Windows 10 cerrará su ciclo el 14 de octubre, poniendo fin a actualizaciones y soporte técnico y según varios usuarios, su mayor logro fue corregir los errores de Windows 8, devolviendo la familiaridad y funcionalidad al escritorio.
Windows 10 está llegando al final de su vida útil, ya que el próximo 14 de octubre, Microsoft pondrá fin a las actualizaciones de seguridad, las mejoras de funciones y el soporte técnico del que fue uno de los sistemas operativos más populares de la última década.
Y mientras observamos cómo Windows 10 se retira a la historia, es momento de reflexionar sobre su legado.
Según varios usuarios y expertos, uno de ellos Andy Edser de PC Gamer, uno de sus mayores logros no fue innovar, sino reparar los errores de su antecesor, Windows 8, un sistema que muchos recordamos más por sus tropiezos que por sus aciertos.
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Windows 8, un tropiezo en la historia de Microsoft
Para entender la relevancia de Windows 10, primero hay que recordar lo que Windows 8 representó y en su texto, Edser indica que el un intento arriesgado de fusionar interfaces para pantallas táctiles con la experiencia clásica de escritorio.
El resultado fue una mezcla frustrante que no satisfacía a ninguno de los dos públicos.
El periodista recuerda que este sistema adoptó la llamada interfaz Metro, con su característico diseño de azulejos de colores planos, reemplazando la funcionalidad directa de los menús tradicionales de Windows.
El escritorio seguía existiendo, pero estaba oculto por defecto, provocando confusión y descontento en muchos usuarios.
Intentar acceder a funciones básicas como la Configuración o el Panel de control, indica, se convertía en una tarea innecesariamente complicada, con menús poco intuitivos y una barra lateral incómoda.
Junto a lo anterior, para él, mayor error de Windows 8 fue no reconocer la reacción instintiva de los usuarios frente a cambios radicales.
La mayoría de los usuarios de escritorio no necesitaban la funcionalidad táctil que Microsoft imponía.

En lugar de ofrecerla como opción, la convirtió en protagonista, alejando a quienes buscaban simplemente trabajar con un sistema familiar.
La consecuencia fue que muchos volvieron a Windows 7, mientras Windows 8, a pesar de la actualización 8.1, nunca logró conquistar al público, indica Andy.
Windows 10 y el regreso del escritorio familiar
Windows 10 llegó como un salvavidas tras el desastroso experimento de Windows 8.
Microsoft escuchó a los usuarios y diseñó un sistema operativo claro, ligero y familiar, que recuperaba la esencia del escritorio clásico y al mismo tiempo incorporaba mejoras útiles sin imponer cambios radicales.
Además, el análisis señala que más que un reemplazo, Windows 10 refinó lo que funcionaba, manteniendo algunas innovaciones de Windows 8, como el menú de Configuración, aunque todavía con ciertas limitaciones.
Y con la llegada de Windows 11, algunas de estas características persisten, adaptadas a un diseño más moderno, como los paneles de información derivados de los antiguos azulejos, pero el enfoque central sigue siendo la comodidad del usuario de escritorio.

Para cerrar, Andy Edser indica que el éxito de Windows 10 radica en su capacidad de equilibrar innovación y tradición.
Y años después, podemos agradecer que un experimento fallido haya sido corregido y que nuestras computadoras recuperaran la serenidad de un escritorio familiar, con mejoras puntuales que realmente importaban.
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