La escasez y el aumento de precios en memorias RAM se extenderán hasta 2028, impulsados por el agotamiento de inventarios y la masiva demanda del sector de Inteligencia Artificial, y fabricantes como Samsung y SK Hynix limitarán la producción para priorizar su rentabilidad, lo que dificultará conseguir componentes para PCs.
El mercado global de componentes se enfrenta a una tormenta perfecta que amenaza con sacudir la industria tecnológica de consumo y Según Gerry Chen, director general de TeamGroup, los precios de contrato para productos DRAM y NAND han experimentado un nuevo repunte, duplicándose en vísperas de diciembre.
Como actor destacado en los mercados de memoria, almacenamiento de estado sólido y tecnologías basadas en flash, las proyecciones de TeamGroup distan mucho de ser optimistas, ya que no se vislumbra un cambio de tendencia a corto plazo y que la disponibilidad como los precios empeorará progresivamente durante la primera mitad de 2026, y esto continuaría hasta el 2028 o más allá.
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Un horizonte de precios inflados por varios años
Como quienes han estado atentos a estas noticias sabrán, la razón fundamental de este escenario radica en el agotamiento inminente de las reservas de distribución existentes, lo que complicará la adquisición y asignación de recursos en todos los rincones del sector, desde la fabricación de teléfonos inteligentes y PCs hasta la infraestructura para Inteligencia Artificial.
Y esta situación, ya de por sí delicada, está a punto de agravarse según Gerry Chen, quien estima que la estabilización de precios no llegará hasta 2027, con una línea de tiempo que podría extenderse fácilmente hasta bien entrado el 2028. Lo más alarmante para el consumidor y las empresas es que la disposición a pagar precios inflados u obscenos podría ser irrelevante y el problema no será solo el costo, sino la imposibilidad física de conseguir el producto debido a una oferta limitada frente a una demanda creciente.
Es una predicción sombría que se fundamenta en una realidad logística ineludible, ya que incluso si gigantes de la manufactura como Micron, Samsung o SK Hynix decidieran construir nuevas fábricas de memoria hoy mismo, tardarían años en poner en marcha la producción a gran escala.
Mientras el mercado clama por más productos, los principales fabricantes han adoptado una postura conservadora y calculadora, como Samsung y SK Hynix, líderes indiscutibles del sector, han optado por estrategias diseñadas para “minimizar el riesgo de exceso de oferta”.
En una reciente llamada con inversores, recogida por Tech Insight, un representante de Samsung fue tajante, diciendo: “en lugar de expandir rápidamente las instalaciones, perseguiremos una estrategia de mantener la rentabilidad a largo plazo”. La compañía busca equilibrar la demanda del cliente con los precios mediante una gestión estricta de sus gastos de capital (CAPEX), evitando repetir los ciclos de saturación de mercado del pasado.
Restricciones contractuales y capacidad limitada
La realidad operativa de Samsung refleja esta cautela, ya que actualmente, la compañía afirma ser capaz de cumplir solo con el 70% de los pedidos de DRAM. Además, ha enviado una señal clara al mercado al negarse a permitir que los clientes mitiguen las futuras subidas de precios mediante grandes contratos a largo plazo.
“Los clientes quieren contratos de varios años, pero Samsung Electronics no quiere atar volúmenes con un cliente específico en una situación donde los precios están subiendo rápidamente”, explicó el representante de la firma surcoreana.
Por su parte, SK Hynix ha mostrado un tono ligeramente más agresivo en términos de inversión, pero sus advertencias son igualmente severas, y aunque la empresa planea invertir aproximadamente el 30% de sus ventas en instalaciones durante 2026 y acelerar la transición a la tecnología 1c DRAM, admiten abiertamente que “será difícil resolver la escasez de suministro”. No se trata de una falta de voluntad, sino de una incapacidad técnica y logística para escalar a la velocidad que el mercado requiere.
Para cerrar, con una capacidad limitada restante para PCs, teléfonos inteligentes y dispositivos de consumo general, el resultado inevitable es un aumento dramático en los precios que afectará a todos los rincones del mercado tecnológico, y por varios años.
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