Un fanático de Pokémon halló en su armario una copia sellada de Pokémon Azul de 1998 con un error de impresión en el empaque. Este detalle convierte el juego en una pieza de colección sumamente rara, cuyo valor podría alcanzar hasta 126 mil dólares en el mercado especializado.
Las copias antiguas de videojuegos suelen aumentar su valor con el paso del tiempo, especialmente si se mantienen en buenas condiciones y, más aún, si poseen características únicas que las hacen destacar frente a las ediciones convencionales. Casos como estos han convertido al coleccionismo en un mercado cada vez más competitivo y sorprendente.
Así fue como un usuario de Reddit, identificado como sausagenpeppers, descubrió que un regalo de Navidad olvidado desde 1998 se transformó en un auténtico tesoro. Lo que parecía una simple copia de Pokémon Azul terminó siendo una versión rara que nunca debió salir de la línea de impresión.
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El hallazgo inesperado
Según el relato publicado en Reddit, el juego fue parte de un regalo navideño compartido con su hermana a finales de los noventa. Mientras dos copias de Pokémon Rojo y otra de Pokémon Azul fueron abiertas y jugadas, una última copia de Azul quedó guardada en un clóset durante más de 25 años.
Al revisarla recientemente, el coleccionista notó, gracias a la comunidad, que el empaque tenía un error único: en la parte trasera de la caja, el texto hacía referencia a Pokémon Rojo en lugar de Azul. Aunque la diferencia parece mínima, en el mundo del coleccionismo de videojuegos estas variaciones son las que elevan su valor a cifras extraordinarias.
Un error que multiplica su valor
Las copias estándar de Pokémon Azul ya son buscadas por coleccionistas, pero una versión sellada con este error de impresión puede alcanzar hasta 126.000 dólares, dependiendo de su estado. En este caso, la caja permaneció guardada por décadas, por lo que bastaría con limpiarla para devolverle una condición cercana a “mint”.
Sin duda, pequeños detalles pueden marcar enormes diferencias en el mercado retro. Los coleccionistas valoran no solo la rareza del título, sino también la historia detrás de cómo sobrevivió sin abrirse durante tantos años, convirtiéndolo en un objeto casi irrepetible.
Un fenómeno que sigue vivo
El hallazgo, además, se suma a una serie de descubrimientos recientes que muestran la vigencia de Pokémon entre generaciones de fans. Desde una estatua de Pikachu utilizada para promocionar la primera película de la franquicia en 1998, que apareció en un depósito de basura, hasta una jugadora japonesa profesional de shogi, quien aseguró que la estrategia de los juegos ha inspirado a muchos en su entorno.
Estos ejemplos confirman que, pese a tener menos de 30 años de historia, Pokémon no solo sigue siendo una de las propiedades intelectuales más queridas de Nintendo, sino también un fenómeno cultural que aún guarda secretos por revelar.
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