Un reciente estudio de Ampere Analysis reveló que las adaptaciones televisivas de videojuegos han impulsado en promedio un 203% el número de jugadores en sus respectivas franquicias, superando ampliamente a las películas, que apenas alcanzan un aumento promedio del 48%.
El vínculo entre videojuegos y entretenimiento audiovisual se ha vuelto más fuerte que nunca, con estudios de Hollywood apostando cada vez más por llevar franquicias al formato de series y películas. Este fenómeno, sin embargo, no solo afecta a la audiencia televisiva, sino que también está dejando una huella profunda en la propia comunidad gamer.
De acuerdo con un informe de Ampere Analysis, las adaptaciones en formato de serie han demostrado ser especialmente efectivas en revitalizar franquicias, atrayendo tanto a nuevos jugadores como a antiguos seguidores. El crecimiento en el número de usuarios ha superado ampliamente las expectativas y ya marca una tendencia en la industria.
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El impacto de las series en los videojuegos
El informe reveló que, en promedio, las series de videojuegos impulsan un crecimiento del 203% en la base de jugadores de cada franquicia, con picos que alcanzan hasta un 490%.
Uno de los casos más llamativos es Fallout, cuya serie en Prime Video atrajo a 14 millones de jugadores a los distintos títulos de la franquicia. Antes de su estreno, los juegos registraban 2,85 millones de usuarios mensuales, cifra que se disparó a 16,84 millones tras el lanzamiento del programa.
Otro ejemplo destacado es The Last of Us, cuya adaptación televisiva provocó un aumento promedio del 150% en el número de jugadores. A su vez, Devil May Cry en Netflix consiguió un crecimiento de 2,26 millones de jugadores mensuales, lo que representó un 359% más respecto a sus cifras previas. Estos casos consolidan a la televisión como el medio más efectivo para ampliar la base de jugadores.
El contraste con el cine y lo que viene
Si bien las películas basadas en videojuegos han alcanzado éxitos de taquilla, su impacto en el número de jugadores ha sido más limitado. El promedio de crecimiento registrado es del 48%, con ejemplos como Minecraft, que pese a recaudar 955 millones de dólares en cines, solo elevó en un 30% su base de jugadores.
Ante estos datos, las productoras y estudios están apostando con más fuerza por las series, una tendencia que se refleja en los próximos lanzamientos. Se esperan estrenos como Splinter Cell en Netflix, una adaptación en formato anime de Sekiro: Shadows Die Twice a cargo de FromSoftware, y una serie de Life is Strange, que muchos consideran perfecta para este tipo de formato.
Un futuro de adaptaciones
El éxito de Fallout, The Last of Us y Devil May Cry marca un precedente claro: las adaptaciones televisivas de videojuegos no solo triunfan como productos audiovisuales, sino que además revitalizan a sus franquicias en el mercado gamer. Ante este panorama, todo indica que la “moda” de las series se transformará en una estrategia de largo plazo para la industria.
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