Hoy, con 35 años, Zhenghua Yang no es un nombre ampliamente reconocido dentro de la industria, pero es el fundador de Serenity Forge, un estudio y publicadora de videojuegos con sede en Colorado, Estados Unidos. La compañía ha estado detrás de títulos como Slay the Princess y Doki Doki Literature Club, este último convertido en un fenómeno de gran popularidad en su momento.
Sin embargo, en 2008 atravesó una crisis que estuvo a punto de costarle la vida. Con apenas 18 años, ingresó al hospital tras sufrir una serie de hemorragias nasales provocadas por una grave deficiencia de plaquetas, lo que llevó a los médicos a darle un pronóstico extremo: apenas tres horas de vida.
Afortunadamente, Yang consiguió sobrevivir a este episodio, pero tuvo que pasar dos años entrando y saliendo en el hospital. Fue durante ese periodo que descubrió su pasión por el mundo de los videojuegos con títulos como Minecraft, League of Legends y World of Warcraft, lo cual le ayudó a sobrellevar su situación.
“Juegos como League of Legends no se crearon para ayudarme, pero al final, básicamente me salvaron la vida”, declaró al medio Fortune . “¿Qué pasaría si empiezo a crear juegos con la intención de ayudar a la gente? ¿Qué tipo de poder podría desbloquear eso?”. Con esa iniciativa, se trasladó a la universidad de Colorado para empezar sus estudios en la carrera de negocios.
Con tan solo $1,000 de presupuesto, Zhenghua Yang lanzó Serenity Forge con la misión de “crear experiencias significativas y emocionalmente impactantes que desafían tu forma de pensar”. Diez años después, el estudio que está conformado por apenas 40 personas ha publicado un total de 70 juegos y generan un promedio de ingresos que oscila entre los 10 y 15 millones de dólares al año.
Zhenghua Yang: “Lo que más me motiva son los fans”
No obstante, para Yang esto no es lo más importante, inspirado en una frase que escucho en la escuela del director ejecutivo de Whole Foods, la cual reza lo siguiente: “Así como la gente no puede vivir sin comer, una empresa no puede vivir sin ganancias. Pero la mayoría de la gente no vive para comer, y una empresa tampoco debe vivir solo para obtener ganancias”.
Con este enfoque, reconoce que habido ocasiones en las que ha tenido que rechazar proyectos que podían ser extremadamente lucrativos, pero que no se alineaban con los valores del estudio. “A lo largo de los años nos han presentado muchos juegos que pensamos: ‘Sí, esto nos va a generar unos 20 millones de dólares, pero vamos a decir que no, porque no es un juego de Serenity Forge’”, dijo.
Una decisión de la que Zhenghua Yang no se arrepiente en lo más mínimo, gracias a sus fans:
“Había un montón de fans adolescentes que hacían fila para hablar conmigo. Lloraban, me abrazaban y me decían: ‘Tú eres la razón por la que me di cuenta de que estaba en una relación abusiva y ahora estoy mucho más sana y feliz gracias al arte que creaste’ (…) Creo que eso siempre ha sido lo que me motiva, mucho más que el resultado final, el número de empleados o cualquier otra cosa”, aseguró.
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