Sony planea reforzar su presencia en el sector del entretenimiento adquiriendo propiedades intelectuales en videojuegos, cine y anime. La medida busca reducir la dependencia de crear nuevas franquicias y responder a la ventaja que han tomado rivales como Microsoft.
En los últimos años, Sony ha buscado expandirse más allá de la creación de consolas y juegos propios, explorando cada vez más su potencial como empresa de entretenimiento integral. Sin embargo, su portafolio de propiedades intelectuales se ha visto limitado frente a la magnitud de los movimientos de compañías como Microsoft.
De acuerdo con Nikkei Asia, la compañía japonesa planea un cambio estratégico: apostar por la compra de IPs ya consolidadas, en lugar de depender solo del desarrollo interno de nuevas marcas. Esta estrategia, descrita por un veterano de la empresa como la evolución hacia un “conglomerado de entretenimiento”, refleja la intención de Sony de ampliar su alcance en distintas áreas.
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La nueva estrategia de Sony
El informe de Nikkei Asia detalla que Sony no solo apunta a fortalecer su área de videojuegos, sino también a expandirse en cine, anime y otros sectores de entretenimiento. La firma ya posee participaciones importantes en estudios como FromSoftware y Bandai Namco, pero su nueva prioridad es adquirir directamente IPs para tener control total sobre ellas.
Con este enfoque, Sony busca competir en mejores condiciones frente a Microsoft, que gracias a adquisiciones de gran magnitud cuenta hoy con una biblioteca más amplia y variada de franquicias. La compra de IPs en vez de acciones representa un cambio significativo para la compañía japonesa, que quiere garantizar un flujo constante de contenidos bajo su sello.
Posibles adquisiciones
Uno de los escenarios más comentados es la posibilidad de que Electronic Arts se convierta en un objetivo indirecto. EA fue adquirida recientemente en un acuerdo de 55 mil millones de dólares, quedando con una deuda de 20 mil millones. Para hacer frente a esta situación, la compañía podría vender parte de sus franquicias más reconocidas, como Dragon Age o Mass Effect.
Además de EA, WB Games aparece como otra alternativa. Su empresa matriz está en negociaciones para fusionarse con Paramount, lo que podría abrir la puerta a una venta parcial o total de sus propiedades. Este contexto genera un terreno fértil para que Sony adquiera franquicias clave y consolide su portafolio de entretenimiento.
Oportunidades y desafíos internos
Mientras analiza adquisiciones externas, Sony mantiene parte de su catálogo en pausa, con varias IPs propias que llevan años inactivas. En paralelo, sigue apostando por adaptaciones live action de sus franquicias más populares, con el objetivo de mantenerlas vigentes en distintos formatos y llegar a un público más amplio.
En el aspecto financiero, la compañía decidió dividir su subsidiaria Sony Financial Group, valorada en alrededor de 9,5 mil millones de dólares. Con esta maniobra, busca reducir el llamado “descuento de conglomerado” que ha afectado el precio de sus acciones, otorgándole mayor flexibilidad para futuras compras estratégicas.
Sony claramente quiere transformarse en un “conglomerado de entretenimiento”. Si logra consolidar más franquicias clave en videojuegos, cine y anime, no solo equilibrará la balanza frente a Microsoft, sino que también se posicionará como un actor esencial en la próxima etapa de la industria global del entretenimiento.
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