Una mujer de más de 60 años, sin experiencia previa en videojuegos, dedicó más de 1.000 horas a Stardew Valley, logrando casi dos veces la perfección total sin usar guías, mientras en otro caso, una madre con igual número de horas en el juego optó por un camino opuesto: enemistarse con todos los habitantes.
En ocasiones, un simple videojuego puede despertar pasiones insospechadas, incluso en quienes jamás se consideraron jugadores.
Eso fue lo que ocurrió a dos madres, quienes sin experiencia previa en el mundo de los videojuegos, terminaron dedicándole (coincidentemente) más de mil horas a Stardew Valley, el exitoso título independiente de simulación de granja.
Esto salió a la luz a través de publicaciones en redes sociales, donde sus familiares relataron cómo una recomendación inocente, terminó convirtiéndose en una auténtica odisea virtual.
Del desconocimiento total a las mil horas de juego
Comenzando con la primera de ellas, una mujer de poco más de 60 años, todo comenzó de manera modesta, donde esta madre del esposo de la narradora, preguntó por una recomendación de juego para probar.
Stardew Valley parecía la elección perfecta, ya que con un ritmo relajado, sin exigencias técnicas complejas y con un encanto rural capaz de enganchar a cualquiera.
Sin embargo, los primeros pasos no fueron sencillos. La recién llegada al mundo gamer ni siquiera sabía cómo utilizar las teclas WASD, fundamentales para moverse en la mayoría de juegos de PC. Pero lejos de rendirse, la jugadora se adaptó rápidamente y comenzó a sumergirse en la rutina de cultivar, pescar y explorar el mundo del juego.
Con el paso de los meses, lo que empezó como un pasatiempo casual se transformó en una dedicación implacable y tras aproximadamente un año, la jugadora acumuló más de 1.000 horas de juego.
Y además, se encontraba al borde de completar su segundo archivo con un logro que muy pocos alcanzan, lo cual es la perfección del 100%.
Para lograrlo, es necesario cumplir tareas exigentes como enviar al menos una vez cada cultivo y objeto recolectable, fabricar todos los ítems, derrotar todas las metas de monstruos para el Gremio de Aventureros y construir el costoso Reloj Dorado, que requiere nada menos que 10 millones de monedas en el juego.
Un logro que impresiona incluso a jugadores veteranos
La hazaña adquiere aún más mérito al saberse que la jugadora no recurrió a guías o wikis para orientarse. Su hijo, gamer desde hace años, y su nuera, ambos con largas horas en Stardew Valley, confesaron no haber alcanzado nunca la perfección.
La publicación ha despertado comentarios de asombro en la comunidad, como el de un jugador quien dice: “¡Guau, eso es increíble! Me encanta que presumas de tu suegra, por cierto. Las relaciones familiares sanas son lo mejor. ¡Y entiendo perfectamente que tengan una relación sana porque suena genial!”
Respuesta que sirve como ejemplo de lo que ha llegado a generar su historia y que destaca tanto la perseverancia como el cariño que esta jugadora tardía ha volcado en un juego que, sin proponérselo, abrió para ella las puertas de un mundo completamente nuevo.
Puedes leer: Jugador abandona su granja en Stardew Valley por 1.000 años, se desata el caos y se llena de hongos gigantes
Otra madre gamer pasa de novata entusiasta, a la villana de Stardew Valley
Y pasando a otra historia de madre gamer, lo que comenzó como una simple recomendación, terminó convirtiéndose en una de las anécdotas más pintorescas que ha visto la comunidad de Stardew Valley en redes sociales.
La usuaria “merizabyte” relató en X que, tras mostrarle el juego a su madre, esta no solo se convirtió en una jugadora asidua con (también) más de 1.000 horas de dedicación, sino que además decidió recorrer el camino opuesto al del agricultor amable y servicial que suele poblar las partidas del título.
Y de forma casi tragicómica, su meta fue enemistarse con todos y cada uno de los personajes o NPCs del pueblo.
Para lograrlo, la jugadora creó un archivo en el que se casó con todos los candidatos y candidatas posibles, solo para divorciarse de cada uno posteriormente.
Una captura de pantalla compartida por la hija muestra una lista de exparejas con el marcador de “0 corazones” en sus relaciones. Nombres como Penny o Alex aparecen junto a la etiqueta “ex-esposa” o “ex-esposo”, dejando claro que, en ese mundo virtual, los puentes están bien quemados.
La granja del caos con decisiones calculadas para ser odiada
Pero el plan maestro de esta Stardew Valley “antihéroe” no se detuvo en el drama sentimental. Según detalla su hija, la jugadora tomó decisiones clave para asegurarse un lugar en la lista negra del pueblo.
En lugar de restaurar el icónico Centro Comunitario, se afilió a JojaMart, permitiendo que el edificio fuera demolido y reemplazado por un almacén corporativo, un movimiento que prioriza el beneficio económico por encima del bienestar colectivo.
En otro momento memorable, recibió la misión de encontrar los pantalones cortos del alcalde, sin embargo, en vez de devolverlos, decidió vestirlos públicamente, gesto que su hija interpreta como una provocación tan grande que probablemente dejó al regidor incapaz de dirigirle la palabra.
Por si fuera poco, el recorrido por su granja reveló un inquietante “cuarto de los altares”, un espacio que la hija mostró sin saber muy bien si sentir orgullo o preocupación.
Al igual que la anterior historia, esta, lejos de generar rechazo, fue recibida con entusiasmo y humor por parte de otros jugadores. En los comentarios, varios celebraron la creatividad y el descaro de esta partida, describiendo a la protagonista como “una madre genial” y proponiendo nuevos desafíos para continuar la senda del caos.
Algunos incluso sugirieron que probara otros títulos donde sus inclinaciones “villanescas” pudieran brillar con igual intensidad.
Y es que para cerrar, en un juego conocido por su atmósfera apacible y su comunidad acogedora, esta granjera digital ha demostrado que incluso en Stardew Valley hay espacio para el caos planificado, y que la experiencia de juego puede ser tan variada como las personalidades que pisan su suelo pixelado.
Jugador de Stardew Valley consigue el trofeo más difícil del juego tras seis años, uno que solo el 1% de los usuarios ha conseguido
En un rincón tranquilo del mundo digital de unos de los juegos más queridos por la comunidad, donde la rutina de cultivar, pescar y criar animales puede parecer relajante y sin prisa, un jugador ha logrado una hazaña que lo coloca en una élite diminuta y extraordinaria.
Y es que según indicó recientemente, pudo completar Stardew Valley al 100% y de paso, obtener el codiciado trofeo de platino, conocido también como el Sello de Iridio. Leer nota completa acá.
