Cada cierto tiempo, resurge el temor entre los coleccionistas de videojuegos físicos sobre la posibilidad de que los cartuchos se degraden con los años, volviéndose ilegibles sin previo aviso. Esto ha generado dudas entre quienes poseen títulos de consolas como Nintendo DS, 3DS, Switch o PS Vita, ya que la pérdida de datos podría significar el fin definitivo de juegos que, en muchos casos, ya no se encuentran fácilmente.
Frente a esta preocupación, un usuario decidió tomar la iniciativa y poner a prueba su propia colección, obteniendo un resultado inesperadamente positivo que ha tranquilizado a muchos.

Prueba a fondo: 33 juegos verificados y ninguno falló
El jugador, identificado en Reddit como LordSnugglekins_III, realizó una verificación manual de los 33 cartuchos que posee para la PS Vita, muchos de los cuales no había tocado en más de una década. Su temor era comprensible: algunos títulos los adquirió en 2011, año de lanzamiento de la consola, y otros incluso de segunda mano, lo que podría haber aumentado el riesgo de fallos. La revisión fue meticulosa, ya que insertó uno a uno los juegos en una PS Vita Slim, comprobando que todos al menos cargaran hasta la pantalla de inicio o el menú principal.
Entre los títulos revisados había nombres clave dentro del catálogo de la consola, como Uncharted: Golden Abyss, Persona 4 Golden, Gravity Rush, Killzone: Mercenary y Tearaway. Todos ellos respondieron correctamente, incluso aquellos que llevaban más de diez años sin encenderse. Algunos cartuchos necesitaron un par de intentos adicionales, como Rayman Origins o Sly Cooper Collection, pero incluso en esos casos terminaron funcionando sin problemas críticos.
“Trabajé duro en esta colección, hubiera sido terrible si todo se perdía”, afirmó LordSnugglekins_III con alivio.
Su experiencia no solo sirve de ejemplo, sino que también ofrece una valiosa referencia para quienes conservan juegos en este formato.

¿Degradación inevitable o problema evitable?
La degradación de los cartuchos no es un mito. Técnicamente, los datos almacenados en chips de memoria flash (como los utilizados en los cartuchos de PS Vita, Nintendo DS o Switch) pueden deteriorarse con los años debido a la fuga de electrones. Una vez que el número de celdas afectadas supera cierto umbral, los datos se corrompen y el juego se vuelve ilegible, sin posibilidad de reparación sencilla.
Sin embargo, los fabricantes de consolas pensaron en este riesgo. Los sistemas están diseñados para detectar y corregir pequeños errores de lectura cuando los juegos son utilizados con cierta frecuencia. Insertar el cartucho en la consola y encenderlo, incluso sin jugar por completo, permite al sistema “refrescar” los datos y evitar que los errores se acumulen hasta volverse críticos. Por eso, muchos expertos recomiendan encender los juegos cada pocos años como una forma de mantenimiento preventivo.
Este tipo de acciones puede parecer tedioso, especialmente para quienes tienen colecciones grandes, pero la prueba realizada demuestra que el esfuerzo vale la pena.

Más que un experimento técnico: una oportunidad para reconectar con lo olvidado
Lo que comenzó como una verificación técnica motivada por el miedo a perder su colección, terminó siendo una experiencia emocional para LordSnugglekins_III. Al comprobar que sus juegos seguían funcionando, también redescubrió el interés por una consola que llevaba años olvidada en un cajón.
“Ahora tengo ganas de volver a jugar. No tocaba la Vita en años”, comentó LordSnugglekins_III.
Más allá de tranquilizar a otros usuarios, el experimento demuestra que el formato físico aún puede resistir al paso del tiempo con sorprendente dignidad. En una época donde lo digital domina y los servidores cierran constantemente, saber que una colección física aún puede seguir funcionando tras más de una década representa una pequeña pero significativa victoria para los coleccionistas.
Jugador de Nintendo guarda por años la funda original de su 3DS XL y luego descubre que se ha convertido en polvo dentro de su caja
Una historia que ha causado revuelo entre coleccionistas y fanáticos del gaming retro, ha sido dada a conocer por un jugador a través de Facebook, donde compartió recientemente una imagen de una funda oficial para Nintendo 3DS XL, inspirada en Dragon Quest VIII. Pero lo que en realidad ha llamado la atención y generado bromas de la comunidad, es que esta se encuentra completamente desintegrada dentro de su empaque original.
Lo que alguna vez fue un accesorio de colección, cuidadosamente conservado, terminó reducido a polvo y partículas similares a migas de pan. Leer nota completa acá.

