Un jugador encontró su viejo Game Boy, olvidado por más de 30 años en el desván, con adhesivos despegados, plástico amarillento y cinta adhesiva, pero aún funcionando y la comunidad celebró el hallazgo y compartió anécdotas sobre la legendaria resistencia de la consola, comparándola con los indestructibles Nokia.
Treinta años después de su lanzamiento, un veterano de la era dorada de Nintendo vuelve a la luz y lo hace en condiciones que harían temblar a cualquier coleccionista. Esto dado como ejemplo en una historia que comienza cuando la madre de un usuario de Reddit, identificado como GatsbyTheMediocre, encuentra su antigua consola portátil en el desván familiar.
Y según cuenta, el aparato, un Game Boy clásico, luce cicatrices de décadas de uso, pero a pesar de su aspecto desgastado y de las dudas sobre su integridad estructural, el dispositivo funciona.
La comunidad recuerda: “Solo un Nokia es más fuerte”
Como se puede ver en la imagen que dejó el jugador, el plástico amarillento por el paso del tiempo, adhesivos de personajes como Smogmog y Didga despegándose, y un sospechoso refuerzo de cinta adhesiva en la parte superior que, según parece, mantiene el conjunto unido.
El dueño, entusiasmado con el hallazgo, ha prometido devolverle algo de su antiguo esplendor, contando además que junto a la consola, también aparecieron varios cartuchos originales, entre ellos Tetris, Alleyway, Dr. Mario y Paperboy.
Una colección suficiente para revivir aquellas partidas interminables que marcaron a toda una generación.
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La publicación en Reddit desató una ola de comentarios nostálgicos y anécdotas sobre la legendaria resistencia del Game Boy y como siempre, no faltaron las broma, como ciertas comparaciones con los teléfonos Nokia de principios de los 2000, famosos por su durabilidad casi indestructible.
Además, en las respuestas un jugador relató que su consola sobrevivió a caídas en un inodoro y desde un automóvil en movimiento, sin dejar de funcionar y otro afirmó conocer casos en que los cartuchos de juego habían terminado en las tuberías y, tras una desafortunada aventura por el sistema de alcantarillado y una intervención de fontanería, seguían operativos.
Del frente de guerra al escaparate de Nintendo
Estas historias refuerzan la fama de la consola como un dispositivo casi irrompible. No en vano, hay un caso célebre de un Game Boy que soportó un incendio en plena Guerra del Golfo.
Este ejemplar chamuscado, que durante años estuvo expuesto en la tienda oficial de Nintendo en Nueva York, fue atribuido erróneamente a un atentado con bomba.
El verdadero protagonista de la historia, el soldado estadounidense Stephan Scoggins, aclaró más tarde que el daño fue consecuencia de un incendio durante su servicio militar.
Siendo lector de la revista Nintendo Power, envió el dispositivo acompañado de una carta en la que narraba su experiencia y pedía un reemplazo.
En 1991, la redacción de la revista accedió gustosamente a su petición y el Game Boy superviviente pasó a formar parte del archivo histórico de Nintendo.
Historias que para cerrar, demuestran que más allá de su valor sentimental o coleccionista, el Game Boy es un símbolo de ingeniería duradera.
Ya sea resistiendo décadas en un desván polvoriento, sobreviviendo a accidentes domésticos imposibles o regresando del campo de batalla, la pequeña portátil de Nintendo sigue recordándonos que no todas las tecnologías están hechas para morir pronto.
Jugador lamentó durante años la pérdida de su Game Boy; ahora, ya adulto, la encuentra en el garaje, en perfecto estado y con todos sus juegos
La nostalgia es uno de los motores más poderosos del mundo gamer, y pocas consolas evocan recuerdos tan intensos como la Game Boy de Nintendo. Lanzada a finales de los 80, fue la puerta de entrada a los videojuegos para millones de personas, marcando infancias con títulos como Pokémon y Tetris.
Ahora, un hallazgo fortuito ha devuelto a un jugador a esa época dorada. Lo que parecía una sesión rutinaria de limpieza terminó convirtiéndose en una cápsula del tiempo, llena de recuerdos y juegos icónicos que muchos creían perdidos para siempre. Leer nota completa acá.
