Life is Strange es una de las franquicias de aventuras gráficas más reconocidas de los últimos años, obteniendo reconocimiento con una narrativa compleja basada en conflictos éticos y relaciones de distinto tipo entre personajes, lo que se combina con elementos sobrenaturales que permiten jugar con la toma de decisiones a lo largo de los juegos, lo cual es el foco principal. Sin embargo, uno de los atractivos principales de la saga ha sido la representación LGBTQ+ dentro de la franquicia, algo que atrajo a una enorme cantidad de jugadores, sin saber que Square Enix, distribuidor de la saga, no se ha mostrado muy contento con esta situación.
Luego de la ola de despidos que sufrió Deck Nine, el estudio detrás de Life is Strange, múltiples trabajadores reportaron que Square Enix se mostró reacio a que Life is Strange fuera etiquetado como "el juego gay", a pesar de la importancia de la representación para la serie. Varios desarrolladores anónimos han afirmado que la compañía estaba demasiado involucrada en crear un guion práctico y parecía desinteresada en promover una representación precisa y diversa dentro del juego. Mallory Littleton, diseñadora narrativa que trabajó en varios juegos de la saga, aseguró que Square Enix le prohibió a los trabajadores de Nine Deck que hablaran sobre la sexualidad de Alex Chen, la protagonista de Life is Strange:True Colors, en las guías de prensa, prohibición que solo fue cambiada luego de que el título tuviera una valoración positiva hacia la representación del personaje.
Las tensiones internas en el equipo de desarrollo, Deck Nine, también salen a la luz, ya que, además de esta prohibición de tratar la sexualidad de los personajes, siendo esta uno de los puntos más atractivos de la franquicia para muchos jugadores, trabajadores reportaron una enorme cantidad de problemas con directores y trabajadores en mayores cargos de Square Enix: comportamientos tóxicos, lideres abusivos que fueron protegidos frente a acusaciones, sueldos bajos, horas extras y cargas de trabajo excesivas, imposibilidad para conseguir ascensos, acoso laboral, transfobia, racismo y tratos sexistas.
Si esto no fuera suficiente para el equipo de Deck Nine, se suman los hallazgos de simbología supremacista dentro de los títulos: mientras se encontraban en el desarrollo del próximo juego de la franquicia Life is Strange, desarrolladores encontraron referencias al numero 88 dentro del juego, el cual es conocido como una referencia al saludo nazi, lo que fue reportado a los jefes como una broma menor de algún miembro del equipo desconocido; sin embargo, durante las siguientes semanas comenzaron a aparecer símbolos más evidentes de supremacía blanca, como memes racistas, el número 18 (código alfanumérico para Adolf Hitler), y la runa de Hagal, la cual fue adoptada por el partido nazi como símbolo de devoción al partido. Las personas que encontraron todas estas marcas dentro del juego en desarrollo afirmaron preocupación de que alguien del estudio o la compañía añadiera toda esta simbología en un juego que promueve la representación para convertirlo en un objetivo para supremacistas blancos.
Elizabeth Ballou, ex diseñadora narrativa de Deck Nine, asegura que a pesar de haber creído que estas situaciones fueron consideradas como coincidencias desafortunadas y fueron eliminadas o corregidas para evitar inconvenientes, estas volvieron a aparecer en el desarrollo del juego y, aunque esto fue reportado a sus jefes, los meses pasaron y no se hizo nada al respecto. Por su parte, los trabajadores de Deck Nine han hecho lo posible para mantenerse unidos y evitar que estos ataques destruyan el trabajo de futuros juegos y franquicias.e
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