La escasez de memorias ha llegado a un punto crítico en Taiwán, donde distribuidores están obligando a los compradores de RAM a adquirir también una placa madre, aprovechando la demanda creciente, una estrategia impulsada por la presión de inventarios y el pánico en el mercado, que podría expandirse a otros territorios.
En noticias que de seguro seguirán alarmando a los usuarios de PC, se reporta que distribuidores están recurriendo a tácticas agresivas, debido a la escasez global de memorias que ha escalado hasta tal punto, que algunos de ellos estarían obligando a los consumidores a comprar una placa madre por cada módulo de RAM adquirido.
Una práctica que revela la tensión creciente dentro de la cadena de suministro tecnológica, dejando en claro que la falta de stock ha derivado en estrategias comerciales que presionan al consumidor, encarecen la actualización de equipos y muestran un mercado en plena fase de pánico.
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Una escasez que desata prácticas insólitas
Como quienes siempre están atentos a las noticias sobre hardware sabrán, la industria tecnológica no es ajena a los combos forzados ni a los precios inflados en tiempos de alta demanda. Ya había ocurrido con procesadores muy buscados, como el Ryzen 7 9800X3D, ofrecidos únicamente junto a otros componentes adicionales.
Sin embargo, un reciente informe del Taiwan Economic Daily revela un movimiento aún más drástico, ya que como adelantamos, distribuidores taiwaneses estarían imponiendo la compra obligatoria de una placa madre por cada módulo de memoria RAM vendido.
Esto implica que cualquier consumidor que hoy busque un simple stick de DDR5 se vería obligado a adquirir también una motherboard compatible, incluso si no la necesita. El reporte describe la situación como sorprendente y hasta casi absurda, un síntoma del desorden que atraviesa el mercado de hardware.
La medida tendría su origen en la necesidad de limpiar inventarios antes de la nueva generación de procesadores y chipsets que se avecina. Los distribuidores ven en la escasez actual una oportunidad para movilizar productos que pronto podrían quedar rezagados. Así, apuntan a un público que, o bien necesita RAM, o bien está obligado a entrar en estos combos para obtenerla, y logran incrementar el margen de ventas al asociar dos componentes de alto costo.

Aunque estas tácticas buscan “equilibrar” inventarios, terminan castigando al consumidor final, que enfrenta precios más altos y menos libertad de elección. En un contexto donde la demanda de memorias no deja de crecer, la estrategia revela la crudeza de un mercado que actúa bajo presión.
Un escenario que podría expandirse y una industria en pánico
Por ahora, la práctica estaría limitada al mercado taiwanés, pero analistas no descartan que fabricantes y distribuidores de renombre, como ASUS o MSI, adopten métodos similares en otros territorios si la escasez se intensifica. P
Para ellos, unir la venta de RAM con placas madre permitiría aumentar su volumen de negocio y sostener las cifras de ventas en un periodo particularmente turbulento.

Al final, el panorama es claro, donde el mercado de la memoria ha entrado en una fase de “pánico comprador”, con usuarios y minoristas compitiendo por un inventario cada vez más reducido, y donde los precios de los módulos DRAM han escalado en cuestión de semanas, lo que ha obligado a muchos jugadores y entusiastas a postergar actualizaciones esenciales de sus equipos.
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