2018 se convirtió en el año cúspide para Fortnite: Battle Royale. El último juego de Epic Games provocó un reajuste en la industria de los videojuegos, después el título decidiera estrenar de manera totalmente gratuita un modo de juego que siguiera el explosivo éxito de la batalla campal de 100 jugadores que recompensara inclusive a quienes no compraban elementos con microtransacciones.
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De la misma manera, la implementación del sistema de pases de batalla que otorgaba contenido "de pago" de manera periódica y según el desempeño de los mismos jugadores, motivaba a los usuarios a estar dentro del título y completar sus propios desafíos. Este modelo fue desde entonces imitado e implementado en varias entregas en la industria.
El último reporte financiero de SuperData, reveló que el juego no solo fue uno de los más preferidos por los fanáticos en PC, sino que además consignó ser uno de los más fructíferos de la industria. Fortnite: Battle Royale generó incluso que League of Legends el último año.
Con más de 2.4 mil millones de dólares en beneficios, el título que provocó que franquicias como «Paragon» quedaran totalmente desestimadas dejó muy por detrás los beneficios del afamado título estilo MOBA de Riot Games. Durante 2018 y según estas estimaciones comerciales, League of Legends habría generado tan solo 1.4 mil millones de dólares en los últimos doce meses, seguido tan solo por juegos como Pokemon GO.
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