En medio de las herencias materiales, algunas piezas logran destacar no por su valor económico, sino por la carga emocional y simbólica que representan. Es el caso de un joven jugador que ha conmovido a miles de usuarios en Reddit, tras compartir la historia de cómo logró devolverle la vida a una Game Boy, la cual originalmente pertenecía a su recientemente fallecido abuelo.
Devolviéndole la vida a un pedazo de historia de su abuelo
Bajo el seudónimo MemeMasterJason, el jugador relató cómo heredó el dispositivo tras el fallecimiento de su abuelo, dispositivo que es una reliquia de finales de los años 80 y que llegó a sus manos en un estado lamentable.
Según cuenta en una publicación de Reddit, la consola no funcionaba, estaba visiblemente sucia y deteriorada, y el vidrio protector de la pantalla se encontraba ausente o severamente dañado. Lejos de desecharla o conservarla como una pieza rota del pasado, el joven decidió embarcarse en un meticuloso proceso de restauración.
Con paciencia y dedicación, comenzó limpiando la Game Boy con alcohol isopropílico al 99 %, logrando rescatar sus componentes internos sin comprometer la integridad del dispositivo. El siguiente paso fue recuperar los contactos de batería y el interruptor de encendido, que también presentaban señales de desgaste y suciedad acumulada por los años de desuso.
Contra todo pronóstico, la consola volvió a encender, mientras el corazón de una era pasada latía de nuevo.
Un testimonio de cómo el amor por los videojuegos une a las familias
La publicación rápidamente se viralizó, y la comunidad no tardó en reaccionar con admiración, dejando además algunas experiencias similares. La mayoría, al igual que las respuestas de felicitaciones, apuntando a lo importante que pueden ser las consolas y los videojuegos, para a través de ellos poder crear lazos y recuerdos familiares.
Comentarios como el del usuario JaredUnzipped resumen el sentimiento general, quien dice: “Él estaría orgulloso de ti. Cuídalo. Jamás lo vendas.” Y es que para muchos, el gesto del joven no solo representa una muestra de respeto hacia su abuelo, sino también una reafirmación del valor emocional que pueden tener los objetos cotidianos.
Junto a esto, otro jugador responde: “¡Qué bien te quedó! Hace poco heredé la SNES de mi abuela y la jugué un montón de niño. Ahora está amarillenta, con uno de los puertos del mando un poco forzado (los niños que vinieron de visita en Navidad seguramente la usaron demasiado, pero sigue funcionando)”.
Pero el proceso aún no ha concluido del todo, ya que este nuevo propietario del Game Boy ha manifestado su intención de reemplazar la pantalla por una versión con tecnología IPS, que ofrecería una mejora significativa en términos de brillo y visibilidad. Pero este posible cambio ha generado debate, con algunos a favor y otros argumentando que, tratándose de un objeto con tanta carga sentimental, debería preservarlo en su forma original.
De todas maneras y para cerrar, más allá de la discusión técnica, la historia deja en claro como una simple consola se transforma así en una cápsula del tiempo, recordándonos que los videojuegos, lejos de ser una moda pasajera, son también parte de la cultura y en este caso, del legado familiar.
Compra Game Boy por Internet sin ver ninguna imagen y termina recibiendo dos Game Boy Advance SP junto a varios juegos clásicos
Aunque las compras sin imágenes suelen ser terreno riesgoso en el comercio en línea, un usuario llamado MathiasSybarit desafió todas las advertencias al adquirir un supuesto Game Boy por solo 90 dólares.
Lo que recibió superó todas sus expectativas: no uno, sino dos Game Boy Advance SP en excelente estado, acompañados de una selección de juegos que cualquier fan de Nintendo envidiaría.
Según MathiasSybarit contó en Reddit, el anuncio no ofrecía más que una descripción vaga de un Game Boy usado, sin fotos ni detalles sobre su estado. A pesar de ello, decidió arriesgarse y completar la compra, esperando quizá una consola maltratada o incluso inservible. Para su sorpresa, el contenido del paquete fue completamente distinto.
