por
Llegar al E3 es
un concepto que alguien que jamás ha participado de un evento así no entiende
hasta que lo vive. De entrada el Convention Center de LA es enorme y con enorme
me refiero a que realmente personas pueden morir tratando de llegar de un
extremo al otro del lugar. Claro que hoy domingo el lugar se encontraba
completamente desierto, debido a que, por un lado, el E3 no comenzará sino
hasta el martes y, por el otro, toda la actividad fuerte se encontraba en otro
lugar de la misma cuadra, ya que los Lakers y los Celtics se encontraban disputándose
el quinto partido en las finales de la NBA en el Staples Center.
Sin embargo, a
pesar de la ausencia de movimiento, periodistas, fanáticos y expositores, el
lugar tiene cierta magia residual, cierto encanto que no puede ser ignorado. De
entrada se encuentran todas las mantas que adornan al Centro de Convenciones,
encabezadas por la mega manta que, de nuevo, Ubisoft consiguió y se encuentra
publicitando la más reciente aventura de Ezio Auditore: Assassins Creed:
Brotherhood, además de que los edificios circundantes se encontraban
invadidos por anuncios de algunos de los juegos más esperados y publicitados del
evento, como Call of Duty: Black Ops, Ghost Recon: Future Soldier, Crysis 2
e incluso un anuncio impresionante de PlayStation Move.
Desafortunadamente
para mi, el único que parecía compartir mi desorbitante alegría era Guaripolo,
ya que los demás integrantes del equipo, grandes veteranos del evento, parecían
haber desarrollado una coraza de inmunidad ante la maravilla que se extendía
sobre nuestro horizonte, así que, mientas los demás preparaban la cámara y el
equipo para grabar un pequeño video, nuestro valiente diseñador y un servidor
escapamos por la izquierda del escenario para tomarnos un par de fotos conmemorativas.
Quizás suene impresionado -no lo negaré-, pero cuesta pensar que el evento no
comenzará sino hasta dentro de dos días y será entonces cuando su verdadero
hechizo descienda sobre nosotros.
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