NVIDIA y AMD, cerrando la brecha de software que a menudo ha sido el talón de Aquiles de los nuevos competidores en el mercado gráfico.
La apuesta por “Windows on ARM” y el futuro del mercado
Junto a lo anterior, quizás el aspecto más disruptivo de la serie Lisuan G100 no sea su potencia bruta, sino su compatibilidad pionera, GPUs que podrían convertirse en una de las primeras plataformas discretas del mundo en ofrecer soporte nativo para la iniciativa “Windows on ARM”. Esto implica una ventaja táctica significativa, los cuales son los sistemas basados en arquitectura ARM, cada vez más populares en China y que podrían utilizar las tarjetas G100 para obtener un rendimiento gráfico de primer nivel.
Algo que ha sido una capacidad que las soluciones actuales de NVIDIA y AMD aún no han demostrado con la misma eficacia en este ecosistema específico y dada la proliferación de CPUs ARM en el mercado asiático, esta característica podría ser el catalizador para una adopción masiva.

Para finalizar, si los primeros benchmarks se mantienen consistentes, situando a la Lisuan 7G106 en un rendimiento respetable frente a la gama media occidental, China habrá logrado finalmente producir una tarjeta gráfica que no solo funciona, sino que compite. Con la producción en masa ya establecida y los canales de distribución profesional activos, se espera que los modelos lleguen al mercado minorista doméstico en el primer trimestre de 2026, ofreciendo a los consumidores una tercera vía en un mercado que ha estado polarizado durante décadas.
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