Un YouTuber decidió experimentar con la refrigeración extrema de hardware y sumergió una tarjeta gráfica Nvidia GTX 1060 en aceite de transmisión automática (ATF), logrando hasta un 16 % más de rendimiento. El curioso método, combina componentes de automóvil con una GPU de consumo para mejorar la estabilidad y velocidad del sistema.
El overclocking y la refrigeración no convencional son prácticas comunes entre entusiastas del hardware, siempre en busca de exprimir cada gota de potencia de sus equipos. Desde sistemas de refrigeración líquida hasta soluciones con nitrógeno líquido, la creatividad no tiene límites en este ámbito.
En esta ocasión, un creador de contenido llevó la experimentación más lejos al utilizar un fluido propio del mundo automotriz. Su proyecto, documentado en YouTube consistió en usar aceite de transmisión automática como medio de enfriamiento para una GPU Nvidia GTX 1060.
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Una GPU sumergida en aceite de transmisión
El procedimiento no fue sencillo. El YouTuber TrashBench colocó una tarjeta gráfica ROG Strix GTX 1060, reducida a su PCB y disipador, dentro de un contenedor plástico transparente. Para conectarla al resto del equipo utilizó un cable PCIe riser, manteniendo la placa base fuera del depósito y aislada de los líquidos.
Después llenó la mitad del recipiente con ATF, un fluido diseñado para lubricar y enfriar sistemas de transmisión de autos, y añadió una bomba sumergible para circular el líquido. El sistema se completó con un radiador de automóvil, encargado de mantener el aceite a baja temperatura y permitir un ciclo constante de enfriamiento.
Resultados: entre lo sorprendente y lo práctico
El experimento arrojó resultados positivos. En diversas pruebas de juegos y benchmarks, la GPU mostró un aumento estable de alrededor del 10 %, alcanzando picos de hasta un 16 % en 3DMark. El secreto estuvo en que la tarjeta mantuvo un boost clock sostenido de 2.160 MHz gracias a la refrigeración uniforme.
El mismo método fue probado con una Nvidia GTX 1080 Ti, aunque el beneficio fue menor, limitado a un incremento máximo del 7 %. Aun así, los resultados confirman que el aceite de transmisión puede funcionar como un refrigerante alternativo viable, aunque claramente poco práctico para la mayoría de los usuarios.
Una comunidad apasionada
Este tipo de experimentos reflejan el ingenio y la pasión de la comunidad por llevar la tecnología más allá de los límites convencionales. Mientras las RTX 5000 de Nvidia enfrentan críticas por problemas de cables y sobrecalentamiento, una vieja GTX 1060 demuestra que, con creatividad, se pueden alcanzar mejoras inesperadas.
Aunque difícilmente se convierta en una tendencia, la idea deja claro que en el mundo del gaming no todo está escrito.
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