Vivimos en un mundo que parece estar sumergido en una aburrida dualidad, especialmente el las comunidades gamer, donde algunos ven inclusividad y elementos progres o “woke” en todo, mientras otros se ofenden por cosas que para muchos, son algo irrisorias y minúsculas. Estos últimos, siendo un tema preocupante para los creadores del RPG Kingdom Come: Deliverance 2, quienes según su cofundador, desarrollaron el título con la ayuda de consultores, para asegurarse de que el juego no ofendiera a nadie.

Un título exitoso que se preocupó por no herir sensibilidades
La secuela del título medieval desarrollado por Warhorse Studios, ha sido ampliamente elogiada por su fidelidad histórica, narrativa ambiciosa y realismo visual. Con una puntuación destacada de 88 sobre 100 en Metacritic, Kingdom Come: Deliverance 2 se ha consolidado como uno de los lanzamientos más relevantes de este año.
Sin embargo, su camino hacia el éxito no ha estado libre de tensiones y desafíos fuera del plano técnico. Daniel Vávra, cofundador del estudio checo y director creativo del proyecto, reveló recientemente un dato que de seguro se recibirá como algo curioso por parte de la comunidad.
En una entrevista para el podcast Insider, aseguró que el equipo de desarrollo se vio en la necesidad de contratar múltiples consultores externos, con el fin de garantizar que el contenido del juego no resultara ofensivo para ningún grupo social, religioso o étnico. Esta medida, explicó Vávra, respondió a la creciente presión mediática y al temor de que el juego generara controversia por falta de diversidad o sensibilidad cultural.
“Para cada religión, minoría o grupo de personas, tuvimos consultores. Les enviamos el guion y les preguntamos si había errores. Sus consejos fueron útiles”, afirmó el director de Kingdom Come: Deliverance 2.
La inclusión de estos especialistas, que abarcaron distintas religiones, minorías étnicas y comunidades históricamente marginadas, permitió al estudio revisar y adaptar partes del guion, haciendo correcciones basadas en las sugerencias de los asesores. Esta práctica, cada vez más común en la industria del entretenimiento, busca anticipar críticas y asegurar una representación respetuosa y documentada.

De todas maneras, el juego no ha estado exento de estas críticas
A pesar de estos esfuerzos, Kingdom Come: Deliverance 2 si enfrentó una oleada inicial de críticas en redes sociales y medios especializados, centradas principalmente en la supuesta falta de diversidad entre los personajes del juego.
El propio Vávra reconoció que el ambiente era tan tenso en ciertos momentos que llegó a temer por su posición dentro del estudio. “Estaba asustado de que me despidieran por el alboroto”, confesó. En un gesto poco habitual, Vávra llegó incluso a sugerir públicamente que aquellas personas que se sintieran ofendidas por el contenido del juego simplemente no lo compraran.
Esta declaración, lejos de frenar el interés, pareció alimentar la curiosidad y atención sobre el título, que en apenas dos semanas desde su lanzamiento superó los dos millones de copias vendidas, confirmando así su éxito comercial.

Un caso que para cerrar, abre una vez más el debate sobre los límites entre la libertad creativa y la responsabilidad cultural en los productos de entretenimiento, especialmente aquellos que se inspiran en contextos históricos.
Actores de Kingdom Come: Deliverance 2 afirman que jugadores molestos por la inclusión “se preocupan más por la política que por los juegos”
Kingdom Come: Deliverance 2 ha logrado un impresionante debut, posicionándose entre los diez juegos más jugados de Steam, sin embargo, su lanzamiento no ha estado exento de controversia, ya que un sector de la comunidad ha criticado la inclusión de una escena opcional con romance homosexual, generando un intenso debate sobre la influencia de la política en los videojuegos y la recepción de los jugadores.

El director del juego y guionista principal, Daniel Vávra, fue objeto de críticas antes del estreno, pero esto no afectó el éxito del título en preórdenes ni en número de jugadores. Ahora, los actores Tom McKay y Luke Dale, quienes han trabajado en la saga por casi una década, han dado su opinión sobre la controversia, argumentando que la reacción negativa proviene de un sector que no representa realmente a la comunidad gamer.