En una reunión que buscaba tratar el tema de la violencia en las escuelas, a la que acudieron ministros, gobernadores y representantes del país, El presidente reelecto Luiz Inácio Lula da Silva, ha generado controversia al afirmar que los videojuegos generan violencia. Durante su discurso, habló desde su experiencia personal en torno a los juegos: "Cuando mi hijo de 4 años llora, ¿qué hago por él? Inmediatamente le doy una tablet para jugar. Le enseño un pequeño juego, pero no uno que hable de amor, no uno que hable de educación, un juego que enseña a los niños a matar".

El presidente mostró una fuerte postura de repudio hacia los videojuegos, relacionando su relevancia en la vida de los niños ahora con la cantidad de muertes que ocurren: “Hay más muertos que en la Segunda Guerra Mundial. Sólo tienes que mirar el juego de los niños, de mi hijo, del hijo de cada uno de ustedes. De mi nieto, del nieto de cada uno de ustedes. Dudo que haya un niño de ocho, nueve, diez o doce años que no esté acostumbrado a pasar mucho tiempo jugando a esta porquería". Esta polémica afirmación para los gamers, fue contradecida hasta por su propio hijo, Luis Claudio Lula da Silva, que mencionó que su padre lo vio crecer jugando videojuegos y sabe que no lo hizo violento, afirmando éste solo intentó hacer una aclaración y terminó generalizando.

Si bien las declaraciones de Lula da Silva buscan concientizar a los padres para que estén atentos a los juegos que consumen sus hijos, el discurso del presidente terminó convirtiéndose en otro enunciado más sobre la violencia que generan estos y el poco aporte al desarrollo de los niños, algo que se contradice con los estudios que demuestran que los videojuegos logran trabajar las habilidades cognitivas y de coordinación de los jugadores jóvenes.
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